Escapadas otoñales
Un paseo por Maderuelo y las Hoces del río Riaza, el hogar del buitre leonado
En esta zona de la provincia de Segovia, el naturalista Félix Rodriguez de la Fuente promovió un Refugio de Aves Rapaces
La provincia de Segovia ofrece al amante de la naturaleza un sin fin de opciones para disfrutar de un fin de semana inolvidable solo o en compañía para desconectar del mundanal ruido y recobrar energía para el regreso a la lucha diaria.
Entre ellos, para este fin de semana otoñal en el que se espera además una climatología benévola, desde estas líneas turísticas de los viernes en La Razón queremos recomendar una escapada a la Villa segoviana de Maderuelo, en el inicio de las Hoces del Río Riaza, y que como su vecina Ayllón, es un Conjunto Histórico-Artístico que se suma a un entorno natural inigualable, y forma parte de la lista de pueblos más bonitos de España.
Ubicado sobre gran colina y rodeada por el embalse de Linares, inaugurado en el año 1951, lo que sumergió el pueblo de Linares del Arroyo y despobló a Maderuelo. Esa condición de lugar casi despoblado indujo al naturalista Félix Rodriguez de la Fuente a promover el Refugio de Aves Rapaces de Las Hoces del Riaza, inaugurado en 1975 por Juan Carlos I de Borbón y que hoy activo. Los restos de la iglesia de Linares del Arroyo, el pueblo inundado, y de estilo románico tardío, suelen aparecer en función del agua que lleve el pantano.
Maderuelo es el inicio de las Hoces del Río Riaza cuenta con un prodigioso patrimonio, sobre todo religioso, en el que destacan las iglesias románicas de San Miguel, de Santa María, el único templo segoviano con restos de estilo Califal, pero también, ya en las afueras la ermita de Castroboda donde se venera a la patrona de la localidad y la ermita de la Vera Cruz de finales del siglo XI y que sorprendió al mundo por albergar uno de los mejores conjuntos de frescos románicos castellanos.
Caminar por sus calles es regresar al Medievo, donde predomina su puerta de acceso o Arco de la Villa además del trazado de las murallas o los restos de trece templos, aunque también son dignas de ver las casas nobles con simbologías en piedra con la temática templaria que nos llevan hasta el torreón que fue el antiguo castillo.
Además, Maderuelo conserva varios vestigios de su pasado musulmán que son únicos en Segovia. De hecho, en el siglo X la villa fue repoblada por el conde castellano Fernán González y posteriormente saqueada por ejércitos moros de Almanzor. Un siglo después, debido a su situación privilegiada se fortifica con un castillo y una muralla, convirtiéndose en cabeza de la Comunidad de Villa y Tierras de Maderuelo, con numerosas aldeas bajo su autoridad, y llegó a reunir una decena de parroquias.
En estos momentos la Villa cuenta con cerca de 200 habitantes y el turismo y la agricultura son los principales sectores económicos.
En la visita a Maderuelo no puede faltar el Puente viejo, que se disfruta en su máxima expresión cuando las aguas descienden a principios de agosto, que dejan ver esta obra de sólida sillería. Tampoco la Plaza del Baile, dedicada a Pérez de Seoane, benefactor de la Villa, donde destaca la casa con soportal y las columnas que cierran uno de los laterales del ágora.
También s digno de ver la Puerta del Barrio y Casa Torre del Hospital, un conjunto defensivo al que asciende el camino desde el valle del Arroyo Moralejos.
Maderuelo se encuentra dentro del Parque Natural de las Hoces del Río Riaza al igual que Montejo de la Vega de la Serrezuela. Por él transcurre el río Riaza, que hace de eje del parque fundamentalmente estepario, pero con un gran contraste con el valle donde abunda una vegetación de grandes sabinares y encinares. En él se localiza una de las reservas de buitres leonados mas grandes de Europa.
Siguiendo el río llegamos a un cañón calcáreo de hasta 150 metros de profundidad y entre 200 y 300 de anchura y donde está situada la ermita de El Casuar, iglesia románica del siglo XII parcialmente en ruinas, que fue declarada Bien de Interés Cultural en 1997, con la categoría de Monumento, y posteriormente, la colonia de buitres. Y al final del Parque, nos recibe un gran valle con una fértil vega que termina en la localidad de Montejo de la Vega.
En el Espacio Natural predomina la sabina albar, su calidad depende de la profundidad de su suelo, aunque también es habitual el lino, la encina o el enebro común. Son visibles zonas de repoblación de pinos laricio y el resinero, mientras que los chopos, álamos, sauces y fresnos predominan en la ribera del río.
En cuanto a la fauna, en este Parque pueden verse más de veinte variedades, con el buitre leonado como rey. Se estima que hay más de 200 parejas de esta especie, además de una buena cantidad de otras especies, como 13 aves rapaces, entre ellas el águila pescadora, el buitre negro, el avión roquero, el búho real o el águila real.
También son vecinos de la zona mamíferos, como el gato montés, la nutria, el jabalí, el zorro o el corzo, además de musarañas, varias especies de murciélago, sapos corredores o el sapillo pintojo. Y en los bosques habitan desde el ruiseñor, al roquero solitario, el pinzón, la paloma torcaz o la perdiz.
Maderuelo y el Parque Natural de las Hoces del Río Riaza se han convertido en el paraíso de los aventureros, ya que se puede practicar piragüismo, windsurf, darse un paseo en barca, pescar o bañarse. También se pueden hacer excursiones a caballo, numerosas rutas de senderismo o bicicleta de montaña y observaciones ornitológicas:
Las Hoces del río Riaza cuentan con varias rutas para los amantes de los senderistas, como por ejemplo la senda 4, es una ruta de 11,4 kilómetros que se puede realizar en tres horas y media durante todo el año menos en invierno. Desde el 1 de enero hasta el 31 de julio hay que solicitar permiso en la Casa del Parque.
Hay otra ruta de 12,72 kilómetros muy llana que se puede hacer durante todo el año y hay que pedir permiso a la Casa del Parque de Montejo del 1 de enero al 31 de julio y una más por la Hoz de Valdevernés, de 15,88 kilómetros, que se recorre en unas cuatro horas y media y se recomienda hacer en primavera y otoño.
El Parque Natural de las Hoces del Río Riaza junto al de las Hoces del Río Duratón, también en Segovia, cuentan con más del 40 por ciento de su superficie en la Red Natura 2000, incluyendo zonas de especial protección para las aves y lugares de interés comunitario. A su vez, el patrimonio cultural del destino elegido se encuentra muy bien representado, con catorce Bienes de Interés Cultural, entre los que se pueden citar el Monasterio de la Hoz y la Ermita de San Frutos, además de diferentes conjuntos románicos de las villas.
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