
Curiosidades
El refrán que a los zamoranos no les hace ni pizca de gracia y que en el resto de España no saben interpretar
La provincia de Zamora, una de las cunas del románico, puede presumir de contar con un vocabulario amplísimo y de lo más variado y singular

Más de 600 millones de personas en el mundo hablan español, y subiendo. Un idioma rico y variado además de universal que puede presumir de contar con más de cien mil palabras que se pueden usar, según las zonas del mundo, de muchas y diversas maneras e incluso muchas de ellas significan varias cosas o se interpretan de distinta manera en función del lugar del planeta.
Una lengua, la que usaba el gran Miguel de Cervantes, que tiene varias peculiarides y singularidades que la hecn única respecto a otros idiomas. Por ejmplo, que se puede leer y escribir tal cual se pronuncia, que también es el más rápido de hablar y que cuenta con una gran variedad de conceptos. No en vano, se pueden decir más sílabas en español por segundo que en cualquier otra lengua.
El también llamado castellano, que según el Premio Nobel Camilo José Cela, autor, entre otros libros, de "Viaje a la Alcarria", "La colmena" o "la familia de Pascual Duarte", entre muchos otros, es el español más bello que se habla en Castilla, cuenta con frases que pueden leerse de igual forma a derecha o a izquierda, que son los denominados palíndromos, como por ejemplo la palabra reconocer.
Otra curiosidad del español es que cuenta con una palabra que se puede escribir pero no pronunciar: el singular del imperativo salirse, que escrito se leería salle en lugar de sal-le, por el dígrafo ll.
Y, para más inri, existe otra palabra única: pedigüeñería, que cuenta con los cuatro signos ortográficos de nuestro idioma: la virgulilla de la ñ, la diéresis sobre la ü, la tilde del acento y el punto sobre la i.
Pero dicho todo esto, los españoles e hispanohablantes pueden presumir de hablar y decir palabras graciosas y raras admitidas por la RAE, que no se suelen escuchar habitualmente pero que llaman la atención, desde el "sarantontón" canario para referirse a una mariquita; la "guagua" en países de la América Hispana y también en las islas Canarias; o el "potajero" extremeño para llamar a alguien curioso.
Castilla y León, comunidad histórica donde las haya formada por los antiguos reinos de Castilla y de León, y actualmente compuesta por nueve provincias, seis de ellas de lo que antes se conocía como Castilla La Vieja, se usan también en función de cada territorio muchas palabras y frases peculiares que han sido transmitidas a lo largo de generaciones,.
Palabrejas o expresiones que han ido pasando de boca en boca y que vinculan el presente con un pasado cargado de experiencias sobre todo en el mundo rural, donde se ha forjado un estilo de hablar a lo largo de los siglos marcado por la cercanía, la sabiduría popular y el respeto por sus raíces.
Es el caso de la provincia de Zamora, donde existen una serie de palabras y expresiones o refranes que se llevan utilizando siglos y que en el resto de España o no entienden o no saben interpretar. Como por ejemplo la palabra decaneco, que significa taza; la expresión andar agudo, que es lo mismo que andar rápido; moñaca, para referirse a una persona que es tonta; o tolón, que es lo mismo que fiestero.
Los zamoranos, cuando llueve, suelen decir que pintea y si chocan contra algo es que han testado. Al tobogán, en tierras zamoaranas se le dice resbalina mientras que tumbarse en la cama en el "idioma zamorano" se dice tenderse.
Cuando una persona se siente incómoda porque alguien le está molestando, se sueel decir que le está amolando y algún objeto se rompe o una persona se parte un hueso es que se ha esguarniado.
La palabra añusgado se refiere a alguien que se acaba de atragantar mientras que cuando un zamorano se mete un lío, se suele decir por estos lares que se ha metido en un atropo. Y si un zamorano le dice a una persona que es un fato, lo que está haciendo es llamarle tonto o lelo y no que tenga un olor desagradable como define a esta palabra la RAE.
Y es que la provincia de Zamora dispone de un vocabulario amplísimo y poco conocido en el resto de España, incluso para muchos autóctonos, sobre todo los más jóvenes, con el que los miles de turistas que visitan esta provincia -una de las cunas del románico en la que sobresale la Semana Santa de su capital, declarada de Interés Turístico Internacional, o las tradicionales mascaradas de invierno-, alucinan también cuando las escuchan porque no saben interpretarlas.
Pero hay una expresión, o mejor dicho un refrán, que los zamoranos conocen bien y que no les hace ni pizca de gracia cuando a alguien, y sobre todo si es de fuera, se le ocurre decir porque lo sabe o se lo han contado. Un dicho que les incomoda especialmente y que hace referencia al origen humilde, sencillo y rural de quienes viven y trabajan en esta bella provincia española.
Y el refrán en cuestión es este: "pantalón de pana y remiendo en el culo, zamorano seguro".
Una expresión que dicha así no tiene nada de malo, sino todo lo contrario, y que es lo que en su origen se quería decir con ella como. Algo positivo, como es la vida sencilla de los zamoranos, que dicho sea de paso era también la habitual en casi toda España durante el pasado siglo en la posguerra, que hace referencia al tejido de pana, habitualmente asociado a la gente trabajadora porque duraba y, cuand se producía algún descosido o se desgastaba, podía remendarse fácilmente.
Pero también es un dicho que, usado de forma negativa, tiene también su tono despectivo y se pude utilizar como estereotipo para definir a los zamoranos como personas que viven en la pobreza y con un modo de vida más asociado al siglo pasado que al actual.
Una expresión, en definitiva, que puede incomodar a los zamoranos pero que no refleja la realidad de los habitantes de Zamora.
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