Retener el talento joven con las empresas y la Universidad

Castilla y León prosigue con su afán por retener el talento joven, con especial hincapié en los egresados universitarios, a quienes quiere dar estabilidad laboral favoreciendo su empleabilidad en empresas de la Comunidad. Objetivo: reforzar la competitividad empresarial, crear riqueza y oportunidades y ayudar a fijar población en la Región.

Para ello, el Gobierno autonómico ha puesto en marcha un ambicioso proyecto de la mano de las nueve universidades de la Comunidad (cinco públicas y cuatro privadas). que arrancará con el lanzamiento de doscientas becas de 6.480 euros cada una que incluye entre seis y nueve meses de prácticas en empresas para los beneficiarios de las mismas, todos ellos estudiantes de posgrado de las instituciones académicas de Castilla y León.

Los consejeros de Educación y de Economía y Hacienda, Rocío Lucas y Carlos Fernández Carriedo, respectivamente, firmaban este martes un protocolo de actuación auspiciado por el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE), que busca identificar competencias y perfiles profesionales con mayor demanda por las empresas de la Comunidad y en especial de perfiles científico-técnicos pero también favorecer la formación práctica entre las compañías que impulsen la adquisición de competencias profesionales y mejorar la contratación de graduados y titulados universitarios -sobre todo, los que cursen el doctorado en las universidades.

Las becas están ligadas a la elaboración de un proyecto de innovación o internacionalización tendente a la mejora de las infraestructuras empresariales por parte de cada uno de los beneficiarios, y, según Fernández Carriedo, consistirán en prácticas dentro de empresas que se encargarán de «identificar» los perfiles académicos más necesarios, que según el rector de la UVa, Antonio Largo, son en estos momentos la automoción y la agroalimentación, «aunque necesitamos a los jóvenes en todas las áreas», decía.

El ICE ultima la convocatoria para su publicación en las próximas semanas que recogerá que los participantes en el programa deberán estar realizando estudios de posgrado, doctorado, máster o títulos propios, antes de iniciar la estancia. Se busca que estos jóvenes tengan un primer contacto con la realidad empresarial antes de finalizar sus estudios de finalización.

El protocolo tendrá una vigencia de cuatro años, contará con una comisión de seguimiento con reuniones semestrales por parte de las entidades firmantes, y podría ampliarse a más beneficiarios en función de la demanda.

«Es una gran noticia para Castilla y León y pero también y sobre todo para el mundo universitario y empresarial", destacaba, por su parte, la consejera Rocío Lucas, para quien este pionero programa supondrá un paso muy importante en el avance de la «necesaria» colaboración entre las universidades y las empresas.