Patrimonio
Los soberbios capiteles con escenas bíblicas que cobran vida y deslumbran al mundo desde una pequeña ermita palentina
Esta joya del románico cuenta con una robusta y singular torre a los pies, que es uno de los pocos ejemplos de este tipo de campanario en la zona, donde es más habitual la espadaña
La provincia de Palencia puede presumir de ser considerada como una de las cunas del Románico, con permiso de Zamora, que también cuenta con ejemplos espectaculares de 3este estilo arquitectónico que surgió en la región francesa de Borgoña, a finales del siglo X como una forma de construir de la Orden Benedictina que tiene su casa madre en la abadía de Cluny (Francia).
Una corriente artística en Europa fruto de la prosperidad y de la influencia de la iglesia católica, cuyo poder promovió la construcción de un gran número de iglesias y de edificios religiosos en busca de la protección divina, todos ellos con características similares: el arco de medio punto, la bóveda de cañón, de gruesos muros de piedra; pocas aberturas, columnas coronadas con capiteles que soportaban los arcos , techos de madera o bóvedas , y algunos elementos como portadas y cabeceras.
Y Palencia atesora, en su territorio, el mayor número de monumentos románicos de Europa. Son muchos los ejemplos, como el que se encuentra en la localidad palentina de Frómista y su iglesia de San Martín de Tours, declarada Bien de Interés Cultural (BIC).
Este templo del siglo XI, consta de tres naves y crucero destacado en planta y rematado por una bella linterna, está considerado este edificio arquetipo y síntesis del estilo románico. Solo con la presencia de San Marín de Tours el viajero estaría al alcance de comprender cual es el significado que se encierra tras la escala, el espacio y los volúmenes de una arquitectura hecha para el recogimiento.
Y en Carrión de los Condes se encuentra la iglesia de Santa María de las Victorias y del Camino, también BIC y románica, construida en el siglo XII con reformas posteriores. Un templo en el que sobresale su bella portada con la Adoración de los Reyes Magos. También en este municipio, punto clave para el peregrino que viaja hasta Santiago de Compostela para abrazar al apóstol, se encuentra otro ejemplo románico de relevancia: el Monasterio de San Zoilo (B.I.C.), construido en el siglo X, que conserva una portada románica del siglo XI, que da paso a la iglesia donde en el espacio del sotocoro se encuentran los sepulcros románicos y góticos de hombres ilustres y de los famosos infantes de Carrión, supuestamente casados con las hijas del Cid Campeador.
Los monasterios de Santa María la Real en Aguilar de Campoo, Santa Eufemia de Cozuelos en Olmos de Ojeda y San Andrés de Arroyo en Santibáñez de Ecla; las iglesias de San Salvador en San Salvador de Cantamuda, Santa Marina en Villanueva de la Torre, San Cornelio y San Cipriano en Revilla de Santullán, San Juan Bautista en Moarves de Ojeda,las ermitas de Santa Cecilia en Vallespinoso de Aguilar y San Pelayo en Perazancas de Ojeda, son otros ejemplos que el viajero no ha de dejar de ver y disfrutar.
Y así podíamos seguir contando hasta más de doscientos ejemplos de templos románicos dispersos por toda la provincia. Pero en estas líneas de LA RAZÓN, nos vamos a centrar en una de las joyas del románico ubicada en el municipio de Villanueva de la Torre: la iglesia de Santa Marina, un templo de carácter rural de finales del siglo XII, con buenos sillares y sillarejo de piedra arenisca y caliza.
El interior posee una sola nave dividida en tres tramos con arcos fajones sobre pilastras cubiertos con bóvedas de crucería cuatripartita. A finales del siglo XIX se adosó la sacristía al muro norte, mientras que al sur se encuentra un atrio también moderno, que sirve de cobijo a la portada.
La decoración de la iglesia está protagonizada por motivos vegetales con hojas esquemáticas, nervadas, lisas, con puntas dobladas en volutas o bolas. Y en lo figurativo, sobresalen unos capiteles del arco de triunfo en los que se muestran escenas bíblicas. En uno se representan la escena de Daniel en el pozo de los leones sobre un fondo vegetal de acantos. Daniel, aparentemente sedente aunque quizá a causa de una torpeza compositiva del escultor, se muestra en actitud orante, con las manos alzadas mostrando las palmas, vestido con una túnica de pliegues paralelos, en tubo de órgano, y anchas mangas, con hierático gesto. Además, cabe mencionar a los dos leones, de desproporcionadas lenguas, lamen sus pies desnudos.
A su lado deslumbra otro capitel que figura a cuatro magníficos grifos afrontados dos a dos, los dos centrales oponiéndose por sus cuellos vueltos en el frente de la cesta.
En el otro aparecen cuatro grifos afrontados a pares, los centrales oponiéndose por sus cuello vueltos en el frente de la cesta y envueltos entre tallos enredados y hojas.
Los híbridos aparecen envueltos en una maraña de tallos enredados y hojas de acanto con puntos de trépano y pese a que parece obra del mismo taller que el capitel frontero, la composición y ejecución de esta cesta resultan excelentes. Es evidente que estos dos capiteles se desligan del resto de la escultura del templo, por lo que nos inclinamos a pensar que fueron comprados en otro taller, taller cuyos rasgos le ligan al círculo de Vallespinoso de Aguilar, con cuyas figuras de la portada guarda Daniel claras similitudes, así como el diseño del capitel de grifos afrontados. Estas mismas esculturas vincularán a Santa Marina con algunos elementos del pórtico de Rebolledo de la Torre.
Palencia es el destino ideal para todos los amantes del arte románico y la geología. Y desde «Palencia Turismo» proponen una serie de rutas culturales mediante las que se pueden descubrir las joyas medievales que se esconden entre los paisajes de esta región de Castilla y León.
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