Sociedad

Uría Menéndez y Carbon2Nature refuerzan su apuesta por la biodiversidad

Ambas entidades impulsan un proyecto de reforestación en la Sierra de Francia que permitirá capturar más de 70.000 toneladas de CO₂ y restaurar 90 hectáreas afectadas por un incendio

La firma del acuerdo ha tenido lugar en la sede de Iberdrola en Madrid, con la participación de Santiago Martínez Garrido, secretario general y del Consejo de Iberdrola, Agustín Delgado, director de Tecnología de Iberdrola, Jesús Remón, socio presidente de Uría Menéndez, y Salvador Sánchez-Terán, socio director de Uría Menéndez.
La firma del acuerdo ha tenido lugar en la sede de Iberdrola en Madrid, con la participación de Santiago Martínez Garrido, secretario general y del Consejo de Iberdrola, Agustín Delgado, director de Tecnología de Iberdrola, Jesús Remón, socio presidente de Uría Menéndez, y Salvador Sánchez-Terán, socio director de Uría Menéndez.IberdrolaLa Razón

Uría Menéndez y Carbon2Nature, empresa del grupo Iberdrola, han anunciado hoy la puesta en marcha de El Bosque Uría en Salamanca, un ambicioso proyecto de impacto ambiental y social que consolida su compromiso con la sostenibilidad, la biodiversidad y la acción frente al cambio climático.

La firma del acuerdo ha tenido lugar en la sede de Iberdrola en Madrid, con la participación de Santiago Martínez Garrido, secretario general y del Consejo de Iberdrola, Agustín Delgado, director de Tecnología de Iberdrola, Jesús Remón, socio presidente de Uría Menéndez, y Salvador Sánchez-Terán, socio director de Uría Menéndez.

El Bosque Uría representa un paso decisivo en la estrategia climática de Uría Menéndez, que persigue alcanzar la neutralidad de carbono antes de 2030. Esta hoja de ruta combina medidas internas de eficiencia con proyectos certificados de absorción de carbono, en línea con el Acuerdo de París y el Pacto Verde Europeo.

“El Bosque Uría es un reflejo de nuestros valores y del futuro que queremos construir, un compromiso colectivo con el entorno y con las generaciones futuras”, ha señalado Salvador Sánchez-Terán.

Santiago Martínez Garrido, secretario general y del Consejo de Iberdrola, ha destacado que “desde la práctica legal también se puede y se debe trabajar en materia medioambiental e innovando con proyectos que ayuden a crear sinergias y colaboraciones”.

Para Miguel Ángel García Tamargo, director de Carbon2Nature, “el Bosque Uría es el fruto de una colaboración singular y ejemplo dentro del sector jurídico. Con esta colaboración avanzamos juntos y ayudaremos a que una zona afectada por un incendio vuelva a ser un bosque lleno de vida y biodiversidad”.

Esta iniciativa se enmarca en un plan pionero de descarbonización de la práctica legal impulsado por Iberdrola, que acompaña a los despachos colaboradores en la medición, reducción y compensación de su huella de carbono, a través de soluciones como las que ofrece Carbon2Nature.

Pero este proyecto es mucho más que una acción de compensación: es una apuesta por la biodiversidad, por la resiliencia frente al cambio climático, por la protección de los recursos hídricos y por la dinamización de un territorio afectado por la despoblación.

Un bosque modelo

El Bosque Uría se localiza en la salmantina Sierra de Francia, en una zona de alto valor ecológico que fue severamente afectada por el mayor incendio forestal registrado en la provincia en lo que va de siglo.

Entre los principales hitos del proyecto destacan:

  • La adquisición del derecho de absorción de carbono sobre 90 hectáreas de superficie reforestada durante los próximos 10 años.
  • La plantación, ya ejecutada en 2025, de más de 134.000 árboles autóctonos, entre ellos pinos, robles, espinos blancos, madroños y enebros.
  • La inscripción del proyecto en el registro del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

El Bosque Uría permitirá:

  • Capturar más de 77.000 toneladas de CO₂ en los próximos 50 años.
  • Restaurar el ecosistema y la biodiversidad en un entorno colindante con el Parque Natural Las Batuecas–Sierra de Francia, hábitat de especies como el búho real, el halcón peregrino o la lagartija serrana.
  • Mejorar la regulación hídrica, reduciendo la erosión y favoreciendo la infiltración de agua en la cuenca.
  • Impulsar la economía local, generando empleo y fomentando una gestión forestal sostenible.