Sociedad

Se vende un Castillo en el que vivió el Cid Campeador

La fortaleza construida en el siglo XIV cuesta casi 2,4 millones

Imagen del castillo de Sotopalacios
Castillo de SotopalaciosCastillos del Olvido

Si tiene 2,4 millones de euros y es amante de la historia de España, está de enhorabuna, ya que un Castillo en el vivió uno de los personajes más ilustres de nuestro país, el Cid Campeador, está en venta. Así lo publica el portal web "El Idealista". Se trata del castillo de Sotopalacios o de los Adelantados, en la localidad burgalesa de Merindad de Río Ubierna, más concretamente en el pueblo de Sotopalacios.

Más que por su belleza y espectacularidad, la fortaleza es conocida por quién vivió entre sus muros. Es conocido como "El Castillo del Cid" y fue construido en el siglo XIV. Tiene ese nombre ya que, según, cuenta la tradición local, en este recinto, en el siglo IX, se encontraba la casa familiar de Rodrigo Díaz de Vivar, conocido como el Cid Campeador.

A lo largo lo largo de la historia ha sido propiedad de varios nobles. Fue levantado por el linaje de los Manrique, nobles de Castilla, como una fortaleza solariega, y durante los años fue pasando a diferentes familias nobiliarias: los Padilla, los duques de Lerma, los duques de Medinaceli y los duques de Feria. Estos últimos lo terminaron abandonando y lo vendieron a mediados del siglo XX a un particular que la usó como segunda residencia y que la renovó por última vez en 2015.

19 habitaciones y 15.000 metros cuadrados de parcela

Según la web, tiene 19 habitaciones, nueve baños y un ascensor. La superficie del castillo tiene 3.000 metros cuadrados sobre una parcela que supera los 15.000 metros cuadrados y cuenta con un jardín interior de casi 1.000 metros cuadrados.

Otro de los atractivos de esta fortaleza es que cerca de ella pasa el Camino del Cid, que es un itinerario turístico cultural que atraviesa España de noroeste a sudeste y sigue las huellas literarias e históricas de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, el famoso caballero medieval del siglo XI.

La principal guía de viaje de este itinerario es el Cantar del mío Cid, el gran poema épico medieval hispánico que narra las aventuras del Campeador, escrito a finales del siglo XII o principios del siglo XIII. Los lugares, parajes y castillos que aparecen en el Cantar de mío Cid forman la columna vertebral de este itinerario.

También recorre algunos lugares que no aparecen en el Cantar pero que están vinculados a la figura histórica del Cid. En conjunto, se trata de una ruta esencialmente rural donde la tranquilidad y el contacto directo con la tierra están asegurados. Debido a su longitud (unos 1.400 kilómetros de senderos y 2.000 kilómetros de carreteras), está dividido en rutas tematizadas de entre 50 y 300 kilómetros aproximadamente unidas entre sí, para que puedas acomodar el viaje a tus días de vacaciones.

Patrimonio de la Humanidad

En el recorrido se encuentrans ocho Patrimonios de la Humanidad de origen medieval: la Catedral y el Camino de Santiago, en Burgos; el Mudéjar Aragonés, en las provincias de Teruel y Zaragoza; el Tribunal de las Aguas y la Lonja de la Seda (en Valencia); la Fiesta de la Mare de Déu de la Salut, en Algemesí (Valencia); y el Palmeral y el Misteri, ambos en Elche. Además, en más de una decena de poblaciones de Castellón, Teruel y Valencia podrás contemplar ejemplos de Arte Rupestre del Arco Mediterráneo, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1998.

Además dentro del Camino del Cid hay 41 poblaciones declaradas Conjunto Histórico y/o Artístico por el gobierno español. Localidades que por su historia, su patrimonio y su cuidado entorno merecen una protección especial que es al mismo tiempo un reconocimiento a su interés intrínseco y sus atractivos turísticos.

Las rutas del Camino del Cid cruzan en su mayor parte entornos rurales poco poblados. Esto posibilita una experiencia de viaje diferente y muy atractiva para los aficionados al turismo rural, de senderos y aire libre. A su paso atraviesa más de setenta espacios naturales protegidos por la Red Natura 2000. Los sabinares relictos del Arlanza (Burgos), el río Duero (Soria), el Parque Natural del Alto Tajo (Guadalajara), las lagunas de Gallocanta (Zaragoza), la Sierra del Maestrazgo (Teruel y Castellón), la Albufera de Valencia o el Palmeral de Elche (Alicante), entre otros, se alternan para configurar un mosaico de valles, páramos, ríos y montañas que, inevitablemente, "desembocan" en las playas del Mediterráneo.

Buena parte del recorrido atraviesa territorios de frontera, y no sólo durante la Edad Media. Esto ha permitido que se conserven un buen número de castillos, atalayas y otras edificaciones militares construidas en puntos estratégicos para defender o vigilar pasos y valles. Algunas de estas edificaciones están restauradas, otras en ruinas: desde los simples vestigios de una atalaya árabe hasta la fortaleza roquera más imponente, conocerlas es adentrarse en una parte muy importante de la historia de España.

Setas, arroces, cordero o cabrito asados, guisos de caza, verduras espectaculares, quesos, bacalao, postres dulcísimos, vinos con denominación de origen, horchatas, sabrosos cítricos... Prueba cualquiera de los platos tradicionales de la gastronomía española y sumérgete en sus fiestas: hay 20 fiestas declaradas de interés nacional e internacional y nueve relacionadas con la figura del Cid Campeador.