Sociedad

Una vocación altruista al servicio sociosanitario

La médico jubilada Elena Diez pone su experiencia y conocimientos al servicio de la Casa Sacerdotal de Palencia en forma de voluntariado, cuyo foco se centra en la prevención y primera valoración médica

La médico de familia, Elena Diez, junto al sacerdote jubilado Manolo Zarzuelo en la consulta de la Casa Sacerdotal de Palencia
La médico de familia, Elena Diez, junto al sacerdote jubilado Manolo Zarzuelo en la consulta de la Casa Sacerdotal de PalenciaBrágimoIcal

De una manera altruista, con mucho cariño, dedicación y cuidado. Elena Diez pone todo su bagaje y conocimientos durante años y años como médico de Atención Primaria en Sacyl al servicio de 30 pacientes particulares, y lo hace una vez que se despidió de su centro médico, aunque sin colgar la bata de manera definitiva. Sus esfuerzos ahora se centran en una labor sociosanitaria a través de un servicio médico voluntario que realiza en la Casa Sacerdotal de Palencia, perteneciente a la Diócesis, donde residen sacerdotes con edades comprendidas entre los 74 y 9 años, junto al actual obispo, Mikel Garcíandia.

“He trabajado toda la vida para la sanidad pública, pero no quiere decir que cuando uno se jubila deje de ser médico, por eso que hago este voluntariado y les atiendo porque sigo colegiada”, aunque su actuación la lleva a cabo sin interferir en el trabajo de los respectivos médicos de Atención Primaria que corresponde a cada residente y en coordinación con el servicio sanitario privado con el que cuenta el espacio. “Intentaré ayudar y estar aquí todo lo que se pueda”, aclara a la Agencia Ical.

Vigilancia, prevención y primera valoración definen los objetivos básicos de su figura, cuyas actuaciones se centran en cuestiones sencillas, dado que sus apoyos y medios son limitados, salvo el servicio médico privado que tiene contratado la casa, el cual acude una vez a la semana. Aun así, Diez realiza la primera atención e incide con el facultativo en procesos, tratamientos o posibles derivaciones. Es decir, ejerce de un primer foco y contacto sanitario.

Su labor pedagógica es esencial. “Cuando llego a la casa, lo primero que hago es visitar a Manolo y a otro sacerdote que necesitan ser animados para que salgan de la habitación y caminen por el pasillo tan largo con el que contamos”. El ejercicio, la rehabilitación, la dieta o la medicación son aspectos en los que la doctora incide y recuerda, pero también resuelve dudas y realiza explicaciones sobre informes, procedimientos o seguimientos de procesos o patologías, aclara la también catequista en la parroquia de San Antonio.

El 3 de junio hará un año desde que comenzó con una labor de la que “no se arrepiente” y dice estar encantada, la cual aclara que desarrollará hasta que pueda, la salud le permita o hasta que la dejen. “Intentaré ayudar y estar aquí todo lo que se pueda”.

“Es exigente, pero, a la vez, cariñosa”. Palabras de Manolo Zarzuelo, uno de los residentes de la Casa Sacerdotal, quien accede a atender a la Agencia Ical, cuando se encontraba leyendo. Sin dudarlo y tras cambiarle la cara nada más ver a Elena Diez, hace uso del andador y se desplaza hacia la sala donde pasa consulta.

El hombre se muestra inmensamente agradecido por su labor y por su presencia, y subraya que les anima a caminar. “Me cuesta, pero me viene bien. Todos los días me recuerda lo que tengo que hacer”, comenta. Y es que, este apoyo y voluntariado sociosanitario va mucho más allá, dado que reconoce que, tanto él como sus compañeros, se sienten cuidados y atendidos y, lo que es más importante, perciben que alguien está pendiente de ellos.

Una labor para todos

La doctora jubilada traslada que acudió al Obispado y se reunió con el vicario general para proponer su actuación y presentar el proyecto, el cual recibió el visto bueno, aunque puntualiza que su atención y valoración está disponible para el conjunto de sacerdotes de la provincia que deseen y se acerquen a la Casa Sacerdotal.

Insiste en que su labor es sociosanitaria y muy preventiva, como pueden ser en aspectos relacionados con las vacunas, los grupos de riesgo o el seguimiento de procesos médicos o tratamientos, los cuales pueden llegar a generar dudas o preocupaciones por no ser entendidos de manera correcta, sentencia a la Agencia Ical.