Sucesos

El infierno de una menor que encontró un trabajo como relaciones públicas y acabó prostituida

La joven llegó a Barcelona en febrero a pasar unos días con unos amigos y fue retenida en un local de ocio

Los abusos sexuales a menores ahora prescriben entre cinco y diez años después de que la víctima haya cumplido 30 años / Gtres
Los abusos sexuales a menores ahora prescriben entre cinco y diez años después de que la víctima haya cumplido 30 años / Gtreslarazon

La historia que la División Criminal de los Mossos d’Esquadra ha destapado hoy tiene guión de película. Pinceladas de “La verdad oculta”. Aquel relato cinematográfico, basado en hecho reales, donde una Rachel Weisz caracterizada como agente de la policía de Nebraska viaja a Bosnia como observadora de las Naciones Unidas (ONU) tras la guerra de los Balcanes y allí descubre una red de trata de mujeres que funciona encubierta por la mismísima ONU. En la historia sobre la que han informado los Mossos d’Esquadra no hay agentes implicados y sólo hay una víctima, una menor que habría sido explotada sexualmente y que durante meses ha vivido un infierno.

Todo empezó en febrero, cuando la adolescente llegó a Barcelona para pasar unos días con unos amigos. Según las investigaciones de los Mossos d’Esquadra, una noche, en un local de ocio nocturno de la ciudad, conoció a una mujer de nacionalidad marroquí que le ofreció trabajar como relaciones públicas a cambio de una importante remuneración económica. La joven aceptó la oferta y se trasladó a vivir al domicilio que la mujer tenía en Barcelona.

Pero el trabajo no resultó ser lo que había imaginado. Al cabo de unos días, la actitud de la mujer cambió. Ya no era tan amable y empujó a la menor a consumir drogas y a mantener relaciones sexuales con diferentes hombres a cambio de dinero. Con ayuda de otra mujer de su misma nacionalidad, la presunta delincuente captaba clientes en el mismo local de ocio donde había conocido a la chica. Entre las dos tenían a la menos amenazada y le obligaban a entregarles íntegramente todo el dinero que conseguía a cambio de los servicios sexuales. Cuando la chia se negaba a prostituirse con algún cliente, recibía amenazas. En varias ocasiones fue amenazada con una arma de fuego.

El calvario de esta menor acabó el pasado 10 de diciembre, cuando tras una investigación, los Mossos d’Esquadra desplegaron un dispositivo policial que permitió detener a las dos mujeres. En los domicilios de las detenidas, la policía encontró el arma de fuego y 7.650 euros en efectivo. Las dos mujeres, de 32 y 38 años, fueron detenidas y pasado a disposición judicial el 11 de diciembre como presuntas autoras de un delito de explotación sexual de menores. Pero el juez decretó su libertad con cargo con medidas cautelares.