JxCat se alinea con la oposición y cerca a ERC por la gestión de las residencias en Cataluña

El escenario electoral en Cataluña sobrevuela con intensidad de nuevo en el horizonte. Y, con ello, las disputas entre socios de gobierno (JxCat y ERC) vuelven a menudear tras unas semanas de aparente tregua a raíz de la crisis del coronavirus. En este sentido, JxCat ha anunciado esta mañana que votará a favor de la creación de una comisión de investigación sobre la gestión de las residencias, un tema muy candente por los devastadores efectos que ha tenido la pandemia en los geriátricos, donde han fallecido 3.361 personas.

Quim Torra siempre se ha mostrado crítico con cómo se estaba gestionando la crisis sanitaria en las residencias, que ha obligado también a un traspaso de competencias de Asuntos Sociales a Salud. Ambos departamentos en manos de ERC. El portavoz de los neoconvergentes, Eduard Pujol, ha enmarcado la postura del partido en la “normalidad y sin ánimo de polémica” y se ha mostrado convencido de que los republicanos serán comprensivos con la comisión de investigación "porque toca analizar, evaluar, explicar, escuchar y tomar el pulso de la situación que hay”.

Como es natural, la posición de JxCat ha desatado el enfado en Esquerra. Los republicanos, además, son conscientes de que pueden responder con una hipotética comisión de investigación sobre la dirigente neoconvergente Laura Borràs, investigada por el Tribunal Supremo tras su paso por la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), entre 2016 y 2018, y la supuesta adjudicación de contratos a dedo. Aunque todavía no se ha propuesto -pese a que la CUP ya ha solicitado información al respecto-, en ERC ya advierten de que si se formaliza, esperan que JxCat vote a favor para “aclarar los contratos” de Borràs.

Lo cierto es que en ese caso, además, los republicanos podrían agitar de nuevo el fantasma de la corrupción, justo ahora que está muy reciente la sentencia del caso Palau.

La comisión de investigación sobre las residencias fue impulsada por la CUP y se votará en el próximo pleno del 21 de mayo. La iniciativa ya contaba con el respaldo mayoritario del Parlament -C’s, PSC, “comunes”, CUP y PP-, pero los votos de JxCat refuerzan esa mayoría.

Todo ello se produce en un momento en que la fecha de las elecciones se ha convertido en objeto de disputa entre las fuerzas independentistas. Esquerra presiona por fijar ya un calendario teniendo en cuenta que Torra puede ser inhabilitado en los próximos meses -podría ser en verano-, mientras que JxCat se aferra a las circunstancias actuales de emergencia sanitaria para dilatar la legislatura. Cuanto más se retrasen, el partido de Carles Puigdemont cree que más posibilidades alberga de mejorar sus expectativas electorales.

Sobre todo porque ahora está tratando de proyectar capacidad de gestión durante la crisis sanitaria -cuando, hasta ahora, se había convertido en un partido prácticamente dedicado al activismo separatista-, mientras puede desgastar a ERC, que gestiona los departamentos más sensibles en estos momentos.