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Boicot de Torra y Urkullu a la cumbre de presidentes de Sánchez

Sin foto de unidad: el líder catalán exige participar desde Barcelona y pactar previamente los contenidos, mientras que el lendakari se planta y no acudirá en protesta por los incumplimientos de Sánchez

Homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus y reconocimiento a la sociedad
El Rey Felipe VI, saluda al lehendakari del Gobierno Vasco, Iñigo Urkullu (2d); y al presidente de la Generalitat, QUim Torra (1d), a su llegada al homenaje de Estado a las víctimas de la pandemia de coronavirus y a los colectivos que le han hecho frente en primera línea.PoolPool

La crisis del coronavirus ha forzado la vuelta de Cataluña y País Vasco a los órganos multilaterales estatales. Tras ocho años de «procés» en los que los sucesivos gobiernos independentistas catalanes han optado por norma general ausentarse de cualquier foro en el que intervinieran el resto de autonomías –ocurre habitualmente con el Consejo de Política Fiscal y Financiera– y han reclamado insistentemente un trato bilateral con el Gobierno –concretado en la mesa de diálogo entre Estado y Generalitat–, Quim Torra reintegrará a la administración catalana en la Conferencia de Presidentes convocada por Pedro Sánchez para el próximo 31 de julio en el municipio riojano de San Millán de la Cogolla.

Si bien, será con matices. Porque la convocatoria es presencial y el president ha pedido esta tarde por carta que se habilitara la vía telemática dada la situación epidemiológica en la que se encuentra Cataluña, en plena ola de contagios por coronavirus, lo que ha obligado a tomar medidas restrictivas. Entre ellas, se ha recomendado evitar salidas o entradas a Barcelona y municipios del área metropolitana para tratar de reducir la movilidad al máximo y contener la propagación del virus.

Pero esa no es la única condición. También ha impuesto que los contenidos de la reunión se preparen previamente para evitar que se dé la situación que se ha ido criticando durante el ciclo de reuniones de los domingos durante el estado de alarma, donde el president lamentaba que estaba todo ya decidido de antemano y los mandatarios autonómicos no tenían margen para cambiar las cosas. «En favor de la eficiencia y de una verdadera cooperación institucional contra la pandemia, os pido que atendáis esta solicitud y que los dos equipos se puedan poner a trabajar inmediatamente», afirma en la citada misiva. El equipo de la Generalitat estaría formado por el vicepresidente, Pere Aragonès, y la portavoz, Meritxell Budó.

Lo cierto es que el paso de Torra es significativo porque supone la vuelta de la Generalitat a la Conferencia de Presidentes presencial, más allá del paréntesis que han supuesto las 14 reuniones telemáticas de cada domingo durante la vigencia del estado de alarma. Artur Mas, en octubre de 2012 –justo en el momento que daba inicio el «procés»–, es el último president de la Generalitat en participar en una reunión de este foro. Carles Puigdemont se ausentó de la anterior, celebrada en enero de 2017 bajo el mandato de Mariano Rajoy.

La asistencia de Torra y Urkullu al homenaje de las víctimas del coronavirus, en la que estuvieron presentes los 17 líderes autonómicos en un acto presidido por el Rey, abundó en la ruptura de la tradición de ausentarse de estos actos. Una foto de unidad de la que privarán ambos a Sánchez en La Rioja. Pues a la «presencia» virtual de Torra, se sumará la ausencia real del lendakari. Como ya ocurriera en 2017, Urkullu ha anunciado que «hoy por hoy» no acudirá a la reunión en San Millán de la Cogolla, en señal de protesta por lo que considera un incumplimiento por parte de Sánchez, al no convocar la Comisión Mixta del Concierto Económico vasco. El pasado miércoles, Aitor Esteban (PNV) ya advirtió al presidente en el Congreso que no podría contar con su partido, si no convocaba el citado foro bilateral.

Y eso que está previsto que en la reunión del próximo viernes se aborden dos cuestiones que preocupan a todas las regiones, pero especialmente a Cataluña y País Vasco. La cita servirá para abordar los rebrotes de la pandemia y acordar la participación de las comunidades en el fondo europeo de recuperación, pactado en Bruselas esta semana. No en vano, el Govern aprobó esta semana su plan para la reactivación económica de Cataluña y ya ha puesto cifras a lo que considera que le correspondería del fondo europeo: 30.000 millones de euros –un 20% de los 140.000 millones–.