Generalitat de Cataluña

La Generalitat no descarta volver a cerrar las escuelas en Cataluña

Sería consecuencia de un nuevo confinamiento domiciliario

La consellera de la Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha dicho que un nuevo confinamiento domiciliario implicaría “con mucha probabilidad” el cierre de las escuelas. El decreto del Estado de Alarma por parte del Gobierno, y el toque de queda en Cataluña parecen cada vez más cerca, lo que implicaría sin duda a los centros educativos.

En una entrevista de Rac1, Budó ha matizado que ese cierre “no es una decisión que esté tomada” y que deben ser las autoridades sanitarias las que recomienden al Govern si debe hacerse, pero no lo ha descartado. Antes de que se decretara el Estado de Alarma, los colegios suspendieron toda actividad, en febrero.

Preguntada precisamente por la posibilidad de decretar confinamientos domiciliarios, ha respondido que tanto médicos como epidemiólogos la ponen sobre la mesa, aunque “en estos momentos no están previstos de forma inmediata”.

Explica que desde la conselleria de Educación ya están recibiendo 300.000 ordenadores para garantizar que los alumnos que no disponen de herramientas tecnológicas puedan hacer un seguimiento telemático de la escolarización en caso de cierre de los colegios.

Pero ha pedido “corresponsabilidad” para reducir la interacción social, con el fin de garantizar que los alumnos puedan seguir yendo a la escuela.

Según la consellera, todo apunta a que este domingo haya una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, aunque a ella le hubiera gustado que fuera este mismo sábado para decretar “de forma inmediata” el toque de queda, que probablemente se aplique de 23 a 6 horas.

«Vienen semanas duras. Muy duras». Lo advirtió un día antes la consellera de Salut, Alba Vergés, horas antes de que el Govern se reuniera de manera excepcional para solicitar formalmente la declaración del estado de alarma descentralizado con mando único en Cataluña.

Las restricciones actuales, como cerrar bares y restaurantes durante quince días, se están mostrando insuficientes si las personas no ponen de su parte y cierran filas con un personal sanitario que empieza a estar extenuado. La nueva medida del toque de queda no implica que se vayan a relajar las medidas para la hostelería y se le permita, por ejemplo, abrir de día. La consellera de Salut, de ERC, es partidaria de esperar al viernes que viene, antes de dar un paso y analizar el impacto de las restricciones en las estadísticas. En cambio, el conseller de Interior, Miquel Sàmper, de la facción de Junts per Catalunya, puso sobre la mesa relajar las medidas para bares y restaurantes de día a cambio de un confinamiento nocturno.