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Entrevista a Obsidian Kingdom: “Estamos en un punto entre el Metal Extremo y el Rock Progresivo”

El líder de la banda catalana, Rider G Omega, rememora anécdotas de sus giras y destaca la impresibilidad de su música

Obsidian Kingdom tienen pendiente una gira para este año
Obsidian Kingdom tienen pendiente una gira para este añoSergio Albert

Obsidian Kingdom es una banda musical fundada en 2005 en Barcelona, cuya música no se presta a ser etiquetada con facilidad, y que pese a la pandemia está más consolidada que nunca. El camino es fácil, pero se están convirtiendo en un referente del Metal en Europa.

No obstante, llamar Metal a los barceloneses es complicado. Van mucho más allá, solo hace falta escuchar su último álbum “MEAT Machine”, editado a finales del año pasado en plena pandemia. Tenemos ahí Metal Extremo, Prog, Rock Alternativo, lo que se entiende por Post Metal...En septiembre de 2020, Obsidian Kingdom aparece en la portada de la edición española de la revista Metal Hammer, y toenen pendiente una gira con los blackers noruegos Enslaved. LA RAZÓN habla n con el cantante y guitarrista, Rider G Omega.

-¡Hola! ¿Qué tal os encontráis de salud? ¿Cómo soportáis la pandemia dichosa?

-¡Estamos todos bien, gracias! Aparte de los achaques propios de la edad, haha. La pandemia la llevamos con resignación y estoicismo: siempre al quite de cuáles serán las nuevas restricciones, que nos afectan principalmente para ir a ensayar y por supuesto para actuar. Por lo menos pudimos presentar en Barcelona nuestro último disco en Diciembre, gracias al esfuerzo incansable de la gente detrás de AMFest y Curtcircuit. Lo próximo es nuestra gira europea en mayo, que con toda probabilidad se pospondrá.

 

-La pandemia es bastante letal para la música, aunque menos mal que publicasteis “MEAT Machine” hace poco. ¿En qué planes os ha afectado?

- Sí, no es ningún secreto que la cultura y el espectáculo son dos de los dos sectores más afectados ahora mismo…La verdad es que tratamos de retrasar el lanzamiento del disco lo máximo posible a fin de tener más garantías de poder presentarlo en directo, pero cuando estás en una discográfica más o menos grande tienes que ceñirte a su agenda. El lanzamiento del disco en sí fue bastante bien: las críticas han sido excelentes e incluso pudimos hacer una fiesta de presentación con la prensa en plena pandemia. Pero para una banda modesta como la nuestra, el no poder dar conciertos es una gran lacra a la hora de publicitarlo, así que ya estamos preparando el siguiente, a la espera de ver qué pasa con todas las fechas que teníamos cerradas para este año.

-¿Habéis escuchado mucha música con el confinamiento? ¿Algún descubrimiento?

-Curiosamente hemos descubierto menos música que antes, por muchos motivos: uno de los espacios donde más música escuchábamos y descubríamos es durante los desplazamientos, que ahora se han visto severamente reducidos. Por otra parte y al menos en mi caso, en épocas de incertidumbre suelo refugiarme en la música que ya sé que me reconforta, que es la que ya conozco. Y para terminar, la ausencia de conciertos también limita los descubrimientos y mitiga la curiosidad. Malos tiempos para la nueva música.

 

-Lo de las etiquetas musicales siempre es un poco relativo, pero pocas veces lo veo tan difícil como en vuestro caso. ¿Música experimental? ¿Prog Metal? ¿Post Metal? ¿Qué sois? ¿Simplemente la música que os sale?

-Sí, supongo que ya empezamos a sentirnos cómodos en la indefinición y la imprevisibilidad, hasta el punto de convertirlas en enseña del grupo. De todas maneras y salvando honrosas excepciones, creo que el grueso de la música que producimos está en algún punto entre el Rock Progresivo y el Metal Extremo, aunque solemos introducir muchas pinceladas de electrónica, ambient y jazz (que son cosas que ya están contempladas dentro de la categoría “progresiva”). A mí particularmente me gusta la etiqueta “art rock” y suelo hacer la comparación con el cine de autor frente al de género, como es el caso de Kubrick o de Tarantino: independientemente de que la película sea bélica, del oeste o de gánsteres, siempre hay un toque peculiar que revela quién está detrás de la obra.

-Lo que es evidente es que habéis ganado mucho a nivel de sonido, en comparación hace 10 años.

- ¡Gracias, estamos de acuerdo! El mundo del sonido es extraordinariamente complejo y cuando empiezas, lo único que quieres es subir a un escenario a berrear y te arreglas con lo que tienes. En ese sentido hemos crecido muchísimo desde nuestros inicios, y también disponemos de más recursos para dedicar a la producción, evidentemente.

Tenemos todo que agradecer a los grandes productores con los que hemos trabajado como Jaime Gómez Arellano o Mr Ax, pero sobre todo y muy especialmente a nuestro productor oficial, técnico de sonido y quinto Beatle, Jorge Mur. Él es nuestro hombre de confianza en cuestiones de sonido desde el principio, y el auténtico oído detrás de todos nuestros discos y conciertos. Esperamos que nos siga soportando muchos años más.

-¿Con qué estilo os gustaría ahora experimentar más? Lo digo por lo de “Wayfaring Stranger” en directo.

- Pues la verdad es que nos da la sensación de haber tocado ya prácticamente todos los palos que nos interesaban, aunque nos sigue quedando la espinita de hacer música puramente electrónica, que es un género que nos maravilla. De hecho, ésa fue nuestra primera intención con “MEAT MACHINE”, aunque fracasamos estrepitosamente, lo que nos obligó a re-escribir todo el material a lo largo de un año.

Es curiosa tu pregunta porque, aunque nos vanagloriamos de no tener límites a la hora de incorporar estilos e influencias, hay algunos géneros con los que hasta la fecha nunca hemos jugado porque los sentiríamos impostados, como el rap, los ritmos latinos o la música urbana. Pero bueno, nunca digas de esta agua no beberé…

Qué gracia que nos recuerdes “Wayfaring Stranger”… En su momento produjimos una versión de este clásico que nos encanta, porque necesitábamos material extra para la reedición de nuestro álbum debut, Mantiis. Pero poco después firmamos nuestro contrato discográfico y la canción se quedó en el limbo, aunque seguimos pensando que es un temazo. Algún día lo editaremos.

-¿España es un buen país para vuestra propuesta musical?

-¡Claro, por qué no! Aunque nos movemos por aguas internacionales, en casa seguimos teniendo una buenísima acogida. De hecho y en contra de lo que se cree, la audiencia de Rock y Metal en España es bastante impresionante, como nos han confirmado muchos artistas con los que hemos venido de gira. Quizá se trate de un problema de percepción, a propósito de que exportamos tan pocas bandas de Rock al extranjero, o del hecho de que tenga poca presencia en los medios de comunicación generalistas (a pesar de esta entrevista, haha).

Además, las infraestructuras logísticas y fiscales del mundo del espectáculo en España siguen estando a años luz de las del centro y norte de Europa. Pero si te fijas en la escena underground o en las agendas de los principales promotores del género (pandemias parte), es indiscutible que el Rock y el Metal siguen gozando de buena salud en nuestro país.

-¿En qué países tenéis una mayor audiencia potencial?

-Nuestras mejores audiencias hasta la fecha han estado en el Reino Unido y en los Países Bajos, donde existe mucho seguimiento de la música experimental y progresiva. Mención de honor merecen Portugal y Europa del Este, donde les chifla el metal extremo y además existe una escena muy joven y entusiasta.

Hace muy poquito hemos firmado también un contrato de representación en EEUU, a propósito de que nuestro último disco tiene un aire muy noventero y muy alternativo, y allí está funcionando muy bien, así que esperamos expandir nuestros horizontes pronto.

 

-¿Qué decís a los que puedan decir de que ahora sonáis más accesibles que en la época de “Mantiis”?

- Aunque es verdad que en ocasiones hemos simplificado la estructura de nuestras canciones y que hemos introducido recursos propios de la música pop, no estamos en absoluto de acuerdo con que nos hayamos suavizado, al contrario. “MEAT MACHINE” es un disco tremendamente agresivo y hostil, quizá mucho más que “Mantiis”. A veces parece que por gritar mucho o tocar muy fuerte estés haciendo una música muy dura, pero en nuestra opinión hay formas de violencia que no por ser más sutiles son menos extremas. En ese sentido, hemos dejado un poco de lado la ostentación en favor de la sinceridad y el contraste. Quizá algún día hagamos un disco para meditar, aunque no será pronto.

-Vuestra lista de cambios de formación es interminable. ¿Quiénes estáis ahora? ¿Hay estabilidad?

- Por desgracia, sí. Es muy difícil mantener un grupo, especialmente cuando hay poco dinero de por medio y las prioridades de la gente van cambiando a medida que nos hacemos mayores. Si le sumas las tensiones internas entre artistas y la atrición producida por giras y grabaciones… El resultado es que más o menos cada tres años alguien se va. Y reemplazarlo no es nada fácil. ¡Pero seguimos! Prácticamente se ha convertido también en una enseña del grupo, para bien o para mal.

Ahora mismo estamos un servidor, que fundó la banda, y Jaime, al batería, que lleva en el grupo ya casi diez años. Álex, el bajista, se incorporó poco antes de la grabación de “A Year With No Summer” y Judit, la teclista, poco después de la gira. Nuestro benjamín es Víctor, con quién todavía no hemos tenido el placer de grabar ni girar, pero que ya se estrenó en directo el pasado Diciembre, para gran regocijo de las cámaras. Ojalá la formación se mantenga así durante mucho tiempo.

 

-Grandes elogios en Metal Injection, os destacan mucho en las votaciones de Mondo Sonoro y Popular 1, portada de Metal Hammer...

-La prensa nos trata muy bien, no nos podemos quejar. Supongo que somos uno de esos grupos raros que los críticos recomiendan pero que luego poca gente escucha.

A nosotros nos encanta cultivar nuestra relación con los medios, sobre todo porque pertenecemos a una generación en la que, a diferencia de ahora, la música se comercializaba sobre todo a través de la prensa musical especializada. Por eso el haber sido portada de la Metal Hammer nos sigue resultando tan surrealista, aunque tenemos que reconocer que, con el auge de las tecnologías de la comunicación, el sector está perdiendo peso. Todavía es importante figurar, pero hoy en día uno puede saltar al estrellato internacional sin necesidad de haber aparecido en una sola publicación, como es el caso de Die Antwoord o de Billie Eilish, por ejemplo.

-Me interesa mucho los conciertos con Shining... ¿Cómo fue? ¡Os gusta el Black metal?

-Claro que nos gusta el Black Metal, de hecho empezamos tocando precisamente eso. Aunque nos hayamos alejado bastante de su estética, nos gusta pensar que todavía lo llevamos dentro de algún modo.

La gira con Shining fue muy tempestuosa, especialmente porque nos llevamos a matar con su frontman, que se comportó con nosotros como un auténtico imbécil. Pero afortunadamente quedó compensado por la simpatía de los otros cabezas de cartel, los californianos Intronaut: una gente maravillosa y muy pasada de rosca con la que nos llevamos fenomenal.

Sea como fuere, de esa gira nos queda un magnífico recuerdo plagado de anécdotas, desde que casi nos detienen en la frontera noruega por motivos que ahora no vienen al caso, hasta bañarnos en pelotas en el transitado centro de Zurich, pasando por una batalla campal contra unos skinheads que intentaron sabotear sin mucho éxito nuestro concierto en Polonia. Subirse a un autobús de gira es como salir a cazar la Gran Ballena Blanca.

-¿Sigue en pie la gira con Enslaved?

Sigue, sigue. Estaba programada para Mayo de este año pero, a la luz de las circunstancias, muy posiblemente anunciaremos su aplazamiento pronto. Sea como fuere, se llevará a cabo, y mantenemos la misma ilusión que cuando se anunció. Para nosotros es otro hito en nuestra carrera compartir cartel con una de nuestras bandas fetiche en la adolescencia, especialmente porque, como a nosotros, el tiempo los ha llevado por extraños caminos estéticos.

-¿Podéis escoger 5 discos favoritos antes de 1990 y 5 posteriores a 1990?

King Crimson – In The Court Of The Crimson King (1969)

Led Zeppelin – IV (1971)

Pink Floyd – Wish You Were Here (1975)

Metallica – Master of Puppets (1986)

Depeche Mode – Music For The Masses (1987)

Nirvana – In Utero (1993)

Marilyn Manson – Antichrist Superstar (1996)

Ulver – Perdition City (2000)

Scott Walker – The Drift (2006)

Daughters – You Won’t Get What You Want (2018)

-¿Cuál es la canción de la Historia que os emociona más?

¡Menuda pregunta! Sólo puedo responderla a título personal y tengo que puntualizar que las canciones que más me emocionan no lo hacen por su calidad, sino porque las asocio a momentos especialmente emotivos o dolorosos de mi vida.

Y dicho esto, mi respuesta es “Porn Piece Or The Scars Of Cold Kisses” de Ulver.