Cataluña
La militancia de JxCat avala el acuerdo con Esquerra y gobernarán en coalición
El pacto entre ambas formaciones recibe un 83% de apoyo entre las bases posconvergentes
Al final no ha habido sorpresas y la militancia de JxCat ha avalado el acuerdo con Esquerra para gobernar en coalición durante la próxima legislatura. Aunque el resultado de la consulta se ha quedado lejos de reflejar unanimidad: un 83% (3.364 electores) ha votado a favor del pacto, mientras que casi un 20% (17%, 689 personas) lo ha rechazado. En total, han votado 4.053 afiliados de los 6.528 que hay (un 62,18% del censo).
De esta manera, queda ya despejado el camino para que previsiblemente a partir de este fin de semana se configure el nuevo Govern de la Generalitat tras la investidura de Pere Aragonès, que, probablemente, será entre este jueves y este viernes.
El acuerdo entre ambas formaciones se selló el domingo y se presentó el lunes tras más de tres meses de duras negociaciones, que han atravesado por ultimátums y rupturas. Múltiples giros que han amenazado incluso con una repetición electoral, pero que tanto Esquerra como JxCat han frenado ante el temor a un castigo en las urnas.
El documento de la entente, de 46 páginas, incluye el ámbito del “procés” y el ámbito programático, con medidas sociales y económicas, algunas de ellas incluso inconstitucionales ya que Cataluña no tiene competencias para desplegarlas.
Así, en el ámbito del “procés”, JxCat ha asumido a medias la postura de Esquerra al aceptar dar un margen -de dos años- a la mesa de diálogo entre el Gobierno y la Generalitat para resolver la crisis política y al permitir la creación de un nuevo órgano colegiado -en el que estén representados ERC, JxCat, CUP, ANC y Òmnium- para coordinar el proyecto rupturista en lugar del Consell per la República que preside Puigdemont. En este sentido, sobre todo, el aspecto estratégico de dar margen a la vía negociada es una escenario que desagrada mucho a las bases de JxCat, que siempre han apostado por la confrontación y materializar la independencia de inmediato.
De hecho, dirigentes de JxCat, como Joan Canadell, u otras figuras destacadas de este espacio, como Josep Costa, siempre han renegado de la mesa de diálogo y han apostado por ir confrontando al Estado para poder desplegar la república catalana.
Asimismo, en el ámbito programático, aparecen medidas de carácter expansivo -por ejemplo, en el área de Salud, quieren ampliar el presupuesto en 5.000 millones de euros durante los próximos 5 años y contratar a 3.700 profesionales para acelerar la vacunación-, pero también otras mucho más controvertidas por su contenido y porque rebasan el marco competencial de la Generalitat.
En este sentido, destacan algunas por encima de otras, como la renta básica universal -que arrancará con un plan piloto-; fijar un salario mínimo interprofesional de 1.239 euros -algo que solo se puede regular a nivel estatal y que ahora está situado en 950 euros-; garantizar el derecho de asilo a los refugiados; convertir el Instituto Catalán de Finanzas en una banca pública; o, impulsar acciones para lograr el reconocimiento de las selecciones catalanas deportivas y la creación de una Comité Olímpico catalán.
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