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Igor Paskual: “Los artistas de pop desean ser rockeros”

El artista repasa su brillante carrera musical y habla sus estilos y músicos favoritos

Igor Paskual en uno de sus hábitats naturales, el escenario
Igor Paskual en uno de sus hábitats naturales, el escenarioPaco Vigil

Igor es uno de las mayores y mejores valores de nuestro Rock, y cualquier persona que ame este estilo en este país estará de acuerdo. Su carrera le avala, sólo hace falta repasar su trayectoria con los seminales Babylon Chat y como mano derecha de Loquillo desde hace más de una década. Además, le avala una sólida discografía en solitario, ahí están “Equilibrio Inestable” (2011), “Tierra Firme” (2015) y “La Pasión Según Igor Paskual” (2019).

- Hola Igor, ¿todo bien de salud..., tú y los tuyos?

- Bien, la verdad es que bien. Además, ahora estoy mucho más contento porque Alfonso Alcalá ha estado malito, pero ya ha salido de peligro, así que estoy feliz. También tengo gente cercana que ha estado muy grave ya vuelven a casa. Muchas gracias por preguntar.

- ¿Tras todos estos meses, ha cambiado tu percepción de la familia, la vida y la música?

- Mi percepción sobre las cosas primordiales no las ha cambiado, lo que sí he tenido he tenido es tiempo, pausa y calma para recuperar esas cosas que merecen la pena. Normalmente atendemos a lo urgente y no a lo importante. El día a día se impone y si te descuidas, arrasa con todo. Pero, no hubo demasiado cambio, sé que hubo mucha gente que dijo “éramos muy felices y no lo sabíamos” y cosas similares, pero no es mi caso porque siempre fui muy consciente de que, con todos los problemas que pueda haber en este país, pertenecemos a la franja más afortunada de la población mundial. A veces, perdemos la perspectiva y no apreciamos lo que significa tener agua potable, sanidad pública, penicilina y ciertas garantías jurídicas...O una esperanza de vida larga. En serio, quien esté cansado de occidente, que lo piense, y quien esté cansado de la vida, no la merece. Esto nos ha confirmado lo que ya sabíamos, que la vida es frágil y que hay que apreciar cada momento. Sí que he podido aclarar algunas cosas, revisar otras, arrancar con algunas nuevas. Ajustar un poco la poética vital.

 

- El confinamiento fuerte, el de los inicios, ¿te influía a la hora de escuchar música?

- Me influyó más tarde...El arranque fue extraño y en mi caso, con tres hijos, no tenía todo el tiempo del mundo para mí. No estaba sólo con cientos de horas a mi disposición. Pero poco a poco, y con esa nueva distribución del tiempo, pude ir ordenando los días de manera que redescubrí muchos discos, volví a escuchar álbumes largos, vi óperas enteras, muchísimas cosas de música clásica, fue una delicia. Sobre todo, me reencontré con la guitarra, con el piano. Siempre he tocado muchas horas, pero recuperé el placer de tocar por tocar, que lo había olvidado. Cuando te profesionalizas, tocas para componer, para crear, incluso para practicar o estudiar, pero ya no coges el instrumento sin un objetivo concreto. Parece que si no haces algo con una finalidad determinada estás perdiendo el tiempo. Y ese redescubrimiento para mí ha sido la gloria.

- En tu día a día de ahora, ¿estás componiendo?.

- Sí, siempre estoy componiendo o escribiendo cosas. Luego, ya es una cuestión de cómo orientas ese material, qué haces con él y que es algo tan o más importante como la propia composición. Pero sí, suelo estar con ideas casi todo el tiempo, es algo con lo que disfruto mucho, de verdad. Escribir canciones tiene una parte de artesanía y otra de milagro.

- ¿Ahora mismo, que es el Rock para tí?

- Es una manera de estar en el mundo. Es algo más que un sonido. Se trata de cómo encarnas ese sonido, de cómo lo validas. Y eso es muy importante. Fíjate que cuando hablamos de pop, lo juzgamos en tanto a si es bueno o malo, pero cuando hablamos de rock lo hacemos por si es auténtico o no. Esta palabra es muy peligrosa y engañosa, pero creo que así nos entendemos. El rock, aunque digan que está muerto, es la música o la actitud con la que se miden todos. Los artistas de trap sin ir más lejos reproducen absolutamente todos los estereotipos del rock, incluso tienen sus mismos dilemas, como venderse o no, y aunque el sonido es otro, su narrativa, su forma de presentarse es igual. Y cuando más contentos se ponen es cuando colaboran con artistas de rock. Si te fijas, hasta los artistas de pop desean toda la fachada del rock,

 

¿por qué? Porque te legitima, porque te hace de verdad. Insisto en que las palabras “verdad” y “auténtico” son las más complejas de la historia de la música popular, pero hay una una increíble obsesión con ellas. En el rock es básico desde dónde nace ese sonido y eso no lo regalan. Se tiene o no se tiene. Es increíble que en la época en la que más se habla de la pérdida de la importancia del rock, hay tanta gente desesperada por ser rock o, al menos, por parecerlo.

- ¿Cuando te diste cuenta lo importante q es para tí el Rock, y también otros estilos?

- Desde muy pequeño, yo creo que con diez u once años como muy tarde. La fuerza que tenía sobre mí, me atrapó y ya no me dejó. Estaba muy dentro de mí. El rock era capaz de transportarme a otro mundo. La vida era mil veces mejor con música, parecía otro lugar, los problemas se esfumaban y todo cobraba sentido. Yo jamás pensé en si valía o no para la música, sólo quise pertenecer a esa gran familia. Era mi sitio. Además, en aquellos años, vivía en Avilés, una ciudad industrial y la música me ofrecía otra posibilidad vital, lejos de una fábrica, de una oficina, de lo que fuese. Me daba las llaves a otro mundo. Estaba en clase y quería llegar a casa para escuchar música y ya cuando descubrí la guitarra, me pasaba horas y horas tocando...Imagínate, ¿para qué iba a salir si podía estar en casa con mis amigos que eran Chuck Berry o Eddie Cochran? Quería descifrar ese milagro. Tuve suerte, además, de que mis padres tenían una buena colección de música clásica y eso me abrió también la cabeza y ya desde que era pequeño escuchaba lo que podía conseguir, sin distinguir si era cool o no.

- Te gusta mucho Violeta Parra.¿ Hay más ejemplos de artistas que te gusten y que puedan sorprender a priori?

- Más que Violeta Parra de la que me gustan algunas cosas, lo que me fascina por completo es “El Gavilán”. Me parece una absoluta barbaridad de trece minutos donde se mezcla el folclore chileno con Stravinsky y que ella nunca llegó a grabar en un estudio profesional. Me volvió loco escuchar algo tan vanguardista y que nunca se hubiera interpretado desde una óptica rock. Por eso la grabé y te puedo asegurar que sudé sangre en el estudio. Yo creo que “El Gavilán” está a la altura compositiva de un Bowie, un Ray Davies o Lennon. Así de grande es. Mi propósito era hacerle un vídeo de animación, porque originalmente Violeta Parra la concibió para un ballet. Incluso fui a Chile a buscar financiación, me reuní con muchísimas personas. Conocí incluso a Mauricio Valdebenito que es la persona en la que me basé para sacar todos los acordes de “El Gavilán” que son complejísimos. Pero llegué a un Chile en pie de guerra, absolutamente acribillado, con violaciones, la policía desatada...Fue muy duro ver los resultados de toda la operación asesina del neoliberalismo más atroz que encima campa con total impunidad y fue una lección de dignidad; encima, justo antes de coger el vuelo de vuelta fui al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. Escalofriante.

Ya de regreso en España, me puse con la cuestión de los derechos de la pieza porque las cosas con sus herederos es muy complicada y…¡Llegó la pandemia!. Y ya no sé si me quedan muchas más fuerzas para seguir peleándome por esta pieza de Violeta, que es una absoluta obra maestra. Me gusta muchísima música, no sabría decirte, la chicha peruana...la copla me fascina, sobre todo por los textos, me parecen increíbles. Pero también me encanta todo lo que es pop sueco manufacturado y muchas cosas de la música del renacimiento o el primer barroco, Gesualdo, Monteverdi…

- ¿Qué otras veces te has sentido como la primera vez que escuchaste a Elvis y Stray Cats?

- Muchas. Cuando escuché “Money” de Pink Floyd, por ejemplo. O no hace tanto, “El Gavilán”, los Guns N’Roses también tuvieron ese efecto de...Uuuuy! O Ilegales...Sin embargo, los Beatles que a priori parecen más fáciles de escuchar y son una cosa del otro mundo, tardaron más en entrarme. Aún recuerdo la primera vez que escuché a Stray Cats.

- ¿Preferirías haber crecido en Memphis en los 50 o en Londres a principios de los 70?

- ¡Qué va! De ninguna manera. Primero, porque había que ser muy muy muy bueno para grabar o destacar en ciertas épocas. Cantabas o no, componías o no. Era muy difícil aprender. Hay mucha gente que dice: “si yo hubiera vivido en otra época”, “si yo hubiera nacido en Nueva York hubiera sido una estrella”...” ¡Qué va! La competencia es inhumana. Y me hubiera perdido mucha música posterior. ¡Cualquier tiempo pasado fue peor!

- ¿Aparte de Elvis, qué otros músicos de Rock’n’roll fifties, de rockabilly son tus preferidos? De cualquier época.

- Mi favorito, junto con Chuck Berry es Gene Vincent con Cliff Gallup. Eso es insuperable. Pero si Keith Richards dice que el rock es Chuck Berry, también se puede afirmar que Johnny Burnette es el rock and roll, su energía es irrepetible y atención, ¡que no llevaba batería!. Tal vez, Eddie Cochran sea el más completo de todos, como vocalista, músico, compositor, las novedades que aportó a la guitarra y cómo tocaba, por los avances en el estudio de grabación y también por imagen. Pero hay mucho doo woop me vuelve loco, por ejemplo Dion DiMucci es Dios. Pero ya si nos vamos a los previos...Johnny Otis, qué cosa! Los Collin’ Kids. O Ricky Nelson que está completamente infravalorado. O la cosa más high school de Neil Sedaka también me gusta mucho. Y el día que alguien consiga un sonido de guitarra acústica como el de Buddy Holly en “Well...All right” o de los Everly Brothers me postraré a sus pies.

No sé qué tiene esa década, parece que ellos mismos sienten que están haciendo algo nuevo, muy poderoso y que están abrumados por sus propias grabaciones. Hay una fuerza, un entusiasmo, una sexualidad latente que no encuentro en ninguna otra época.

- Avanzando en la Historia del Rock, ¿que es lo más destacado para tí de la British Invasion?

- The Kinks, aunque de “Invasion” tuvieron poco porque en el 65 se les prohibió entrar en EEUU y se perdieron esos años en América. Gracias a eso, desarrollaron una personalísima visión del rock. Para mí, Ray Davies es EL compositor, “Autumn Almanac” es cinco o seis canciones en una. ¡Cómo arranca esa letra! Parece Shakespeare, pero a mitad del tema se convierte en un hooligan. Ray Davies es el mejor letrista de su generación y casi de la historia. Nunca es vulgar,

El otro grupo serían The Who. Es la banda. En “A Quick one” en Rock’ n’ Roll Circus son intocables, ya se merendaban a los Stones en directo y cuarenta años después también. Son la Art School band por excelencia. Batería y bajo cumplen la función de las guitarras y la guitarra hace de base rítmica, es la inversión de los papeles. Les teloneamos en Bilbao, el mismo año que a los Rolling Stones y te juro que no vi una banda igual. Los Stones me encantan, pero al lado de los temas de los Kinks o de la locura emocional de los Who, pues se me quedan un poco más atrás en la lista. Lo que me llama menos la atención son las bandas que proceden del blues ya más tipo Yardbirds o la cosa John Mayall. Los guitarristas británicos de banda que me gustan son Harrison, Towshend, Richards, más que los Clapton o incluso todo un Jimmy Hendrix, aunque sea inglés adoptado. De ahí, parten esos guitarristas ingleses como Johnny Marr, Graham Coxon, Bernard Buttler, Glenn Tillbrock de Squeeze o Andy Partridge de XTC. Los guitarristas ingleses de raíz como Dave Edmunds o Chris Spedding nunca te suenan a nada ya hecho antes, pese a ser clásicos.

- ¿Cuáles son tus álbumes de Glam favoritos?

- Qué difícil. Creo que el glam se sostiene más sobre singles, aunque sí consideramos a Roxy Music como glam, que lo es, te diría que sus dos primeros discos son puro glam. Es postmodernismo puro. También está “Taking Tiger Mountain” de Brian Eno. Pero como creador de singles, Marc Bolan es inigualable, quizá es el que mejor ha entendido toda la esencia de los 50s para plasmarla en otra época.

- Me gustaría saber q opinas de un Glam menos conocido, como Jobriath, Mud, Skyhooks, Wizzard, Cockney Rebel..

- The Mud me encantan. De hecho, te recomiendo la versión rockabilly de John Lindberg Trio de su “Tiger Feet”. Quizá, con “Get it on” es mi canción favorita de glam. Uno de los mejores momentos de la historia del rock son The Mud en su actuación en Top of The Pops en diciembre de 1974, con el glam en decadencia y ellos disfrutando de ese regalo que la vida les ha hecho en forma de éxito. Parecen medio de pueblo, pero están ahí bailando sin complejos, transmitiendo alegría de vivir. Es un temazo perfecto, melodía, estribillo y gente que bebe la vida. No es esta cosa de “triunfé, me agobio”. Jobriath me gusta, pero lo descubrí ya mayor y, por una razón u otra, no lo tengo incorporado a mi acerbo emocional. Y lo veo demasiado pegado a Bowie en voz, arreglos. Cockney Rebel siempre me pareció que tenían temazos, pero nunca los vi como glam y, sin embargo, siempre he sentido que había muchísimo glam en The Kinks, quizá por ese gusto por la parodia.

- ¿ Y del Hard Rock Glam 80, como Mötley Crüe o Hanoi Rocks, entre otros centenares de bandas?

- De esa hornada, mis favoritos son Faster Pussycat y, sobre todo, el segundo disco de LA Guns. La voz de Phil Lewis me encanta Y Junkyard. Mötley Crüe me encantan, y el disco de Poison con Richie Kotzen. A los Guns N’ Roses les pongo en otro sitio. En general, casi todos los estilos me gustan cuando hay buenas canciones, si hay temazos, me gusta prácticamente todo. De las bandas de L.A. me enamora su triunfalismo vital. Es curioso porque es una música que en directo solo suena bien si hay gente, Mötley Crüe no funciona en un pabellón a medio llenar.

- Teniendo en cuenta como suena “Hotel Adicción”, no entiendo que consideres que Babylon Chàt fue un fracaso.

- ¡Hala! Pues muchas gracias, te lo agradezco mucho. A mí “Hotel Adicción” es un disco que me encanta, además está concebido como disco y me parece que las canciones ganan mucho juntas, pero creo que el paso adelante como compositor lo di en el disco siguiente, con “Bailando con Brando”. Y no es que crea que Babylon Chàt fuese un fracaso absoluto, pero éste se mide en términos de expectativas. Está muy bien esto de replantear qué es el éxito y qué es el fracaso, pero cuando publicamos ese disco yo quería ser número uno, vender miles copias y no lo logramos, por tanto es un fracaso. Yo era muy ingenuo y creía que con ese sonido íbamos a colarnos en las listas. En fin. Es cierto que a lo largo de estos años me he encontrado con muchísima gente que me dice que el grupo le marcó y que han creado sus propias bandas o lo que sea y tengo que admitir que eso también es un éxito. Me siento respetadísimo por mucha gente, y eso es algo con lo que no contaba, he de reconocer que hay algo de éxito en ese cariño. Cuando, a veces, hablo de fracaso es porque yo me lo planteaba en términos numéricos, pero el problema es mío por las expectativas creadas.

- ¿Qué fue más perjudicial para la banda, el sitio (España), el momento (años 90) o el estilo glammy?

- Es muy difícil explicar por qué una banda no tiene gran éxito. Pero es que el éxito es un acontecimiento excepcional, ocurre muy pocas veces. Además, sólo se explica después, a toro pasado, como los partidos, pero a priori casi nadie sabe qué va a funcionar y qué no. Babylon Chàt era una anomalía que no encajaba ni siquiera en la escena más rock como podría ser la malasañera. Pertenecer a una escena te ayuda a dar un paso inicial. Sacamos tres discos, y los tres eran muy diferentes entre sí. Y cuando empezábamos a tener un poco de repercusión que pudo darse ese posible salto a una primera división, el grupo estaba desfondado, o yo por lo menos. Por sus características es un grupo que hubiera necesitado una fuerte inversión. No todo es cuestión de dinero, de hecho ni siquiera siempre es lo más importante, pero por poner ejemplos de grupos de finales de los 90, lanzar a un grupo de forma un poco ambiciosa como podrían ser unos Amaral o Pereza costaba mucho dinero. Había que tener mucha fe a lo largo de un tiempo. También merece la pena hacer autocrítica, y es que igual las canciones no eran las adecuadas. Estábamos fuera de época, llegamos pronto o tarde, pero no en el momento adecuado para una banda así. Pero la cuestión es que montamos el grupo precisamente porque no había nada igual, así que lo normal era sentirse como unos extraterrestres, pero incluso esa sensación de resistencia era impagable.

- Dijiste que Loquillo es un gran creador de equipos. ¿Qué otros adjetivos le pondrías?

- Ese mismo, es un gran creador de equipos. Aunque sea una percepción muy subjetiva, creo que es el front man con más carisma de España. Sobre el escenario es un diez, la verdad.

- ¿Qué otros músicos de este país tienen el conocimiento del Rock qué tiene Loquillo?

- Pocos, el Loco es un gran amante de la liturgia antigua del rock. Tal vez el último de una estirpe, es realmente el último clásico. Pertenece a una generación que está formada y educada de una manera muy determinada. Por contexto social e histórico, el mundo del que él procede era muchísimo más duro, más violento, y él sabe bien cómo hacer algo que nadie más puede hacer, aunque sea por una cuestión de formación. Conoce a la perfección el lenguaje que habla.

- ¿Tenéis previsto algo juntos?

- Sí, claro. De momento, vamos a recuperar la gira “El último clásico” y arrancamos ya en julio, tenemos un buen número de conciertos. Somos una banda que nunca paraba de tocar y esto ha sido realmente extraño. En el plano compositivo, la pandemia me sentó de maravilla y la verdad es que al Loco le presenté mucho material y pudo escoger. Pero lo mismo le pasó a Sabino, a Gabriel...así que hemos ido al estudio unas cuantas veces este año y tenemos una muy buena colección de canciones grabadas. Incluso el material sobrante me gusta mucho, casi más que lo que se grabó. Estar con la banda en el estudio es uno de los procesos que más me gustan, el punto de vista que te da Laurent, por ejemplo, o grabar guitarras con Josu García es uno de esos momentos por los que daría mucho, mucho dinero y afortunadamente me pagan por ello.

- En solitario publicas cada 4 años, “La Pasión” es de 2019. “Tendrás el nuevo álbum preparado para 2023?

No sé qué va a pasar. El mundo ha cambiado, es otro. Hemos pasado de pantalla y todo tendrá que reubicarse de nuevo. No sé qué decirte ahora mismo.

 

- ¿Como te gustaría evolucionar en solitario?

- Hum...Lo principal es seguir manteniendo el nivel como compositor. Hay muchas canciones ya escritas a lo largo de la historia, y si quieres ofrecer algo, tiene que estar muy bien. Para mí eso es una obsesión. Pero además, hay que acompañarlo de algo más, como el hecho de no repetirte, de trabajar con otras texturas, ofrecer un punto de vista distinto en las letras. Son unas cuantas cosas a tener en cuenta y no es fácil. Cada vez aprecio más a gente como Bowie, mi admiración por él es ilimitada, lo que hizo es sobrehumano.

- Mepreocupa mucho el tema de la tecnología en la música. Las escasas ventas de discos, la complicada situación del formato físico, el desconocimiento que tienen los jóvenes sobre q es un álbum....¿qué opinas?

- En el fondo, volvemos al punto de partida. Damos por hecho que el disco, el formato álbum es algo “natural” y, si te fijas, hasta el 68 en el rock no se vendieron más discos que singles. Así que con otra tecnología, volvemos a los 50, a los singles, a los EPs. Lo que sí me preocupa es la remuneración de los músicos. Sobre todo, del expolio absoluto que sufrimos, otros mucho más que yo. Pero lo peor de todo es cómo los medios han aprovechado para que la gente crea que esto de cobrar es innecesario, han difundido la falsa idea de que “viven muy bien”o “hacen lo que les gusta” apelando a la envidia natural del pueblo. Y lo han conseguido.

La prensa se ha encargado de echar mucha basura, de apoyar lo gratis. Hasta que les ha tocado a ellos, claro. Me preocupa mucho porque si no hay remuneración, sólo tocarán o escribirán de forma profesional quienes se lo puedan permitir. Y ya sabemos lo que tienen que decir aquellos que se lo pueden permitir.

- Si tu próximo disco no tuviera nada q ver con el Rock...¿como sonaría?

- Sin duda alguna, de rap. No estoy capacitado, pero me encantaría. Si tuviera veinte años menos es lo que hubiera hecho, me flipa el hip hop.

- ¿El Sporting ganará pronto la Liga?

-El Sporting es una metáfora perfecta de esta región en la que vivo. Tiene épica, cae en gracia y la gente sale muy bien preparada, pero es incapaz de retener el talento. Lo que más me duele es que tiene verdadero pánico al éxito, y eso sí que es un fracaso.