En Francia

Òmnium busca la reconciliación de Puigdemont y Junqueras para lanzar otro desafío al Estado

La exdirigente de la CUP, Anna Gabriel, que está fugada en Suiza, también participa en el acto liderado por Jordi Cuixart para celebrar el 60 aniversario de la entidad

El independentismo social, liderado por Òmnium Cultural y la ANC, trata de recoser la unidad de los partidos tras años de constantes tensiones y choques, escenificadas en la mala relación entre Carles Puigdemont y Oriol Junqueras y JxCat y Esquerra. En este sentido, Òmnium ha celebrado este viernes su 60 aniversario en un acto en Elna, una localidad situada en Francia y cerca de la frontera con España, y allí ha unido a todo el Govern que promovió el referéndum ilegal del 1-O y declaró la independencia el 27-O. Con Puigdemont, Junqueras y el resto de consellers ya en libertad, el separatismo ha logrado una imagen de familia de fuerza, aunque sigue sin cerrar las heridas.

De hecho, la imagen de hoy ha requerido mucho esfuerzo por parte de Jordi Cuixart, presidente de Òmnium, ya que había recelos entre Junqueras y Puigdemont a fotografiarse de nuevo conjuntamente. El saludo ha estado marcado otra vez por la frialdad, como en el encuentro que mantuvieron hace una semana en Waterloo. En cualquier caso, como ha recalcado Cuixart, el objetivo era dar una muestra de «reconciliación» para «vencer» al Estado.

El presidente de Òmnium se ha convertido en una de las figuras más populares en el independentismo y, a la vez, se ha erigido en una de las voces más beligerantes contra el Estado. De nuevo, ha vuelto a amenazar con el «lo volveremos a hacer» y ha advertido de que van a trabajar para lanzar un nuevo desafío y «vencer» al Estado. «¿Por qué hemos sido y somos víctimas de esta represión tan feroz? Pues por un motivo, porque el Estado español sí que lo tiene claro, el Estado español sabe que podemos ganar, no lo olvidemos nosotros tampoco. Podemos vencer, y solo depende de nosotros», ha resaltado en el único discurso que se ha pronunciado en el acto. Cuixart, más allá de apelaciones a la unidad, ha evitado hacer referencia a la estrategia y camino a seguir para materializar la independencia.

Además de Puigdemont y Junqueras y los consellers del Govern del 1-O, también han desembarcado en Elna la exdirigente de la CUP fugada en Suiza, Anna Gabriel, y el president, Pere Aragonès. A los mandos de la Generalitat, Aragonès tiene intención de contemporizar el «procés» y rechaza cualquier posibilidad de regresar a la unilateralidad ahora, una vía que en JxCat empieza a madurarse. En el espacio posconvergente han dado hasta 2023 a la mesa de diálogo impulsada por Esquerra con el Gobierno, pero también tienen en mente que ese mismo año hay elecciones generales y puede vencer el PP y formar ejecutivo con el apoyo de Vox. Ese escenario daría impulso a la vía unilateral de JxCat ya que creen que podrían legitimarla en el exterior bajo el argumento de que en España gobierna la «extrema derecha».

En cualquier caso, hasta 2023 todavía queda mucho camino por recorrer y la agenda independentista se ha ido viniendo a menos por diversos factores: entre ellos, los principales son la propia frustración generada entre las bases por las promesas incumplidas y las continuas divisiones y la irrupción de la pandemia, que ha cambiado el orden de prioridades. JxCat ha terminado por asumir el contexto y, por ello, ha nombrado consellers de perfil más técnico y de gestión y ha dejado, por ahora, en un segundo plano cualquier amago de radicalidad.