En Via Laietana
Acoso del independentismo radical a la Policía: “Pim pam pum, que no quede ni uno”
La manifestación culminó con disturbios y se ha saldado con, al menos, dos detenidos
La manifestación independentista organizada por la Asamblea Nacional Catalana (ANC) buscaba agitar la calle de nuevo y lo ha conseguido. La marcha ha arrancado en Plaza Urquinaona, ha bajado por Via Laietana, ha virado por Paseo de Isabel II y ha concluido frente a la Estación de Francia, a las puertas del Parlament. Todos ellos son puntos que en los últimos tiempos se han convertido en epicentro de los correcalles y protestas violentas de los independentistas radicales ya que es un recorrido que tiene como puntos simbólicos la Jefatura Superior de Policía Nacional, que se encuentra en Via Laietana, y el propio Parlament.
Y, en este sentido, el edificio policial ha vuelto a ser objeto de ataques de los manifestantes, donde los independentistas han lanzado objetos y petardos, han quemado mobiliario urbano y han desmontado el cordón de las vallas que se había levantado para blindar la comisaría.
Ante este escenario, que se ha dado ya a última hora de la tarde, cuando el grueso de la manifestación había superado la Jefatura, los antidisturbios de los Mossos d’Esquadra y de la Policía Nacional se han visto obligados a actuar tanto para dispersar a los manifestantes. La tarde se ha saldado con, al menos, dos detenidos. Muchos de los manifestantes iban encapuchados y se han podido oír gritos como «pim pam pum, que no quede ni uno» o «fuera las fuerzas de ocupación». El objetivo, en todo caso, era el acoso a la Policía, como viene siendo habitual entre los independentistas.
El independentismo ha situado en el punto de mira a jueces y Policía Nacional y Guardia Civil en su cruzada contra España. Por ello, reiteradamente escogen la Jefatura Superior de Policía como lugar para ir a protestar y acosar a los agentes. Además, el edificio policial también tiene un alto componente simbólico ya que forma parte de las negociaciones entre el Gobierno y la Generalitat porque el gobierno catalán quiere quedárselo para convertirlo en un centro de memoria histórica sobre la represión del franquismo. El cuerpo policial se niega a marcharse.
La intervención policial ha permitido dispersar a los manifestantes y se ha desatado un correcalles que ha llegado hasta Plaza Cataluña, aunque se ha saldado sin grandes incidentes como había sucedido en ocasiones anteriores. Por el momento, no se ha registrado ninguna quema de contenedor, aunque algunos de los concentrados han encendido y han arrojado una bengala a un furgón policial, con el riesgo de incendio que conlleva. El precedente más cercano de un episodio de estas características fue cuando se trató de quemar un furgón de la Guardia Urbana que, por poco, no coge a un agente dentro.
Además, durante la protesta se han quemado fotos de Pere Aragonès y Pedro Sánchez, en rechazo a la mesa de diálogo.
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