Cataluña
Críticas en algunos sectores de los Mossos d’Esquadra por los cambios de la Generalitat
Reproches de la oposición al Govern por los 31 nombramientos en la policía catalana
Los Mossos d’Esquadra, de nuevo en el centro de la polémica en la política catalana. En esta ocasión por los cambios que está protagonizando la Generalitat en áreas clave, que han afectado a figuras tan relevantes como el mayor Josep Lluís Trapero y el intendente Antoni Rodríguez, que lideraba la investigación de causas por corrupción. En total, toda la reestructuración se ha saldado con 31 nuevos nombramientos, cosa que ha desatado la alarma entre la oposición, que exige con mayor o menor vehemencia la comparecencia del conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, y también ha generado malestar entre algunos sectores del cuerpo policial, sobre todo, en el entorno de Trapero.
Así, entre los mossos, ha habido sensaciones dispares porque entre algunos sindicatos se ha exhibido satisfacción por los cambios, mientras que, entre otros, sí ha habido quejas, pero más por las formas que por el contenido. Desde el sindicato USPAC, por ejemplo, se ha evitado entrar al fondo de la cuestión y darle alguna lectura política, aunque sí han mostrado mucho cabreo por las formas porque les sitúan otra vez en «la primera línea mediática». «Si estos nombramientos van más allá de lo que son, y tienen algo que ver con la corrupción, lo desconocemos, porque eso ya es terreno judicial», aseguran desde USPAC, en referencia, sobre todo, al cambio del intendente Rodríguez, que lideraba investigaciones de importante calado político, como las supuestas adjudicaciones irregulares de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, cuando estaba al frente de la Institució de les Lletres Catalanes (antes de irrumpir en la primera línea política).
En cambio, otro de los agentes consultados por este diario sí considera que hay una influencia política en todos estos cambios. «Es un aviso a navegantes», señala, en referencia a que la reestructuración busca situar en la cúpula a afines a Esquerra e influir sobre la acción de la policía, también en cuestiones como la corrupción. Otro policía, es rotundo y apunta con claridad a otros de los motivos que puede responder estos cambios. «Entre nuestros mandos siempre ha habido puñaladas para trepar. En función de a quien fueras afín, te patrocinaba un conseller u otro. Son políticos con uniformes», afirma.
En concreto, estos cambios forman parte de la segunda fase de la reestructuración organizativa del cuerpo autonómico, con 14 nuevos cargos territoriales y 17 puestos destinados a servicios centrales. De los 31 nuevos mandos, 7 son comisarios, 19 son intendentes y 5, inspectores. Desde la Generalitat se aduce que los cambios tienen por objetivo vertebrar una policía más social, cercana, joven, feminizada e innovadora para hacer frente a los nuevos retos en seguridad y rechazan cualquier lectura política. En este sentido, también cabe decir que, por ejemplo, en materia de corrupción, Esquerra ha usado el «caso Borràs» para desgastar a JxCat y tampoco tendría ningún interés en evitar que prosiguieran las investigaciones.
Entre la oposición, las acusaciones de «purga» y «castigo» a la Generalitat por los cambios se han extendido por todo el arco parlamentario. Desde Vox hasta la CUP, pasando por PP, PSC, Ciudadanos y Comunes, han pedido la comparecencia del conseller Elena para que dé explicaciones por los cambios. «Se está haciendo del cuerpo policial una policía política», señaló Carlos Carrizosa (CS), que ha pedido también una comisión de investigación. «Con todo el respeto pero con toda la claridad, todo parece una purga», apuntó Salvador Illa, mientras Lorena Roldán (PP) lo consideró de «golpe caciquil».
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