Tráfico

Más de la mitad de los accidentes en la AP-7 son choques por detrás y Tráfico quiere reducir la velocidad máxima

El Govern asegura que pasar de 120 a 110 kilómetros por hora facilitará respetar las distancias de seguridad

La casi siempre polémica AP-7
La casi siempre polémica AP-7Google

El director del Servei Català de Trànsit, Ramon Lamiel, ha asegurado hoy que reducir la velocidad máxima en la AP-7 de 120 a 110 kilómetros por hora facilitaría respetar las distancias de seguridad, ya que no hacerlo es una de las principales causas de accidentes. En una entrevista en RAC1, Lamiel ha asegurado que el accidente más habitual en la AP-7 consiste en chocar por detrás. Este tipo de accidente representa el 55% de los siniestros e implica que la distancia de seguridad no se respeta.

Según Lamiel, bajar de 120 kilómetros por hora a 110 en los 300 kilómetros de peajes liberados supondría reducir la distancia de seguridad de 100 metros a 75. “Ganas 25 metros de seguridad. Estás más seguro a una velocidad menor”, ha dicho.

Un estudio reciente del Servei Català de Trànsit sobre el tráfico en la AP-7, a su paso por Santa Perpètua de Mogoda, indica que el 70% de las motos que circulan por el carril del medio no respetan la distancia de seguridad. Tampoco lo hacen el 65% de los turismos ni el 37% de los vehículos pesados. Con todo, Lamiel insiste en que reduciendo la velocidad se reduciría la posibilidad de persecución y, por lo tanto, se incrementaría la seguridad de la vía.

Según Lamiel, “bajar de 120 km/h en 110 km/h en los 300 kilómetros de liberación de peajes supondría reducir la distancia de seguridad de 100 metros a 75 y ganas 25 metros de seguridad. Estás más seguro a menor velocidad”. El director de Tráfico ha explicado que cuando se haga la propuesta al Gobierno central -que es quien tiene las competencias en esta vía- será después de un estudio previo. Ahora mismo, dice, “estamos en fase de conocer los datos” aunque ya ha avanzado las mejoras que ganarían si se redujera la velocidad máxima permitida.

Sobre las alternativas para mejorar la congestión en la AP-7, ha dicho que debe promoverse el transporte público por carretera mientras que no llegan las grandes inversiones en transporte público. De hecho, desde que se eliminaron los peajes en este cauce se ha incrementado la movilidad en un 40%. Asimismo, ha asegurado que estudian con Madrid cómo ejecutar un carril adicional en la AP-7 Norte entre la Roca y Sant Celoni que sea seguro: “Le estamos dando muchas vueltas con el ministerio”. Ahora, ya existe un carril adicional en la AP-7 Sur de 40 km para ganar fluidez en esta autopista.

Lamiel ha admitido que hay un «problema de movilidad en general» en Cataluña los fines de semana y también los días laborables, cuando se producen 126 kilómetros de retención de media, ha indicado. El director del SCT ha pedido promover «alternativas a la movilidad» en transporte público y ha puesto énfasis en el autobús. Con respecto a los fines de semana, ha señalado que los niveles de retención son «los mismos» que en el 2019 en el conjunto de Cataluña. «No estamos peor», ha respondido, preguntado por las colas registradas en el puente de la segunda Pascua, sobre todo en la AP-7, tanto en la operación salida como en la vuelta. Sobre las medidas concretas que está estudiando, especialmente pensando en la AP-7, Lamiel ha afirmado que se producen «demoras» para retirar los vehículos accidentados que provocan más retenciones. El director de Trànsit ha anunciado que «en breve» pondrán en marcha un sistema de grúas para retirar los vehículos de accidentes sin víctimas mortales en caso de que la del seguro se retrase. Otra medida que están explorando es abrir un carril adicional en la AP-7 norte, de la misma manera que hacen en la AP-7 sur entre Vilafranca y El Papiol o en la C-32 en el Maresme.