Política

El Parlament afronta la suspensión definitiva de Borràs con Junts en el limbo

Este jueves hay convocada la Mesa y la posterior Junta de Portavoces para tratar la reconsideración presentada por los posconvergentes que ningún partido apoya

El secretario general de Junts, Jordi Turull, y la ex presidenta del Parlament, Laura Borràs
El secretario general de Junts, Jordi Turull, y la ex presidenta del Parlament, Laura BorràsDavid BorratAgencia EFE

El Parlament afronta este jueves el inicio formal del nuevo curso político con el gran embrollo del verano por resolver: la situación de la ya ex presidenta Laura Borràs, despojada de sus funciones justo antes de las vacaciones al estar a la espera de juicio por dos delitos de corrupción.

Los partidos que integran la Mesa -PSC, ERC y la CUP, además de los propios posconvergentes- abordarán la petición de reconsideración que presentó Junts a mediados de julio para levantar la suspensión. Un órdago que previsiblemente no prosperará ya que socialistas, republicanos y antisistema se han posicionado en contra.

La reunión supondrá además un punto y aparte en la cámara: será la primera de la legislatura que se celebra sin Borràs, y con la republicana Alba Vergés encabezándola como vicepresidenta primera con las funciones de presidenta de forma interina. La convocatoria, hecha por Vergés, cita a la Mesa a las 09.30 horas y a la Junta de Portavoces media hora más tarde, a partir de las 10 horas.

Y aquí se abre un nuevo quebradero de cabeza por resolver, un vacío inédito de poder en la Historia de la Cámara catalana después de que la suspensión de Borràs sea definitiva. Al ser temporal y automática, su aplicación no permite escoger a una nueva presidencia con todos sus derechos y deberes, por lo que el enquistamiento se prevé profundo.

Junts descarta por ahora que su presidenta dé un paso al lado y dimita para poder escoger así una nueva presidencia de la cámara como le reclama el partido de Aragonès y el resto de formaciones políticas, con el PSC y el PP a la cabeza.

A nivel político, el bloqueo sitúa de nuevo a Junts ante la encrucijada: o sigue con el enroque alrededor de su máxima lideresa y renuncian así a la presidencia de la Cámara -en manos de ERC mediante Vergés-, o si fuerza a Borràs a dar un paso al lado, apartarse, dimitir y así poder designar a una persona sustituta de su partido a lo largo de este septiembre para no perder esta parcela de poder.

Sin embargo, de la semana pasada a esta ha habido un cambio sustancial en el entorno posconvergente: el partido ha lanzado un auténtico órdago a ERC exigiéndole cambios en el rumbo del “procés”, fijando de plazo hasta finales de septiembre y amagando incluso con salir del Govern, por lo que el caso Borràs puede ser la espoleta de un cisma aún más profundo.

En un principio, la intención de Junts no es otra que incorporar el caso de Borràs como parte de su relato y llevar su caso incluso a instancias europeas. No obstante, está por ver qué efectos tiene perder una hipotética presidencia del Parlament y desestabilizar su posición en el Ejecutivo con la vista puesta en las municipales del año que viene. ERC, de hecho, ya asegura proyección y visibilidad para Vergés desde la cámara, candidata en Igualada.

La presidenta de la cámara fue suspendida el pasado 28 de julio en aplicación del artículo 25.4 del reglamento, después de que se le abriese juicio oral por un presunto fraccionamiento de contratos cuando presidía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). Para ello se enfrenta a seis años de prisión y 21 de inhabilitación, y está a la espera de conocer la fecha de juicio.