Detenidos los compañeros de piso del fallecido descuartizado de un contenedor de Barcelona

Los Mossos d’Esquadra han detenido a dos hombres --de 31 y 51 años-- presuntamente relacionados con el hallazgo de un cadáver en un contenedorel pasado martes en el distrito de l’Eixample de Barcelona, según han explicado en un comunicado este lunes. Eran los compañeros de piso de la víctima.

En el marco de la investigación, se localizó un domicilio de la ciudad con “diferentes indicios que relacionarían este sitio con la posible muerte violenta”.

Asimismo, los detenidos pasarán a disposición judicial durante este martes por la mañana.

Trabajadores municipales dieron el aviso el pasado martes sobre las 11 horas, después de encontrar un torso masculino dentro del contenedor en la confluencia de las calle Aragó y Casanova, donde empieza la avenida Roma.

La policía catalana recogió muestras del lugar de los hechos, y el Juzgado de Instrucción 23 de Barcelona abrió una investigación para esclarecer el crimen.

Fue un chatarrero quien, por total casualidad, halló el martes pasado un torso escondido en una maleta, en un contenedor del Eixample. Acto seguido, el Grupo de Homicidios de los Mossos d’Esquadra se hizo cargo del caso y de la investigación. A partir de ese momento se activaron todos los servicios policiales y judiciales.

Con rapidez, los Mossos tuvieron claro que la investigación para identificar el cadáver y hallar el resto del cuerpo sería muy difícil. Y así está siendo. Las extremidades que faltan no estaban en ninguno de los contenedores cercanos, porqué no se encontró nada de nada.

Así las cosas, han pasado seis días desde el macabro descubrimiento y apenas se ha avanzado en lo referente a la identidad de la vítima. Lo único que ha quedado claro, y no se trata de un detalle menor, es que el hombre había fallecido poco antes, y que era de mediana edad. No hay más rastros biológicos, y falta casi todo el cuerpo: extremidades superiores e inferiores, la cabeza, los genitales...

Los Mossos han podido extraer el ADN, que servirá para compararla con restos de las bases de datos policiales, si bien, hay que recordarlo, es una base limitada y no se dispone de ADN de todo el mundo. El cuerpo está cortado por debajo del cuello y hasta encima del ombligo y de manera muy torpe, según consta al atestado policial. Lo que podría ser útil para poner nombres y apellidos en el cadáver sería poder tener acceso a las huellas dactilares, pero, de momento, los dedos no han aparecido. Tampoco se ha hallado demasiado en el interior de la maleta.