En 2023

El Cuarto Cinturón de Barcelona y el Hard Rock, las exigencias del PSC para los Presupuestos

Los socialistas reclaman reactivar ambos macroproyectos para aprobar las cuentas del Govern ante el recelo de ERC y la complicidad de Junts

El líder del PSC y jefe de la oposición en Cataluña, Salvador Illa
El líder del PSC y jefe de la oposición en Cataluña, Salvador IllaAndreu DalmauAgencia EFE

El PSC ya ha puesto dos exigencias sobre la mesa en plenas negociaciones para los Presupuestos de 2023: impulsar dos macroproyectos encallados, el complejo de ocio del Hard Rock Café en Salou y la B-40 o Cuarto Cinturón en la zona del Vallès, en plena área metropolitana. Reclamaciones que los socialistas buscan reactivar como condición para pactar las cuentas del Govern de Aragonès y ante los recelos que generan en Esquerra.

El pasado junio, después de que trascendiera la baja cifra de ejecución de inversiones del Gobierno en Cataluña el año pasado, la Generalitat plantó a la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, en un acto en el que se debía dar a conocer un acuerdo para desbloquear la construcción de la B-40, más conocida como Cuarto Cinturón o Ronda del Vallès. Una vía que lleva años encallada y que provoca más de una suspicacia en las filas republicanas.

Ahora, sin Junts en el Govern y con el PSC en una posición preferencial en la negociación presupuestaria, Illa considera que «no puede ser que el Govern bloquee» la B-40 por sus intereses «de chimenea estrecha y electoralista», en contra de «la voluntad muy mayoritaria de los responsables de instituciones de Sabadell y Terrassa y su sociedad civil» de esos territorios.

En este sentido, los socialistas exigen reactivar el macroproyecto del área metropolitana de Barcelona, una infraestructura que afecta ría a medio millón de personas. De hecho, permitiría descongestionar la Gran Via de Sabadell, facilitaría la movilidad de los vecinos de Castellar del Vallès y mejoraría las opciones de conexión entre Terrassa y Sabadell. La nueva ronda debería conectar las dos capitales vallesanas –Terrassa y Sabadell– por los barrios del norte con una prolongación de cuatro kilómetros. Los alcaldes de la zona apoyan al unísono la obra.

Se da la paradoja de que los posconvergentes, ex socios de ERC en el Govern, sí son partidarios de una infraestructura que cuenta con el aval y la inversión del Gobierno de Pedro Sánchez, por lo que ahora la pelota está en el tejado de Aragonès. Junts también presiona para reactivar el complejo de ocio del Hard Rock Café, otra de las exigencias del PSC.

Además, Salvador Illa ha confirmado en una entrevista a Efe que exigirá «garantías» de que lo acordado se lleve a cabo en caso de que las conversaciones con el Govern lleguen a buen puerto. «Ha de quedar por escrito. Generosidad, toda. Ingenuidades, no», ha avisado.

Pese a la urgencia del Ejecutivo catalán de cerrar un acuerdo ya y llevar las cuentas al Parlament antes de acabar el año, Illa ha vuelto a insistir en que él tiene «la conciencia muy tranquila» y ha advertido de que su partido quiere analizar los Presupuestos a fondo y lograr «un buen acuerdo», para el que aún queda «camino por recorrer».