Memoria histórica
Varon Dandy, un perfume de museo que cumple 100 años
Badalona dedica una gran exposición al centenario de uno de los productos más recordados y relacionados con cierto arquetipo de lo que debía ser un hombre elegante
No suele ser habitual que un museo dedique sus instalaciones a algo que está en las tiendas. Lo habitual, por obra y gracia de Andy Warhol, es que sean los artistas los que van al comercio para hacer de lo que encuentren allí algo parecido a una obra de arte. Sin embargo, a veces puede pasar que lo que hay en las tiendas de toda la vida es una obra de museo.
Buena prueba de ello es una exposición que puede verse estos días en el Museu de Badalona y que sirve para conmemorar el centenario de un producto tan popular como es el perfume Varon Dandy. A partir de numerosos objetos originales, así como documentación original, el centro reconstruye la historia de algo que es mucho más que un producto destinado a la higiene masculina. «Perfumería Parera. 100 años de Varon Dandy», que es como se titula esta iniciativa que se complementa con un libro de la historiadora Núria Casals, es también un viaje por la memoria sentimental de un tiempo y de una manera de entender la masculinidad que quedaba atrapada en un gran frasco de color tabaco.
Todo se inicia en 1912 cuando Joan Parera i Casanovas pone en marcha en Badalona una perfumería que bautizó con su apellido. El establecimiento estaba situado en la rebotica del negocio familiar, en la calle Sant Pere. Cuatro años más tarde, la iniciativa de Parera había crecido y fue inevitable la instalación en un local más imponente en calle Arnús que también incluía una tienda.
Parera fue un visionario y un hombre con gran olfato, nunca mejor dicho, para los negocios. Gracias a ser un visionario fue lanzando al mercado varios productos, entre ellos el que serviría para marcar una época: Varon Dandy, una fragancia que acabaría desembocando en una línea de productos destinados al mercado masculino. Fue un absoluto éxito comercial, como demuestra el hecho de que también tuviera repercusión en el mercado internacional, muy especialmente en América Latina. «En Puerto Rico se vendía tanto que en la fábrica los trabajadores bromeaban sobre si se bebían o se duchaban con Varon Dandy», según comenta Núria Casals como anécdota, en declaraciones a Efe.
Pero no todo acabó en ese legendario frasco porque Perfumería Parera también, antes de la Guerra Civil, logró convencer con esencias y perfumes tan recordados como Tentación y Cocaína en Flor, pero también Pin’s y Gong. Ya en la segunda mitad del siglo XX, alcanzaron mucha popularidad, entre otros, Agua Profunda, Vereda, Giovanna, Brando, Jacq’s o Andros.
La exposición del Museu de Badalona cuenta con cerca de 200 frascos y una amplia representación de anuncios aparecidos en la prensa de un fondo de más de 300 unidades –carteles, recortes de prensa, etc.– que conserva el mismo museo, así como colaboraciones como la que aporta el coleccionista Juanjo Ruiz Crivillé, que cuenta con más de 5.000 botellas y frascos de Varon Dandy.
La exposición, que está centrada sobre todo en los primeros años de una de las empresas más emblemáticas de la ciudad, busca rememorar la presencia de Varon Dandy en muchos hogares, tal y como detalló a Efe la directora del Museu de Badalona, Margarida Abras. La directora rememora que «en todas las casas de Badalona había una botella de Anís del Mono y otra de Varon Dandy», ambos productos muy populares y de Badalona, si bien no tanta gente sabe que el perfume «nació y se fabricó aquí».
Margarida Abras agregó que esta exposición es «muy completa porque presentamos, por un lado, la exposición y, por otro, el libro escrito por Núria Casals, que contiene la historia completa de la perfumería», en un proyecto más amplio.
En esta línea, el Museu de Badalona ha programado en paralelo a la muestra actividades y ponencias durante los meses de enero y febrero, como por ejemplo «200 años de Perfumería Española» con el coleccionista Juanjo Ruiz y «De la industria de la perfumería a la artesanía del perfume», de la maestra artesana perfumista Esperança Cases.
«Recuerdo que mi padre usaba esta colonia» o «yo trabajé en Parera» son algunos de los comentarios que ya hay escritos en el libro en el que, al final de la exposición, los ciudadanos pueden dejar sus recuerdos. Según la historiadora Casals, «para la gente mayor esta muestra tiene el valor añadido de las emociones y la vivencias que recoge». Un viaje en el que se rememoran aromas.
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