El Ayuntamiento de Barcelona ha reconocido que este año se han producido 20 incidencias por golpes de calor entre trabajadores municipales, según ha informado el teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle. El dato llega en plena polémica por el fallecimiento de una trabajadora del servicio de limpieza durante la ola de calor del pasado junio, un caso que sigue bajo investigación judicial.

Según el balance oficial, 12 incidencias se han registrado en los servicios de limpieza, cinco en Parcs i Jardins y tres en otras áreas municipales. Los síntomas más frecuentes han sido mareos, vómitos, náuseas y malestar general, y aunque no se han notificado casos graves, algunos empleados tuvieron que coger la baja laboral al menos un día.

El Ayuntamiento defiende sus protocolos, pero admite mejoras

Batlle afirmó que los incidentes son “reducidos” en comparación con el número total de empleados, lo que a su juicio demuestra que los protocolos de prevención funcionan. Estas medidas incluyen hidratación obligatoria, descansos y reorganización de turnos para evitar las horas de máxima insolación.

No obstante, reconoció que “hay margen de mejora” y anunció que el consistorio reforzará los controles. Incluso estudia exigir el cumplimiento estricto de los protocolos como condición para mantener los contratos con empresas concesionarias.

Pendientes de la autopsia: la muerte bajo sospecha

Este recuento no contempla la muerte de una trabajadora de limpieza el 28 de junio, tras su jornada en plena ola de calor. El Ayuntamiento está “a la espera” de los resultados de la autopsia judicial, que determinará si la causa fue un golpe de calor.

La primera autopsia apunta a que la mujer falleció por un golpe en la cabeza al desplomarse en casa, según comunicó su hermana, Clara Aguilar, quien acusó al consistorio y a FCC de mentir sobre las circunstancias. Si el informe judicial confirma la muerte por calor, la familia presentará denuncias contra ambas partes.