La antigua Convergència asalta de nuevo Junts de la mano de Trias y su candidatura

Junts afronta las elecciones municipales del próximo mes de mayo como una auténtica prueba de fuego, un reto para medir su nivel de supervivencia después de haber abandonado el Govern de la Generalitat por primera vez en la Historia. Y Barcelona, por su significado e influencia, vuelve a convertirse en la joya de la corona de la mano de un invitado de excepción al que todos se aferran: Xavier Trias.

La vieja guardia convergente, con los mismísimos Jordi Pujol y Artur Mas desde una simbólica posición, ha salido en tromba a defender al ex alcalde en su carrera para recuperar la vara de mando de la ciudad. En juego no sólo está a alcaldía, sino también la eterna lucha de poder entre Junts y ERC: quedar por delante de Ernest Maragall y la lista republicana se antoja clave para las aspiraciones y el relato de Junts, un partido empeñado en ejercer una férrea oposición al Govern de Pere Aragonès.

Significativa fue la mencionada presencia de Pujol y Mas en la puesta de largo de Trias como candidato por Barcelona que organizó en la capital catalna. Un acto encuadrado en una mala semana para los posconvergentes con el inicio del juicio por corrupción a su presidenta, Laura Borràs, amenazando al partido. De hecho, ninguno de ellos estuvo presente en la sede del TSJC

Al importante apoyo de los ex presidentes de la Generalitat hay que sumarle que Trias ha decidido rodearse de varios pesos pesados de la formación para su vuelta: sintomático es que su jefe de campaña sea Jordi Martí, un histórico dirigente que le ha acompañado en varias etapas, desde su salto al Congreso hasta su paso por la alcaldía de Barcelona, entre 2011 y 2015. También la incorporación de perfiles moderados como los de los ex consejeros Damià Calvet, Neus Munté, Ramon Tremosa o incluso Victòria Alsina.

Fichajes que suponen una enmienda a los sectores más radicales de Junts, encabezados por Laura Borràs y sus afines. De hecho, Calvet, ex consejero de Territorio de la Generalitat y uno de los máximos exponentes del sector moderado de la posconvergencia, se enfrentó a la propia Borràs en las primarias del partido para la presidencia de la Generalitat. Y todos ellos, con especial mención a Victòria Alsina –quien se afilió a Junts para poder votar en la consulta interna– defendieron con ahínco la necesidad de no romper con Pere Aragonès y seguir en el Govern frente a las posturas de los más radicales avalados por Carles Puigdemont.

La posconvergencia clásica también se ha encargado de ocupar otra de las plazas más codiciadas para la formación: el periodista Josep Maria Vallès se presenta para recuperar la alcaldía de Sant Cugat, uno de los puntos calientes del área metropolitana de Barcelona. De perfil moderado, está avalado por el propio Trias, Jordi Turull y la ex consejera Lourdes Ciuró, y se ha impuesto frente a otras opciones más radicales que sonaron como la del ex vicepresidente Jordi Puigneró, hombre afín a Puigdemont. La guerra electoral contra ERC y la gestión marcan ahora el relato del partido.