
Curiosidades
Día Mundial de Drácula: el vampiro medieval catalán que precedió al famoso conde Drácula
La figura del Conde Struc, un personaje histórico de Cataluña, se mezcla con el mito del vampiro medieval

Mucho antes de que Vlad Tepes, conocido como Drácula, tomara forma en la literatura, el Empordà ya tenía su propio "vampiro". Este misterioso personaje medieval, conocido como el Conde Struc o Estruch, dejó una huella imborrable en la historia y leyendas catalanas.
Su figura, rodeada de mitos y relatos oscuros de vampirismo, se sitúa en una época convulsa en la que la frontera entre lo real y lo sobrenatural se difuminaba, haciendo de él un personaje que sigue fascinando hasta hoy.
El Conde Struc: caballero de honor y perseguidor de paganos
El Conde Struc, nacido de origen germánico, destacó por su valentía en la época de Alfonso II el Casto. Con un papel crucial en las batallas de Tortosa (1148) y Lérida y Fraga (1149), Struc fue recompensado con tierras y honor por su coraje. Se le encomendó la misión de erradicar el paganismo en las tierras del Empordà y, para ello, recibió el control del castillo de Llers.
A pesar de su reputación como caballero honorable y su trato respetuoso con los súbditos, la historia de Struc pronto se vería envuelta en oscuros relatos. Cuentan las leyendas que, en su lucha contra la brujería, el conde fue más allá de lo que la historia documenta, y pronto se le atribuyeron actitudes y comportamientos siniestros que marcaron su transformación en un personaje de leyenda.
La leyenda del vampiro: entre la maldición y el mito
Las leyendas sobre el Conde Struc empiezan a tomar un giro macabro tras su muerte. Se cuenta que Struc no solo perseguía a los paganos, sino que también chupaba la sangre de sus súbditos y seducía a las jóvenes, dejándolas embarazadas. Los nacimientos de estos niños se describían como monstruosos y grotescos, muriendo poco después de nacer. Las cosechas de sus dominios también se estancaban, sumiendo la región en la desolación.
Otro relato asegura que, tras mandar ejecutar a un grupo de mujeres acusadas de brujería, estas lo maldijeron antes de morir. Se cuenta que, después de su fallecimiento, Struc regresó como un joven apuesto, siguiendo el curso de los vampiros tradicionales: chupando la sangre de animales y mujeres.
La realidad histórica: ¿existió el Conde Struc?
Más allá de las leyendas sobre su vampirismo, lo cierto es que el Conde Struc fue un personaje real. Su nombre verdadero parece haber sido Arnald Estruch, y se casó con Arnaldeta Sitjar, quien murió en 1214. Aunque la documentación sobre su vida es escasa, ya que el castillo de Llers fue destruido durante la Guerra Civil, la figura de Struc sigue siendo objeto de estudios históricos.
Es posible que Struc fuera un noble cátaro que, tras ser perseguido en Francia por sus creencias, se refugiara en Cataluña. Los cátaros, perseguidos y vilipendiados a lo largo de la historia, fueron asociados con todo tipo de leyendas oscuras, lo que podría explicar las historias macabras que se tejieron en torno al Conde Struc.
La tumba de Struc: evidencia histórica y misterio
En 2002, se descubrió una tumba en el exterior de la iglesia de San Félix de Gerona, con la inscripción "Arnaldeta Struccionis", la esposa del Conde Struc. El hallazgo de este sepulcro, junto con los grabados de ángeles y símbolos esotéricos en la piedra, ha alimentado las teorías sobre la veracidad de las leyendas que rodean al conde.
El arquitecto Josep Puig i Cadafalch destacó que este hallazgo confirma la existencia de Struc, aunque las leyendas que lo rodean, incluida su transformación en vampiro, siguen siendo parte de la tradición oral de la región.
El legado de Struc: de vampiro a leyenda popular
El Conde Struc, como figura histórica y legendaria, sigue siendo un personaje fascinante en la cultura popular catalana. Su historia, entrelazada con mitos de vampirismo y maldiciones, refleja las tensiones sociales y religiosas de la época medieval. Aunque las leyendas sobre su vampirismo son imposibles de corroborar, su figura sigue viva en los relatos y las leyendas del Empordà, contribuyendo a un imaginario colectivo que no distingue entre lo real y lo sobrenatural.
El Conde Struc se mantiene como un enigma en la historia de Cataluña. Su vida, marcada por las batallas, la persecución religiosa y las leyendas macabras, lo convierte en un personaje complejo y fascinante. Mucho antes de que Drácula ocupara las páginas de la literatura, el Empordà ya tenía su propio "vampiro", un conde cuya historia sigue siendo contada por las generaciones que habitan las tierras que él dominó.
El misterio de Struc, entre la realidad histórica y el mito del vampiro, perdura en la memoria colectiva de Cataluña.
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