
Historia
Estos son los nombres más curiosos de las calles de Barcelona: hay una historia para cada una de ellas
La próxima vez que pasees por la ciudad, fíjate en las placas con los nombres de las calles, porque puede que detrás de ellas haya un relato que te sorprenderá

Barcelona es una ciudad con una riqueza histórica y cultural inigualable, y eso se refleja incluso en los nombres de sus calles. Más allá de las avenidas icónicas y los paseos turísticos, la Ciudad Condal esconde rincones con denominaciones tan sorprendentes como enigmáticas. Algunas de estas calles tienen nombres que, al escucharlos, despiertan curiosidad e invitan a investigar su origen. Desde referencias históricas hasta leyendas urbanas, cada una de ellas esconde una historia fascinante.
A continuación, repasamos algunas de las calles con los nombres más peculiares de Barcelona y el porqué de su denominación.
[[H2:1. Carrer de Ja-hi-som (Calle del ‘Ya estamos’)]]
Ubicada en el distrito de Horta-Guinardó, esta pequeña calle destaca por su curioso nombre, que en castellano significa “ya estamos”. Existen varias teorías sobre su origen, pero la más extendida apunta a que hace referencia a un antiguo camino que conducía a una masía o punto de descanso. Cuando los viajeros llegaban a ese lugar después de una larga caminata, solían decir "ja hi som!" (ya hemos llegado), lo que terminó dándole nombre a la calle.
[[H2:2. Carrer de l’Oblit (Calle del Olvido)]]
Este misterioso nombre, que se traduce como “calle del olvido”, puede encontrarse en el barrio de Sant Andreu. Aunque su origen exacto no está documentado, algunas historias locales apuntan a que se debe a la lejanía de la zona en tiempos pasados. Antes de que Sant Andreu se integrara completamente en Barcelona, era una barriada alejada del centro, y quienes se mudaban allí eran “olvidados” por el resto de la ciudad.
Otros relatos sugieren que podría hacer referencia a algún suceso del pasado que se quiso borrar de la memoria colectiva, aunque no hay pruebas concretas de ello.
3. Carrer de l'Esquirol Volador (Calle de la Ardilla Voladora)
Este divertido nombre parece sacado de un cuento infantil, pero es completamente real. Se encuentra en el barrio de Gràcia, y su denominación se debe a la fauna que antiguamente habitaba la zona.
En el pasado, en Barcelona y sus alrededores era común encontrar ardillas en los bosques cercanos, y aunque la ardilla voladora no es autóctona de Cataluña, su nombre puede haberse inspirado en relatos de viajeros o en la fascinación por los animales exóticos. También se dice que podría ser una alusión metafórica a la agilidad y rapidez con la que los habitantes de la zona se desplazaban entre los tejados y callejones.
4. Carrer de Malcuinat (Calle del Mal Cocinado)
Este nombre, que literalmente significa "calle del mal cocinado", se encuentra en el distrito de Ciutat Vella, y su origen está ligado a la gastronomía. Se cree que en esta calle existieron antiguamente tabernas o fondas de dudosa reputación, donde la comida no era precisamente la mejor. Los clientes solían quejarse de los platos mal preparados, lo que terminó por darle a la calle su curioso nombre.
Otra teoría apunta a que se refiere a los platos más humildes de la cocina catalana, elaborados con sobras o ingredientes de baja calidad, que se consideraban "mal cocinados" en comparación con los manjares de las clases altas.
5. Carrer de les Mosques (Calle de las Moscas)
El nombre de esta calle, situada también en Ciutat Vella, no deja mucho a la imaginación. En la Barcelona medieval, esta zona era conocida por la acumulación de residuos y la presencia de mataderos, lo que inevitablemente atraía una gran cantidad de moscas.
Otra versión sugiere que, en este lugar, las viviendas tenían corrales donde se criaban animales, lo que también contribuía a la presencia de estos insectos. Aunque hoy en día ya no tiene nada que ver con su pasado, su nombre sigue recordando aquellos tiempos en los que las condiciones sanitarias de la ciudad eran muy distintas.
6. Carrer dels Petons (Calle de los Besos)
El nombre más llamativo de esta lista y, probablemente, uno de los más románticos de toda Barcelona. Sin embargo, su historia no es tan dulce como parece.
Ubicada en el barrio de El Born, la Carrer dels Petons (calle de los besos) tiene dos teorías sobre su denominación. La más popular dice que en esta calle se encontraban los calabozos donde se retenía a los condenados antes de su ejecución. Era aquí donde sus seres queridos les daban el último beso de despedida, de ahí el nombre.
Otra versión, más optimista, apunta a que era una calle discreta donde las parejas se encontraban en secreto, lejos de las miradas indiscretas de la sociedad de la época. Sea cual sea la verdad, su nombre sigue siendo uno de los más llamativos y poéticos de la ciudad.
Una ciudad llena de historia hasta en sus calles
Barcelona no solo es conocida por su arquitectura, su gastronomía y su vibrante vida cultural, sino también por los pequeños detalles que la hacen única. Sus calles no solo son un reflejo de su pasado, sino también de las historias y curiosidades que han quedado grabadas en su memoria urbana.
Así que, la próxima vez que pasees por la ciudad, fíjate en las placas con los nombres de las calles, porque puede que detrás de ellas haya un relato que te sorprenderá.
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