
Política
La Generalitat descarta los presupuestos y se centra en la financiación singular para Cataluña
La portavoz del Govern reconoce que es "prácticamente imposible" tenerlos aprobados a principios de 2026, como se tenía previsto

La Generalitat de Cataluña ha asumido que no podrá cumplir con el calendario previsto para aprobar los presupuestos autonómicos de 2026. Tras un año de prórroga y con las negociaciones todavía en punto muerto, la portavoz del Govern, Sílvia Paneque, ha reconocido que es "prácticamente imposible" que las cuentas estén listas a 1 de enero del próximo año. En su lugar, el Ejecutivo catalán ha decidido concentrar todos sus esfuerzos en cerrar un acuerdo sobre la denominada financiación singular, el nuevo modelo que debería mejorar los recursos de Cataluña y que ERC ha situado como condición indispensable para sentarse a negociar las cuentas.
Paneque ha explicado que el Govern mantiene el objetivo de aprobar unos buenos presupuestos, pero ha admitido que los tiempos parlamentarios y el estado actual de las conversaciones hacen inviable llegar a tiempo. “Queremos tener presupuestos, pero es difícil que sea el 1 de enero. Mantenemos el objetivo para tener un buen acuerdo de país, pero por trámites parlamentarios y por el momento de negociación, es prácticamente imposible”, ha afirmado. Según la portavoz, el Ejecutivo está “centrado” en las negociaciones sobre la financiación singular y no prevé abrir conversaciones con los grupos parlamentarios hasta que ese tema esté resuelto.
ERC marca el ritmo
El principal socio del Govern, Esquerra Republicana, ha reiterado las mismas condiciones que el año pasado para apoyar las cuentas: no habrá acuerdo presupuestario hasta que se vean “avances tangibles y sustanciales” en la nueva financiación. Los republicanos consideran que, por ahora, esos avances no se han producido. Por su parte, los comuns exigen progresos en materia de vivienda y políticas sociales, pero también reconocen que el diálogo no ha comenzado. En este contexto, Paneque ha sido tajante: “Solo llevaremos los presupuestos a tramitación parlamentaria cuando tengamos la seguridad de contar con el apoyo de los socios de investidura. En estos momentos, aún no se han producido negociaciones”.
El Govern, por tanto, ha decidido no abrir todavía la negociación política con los grupos. En el Palau aseguran que las cuentas siguen en fase de “trabajo interno”, ajustando el reparto de recursos entre los distintos departamentos, pero que no habrá más novedades hasta que se concrete el nuevo modelo de financiación. Los dos principales escollos siguen siendo la aplicación del criterio de población ajustada y el principio de ordinalidad, dos elementos que el Ejecutivo catalán considera esenciales para que el sistema sea justo con Cataluña.
Un acuerdo incierto y sin fecha
La Generalitat confía en alcanzar un acuerdo sobre la financiación singular con el Gobierno central y con ERC, aunque nadie se atreve a fijar plazos. El conseller de la Presidència, Albert Dalmau, apuntó recientemente que el acuerdo podría llegar “de cara a Navidad”, aunque otras fuentes situadas cerca de las negociaciones hablaban de noviembre. Sin embargo, la propia portavoz del Govern ha optado por la prudencia: “Si se alarga hasta diciembre, llegaremos a diciembre”, dijo Paneque, recordando que se trata de un asunto “complejo” que lleva una década encallado.
Una de las claves será la próxima convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera, que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, debería reunir de forma inminente. Allí podría abordarse la cuestión del nuevo modelo, aunque ERC ya ha advertido que si la ministra presenta una propuesta sin cerrar, eso podría hacer “embarrancar las conversaciones”. Además, las comunidades gobernadas por el PP prevén forzar el debate en ese marco multilateral, lo que podría añadir más presión política al proceso.
Financiación singular antes que presupuestos
Mientras tanto, la Generalitat insiste en que la prioridad absoluta es lograr un acuerdo de financiación que respete los compromisos adquiridos con ERC. Fuentes del Govern aseguran que se mantiene abierta una negociación “bilateral” con el Estado y que, si el PP defiende una reforma del sistema, “será positivo”. Pero hasta que el modelo no quede cerrado, el Ejecutivo catalán no moverá ficha en materia presupuestaria.
En definitiva, el Govern ha decidido apostar todas sus cartas al nuevo sistema de financiación. Aunque en el Palau de la Generalitat se niegan a creer que el próximo año empiece sin presupuestos por segundo ejercicio consecutivo, lo cierto es que, a día de hoy, los tiempos juegan en contra. La financiación singular se ha convertido, así, en la llave de bóveda de la legislatura: sin ella, no habrá nuevas cuentas.
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