Pugna secesionista

La independencia, ausente en campaña, nueva arma arrojadiza entre ERC y Junts

Republicanos y posconvergentes se tiran los platos por la cabeza por la independencia en esta recta final

La plana mayor de Junts, con Jordi Turull a la cabeza, en un acto en Girona con una «estelada» y una pancarta de Puigdemont
La plana mayor de Junts, con Jordi Turull a la cabeza, en un acto en Girona con una «estelada» y una pancarta de PuigdemontJUNTS

Fue Oriol Junqueras quien abrió la caja de Pandora este domingo en un acto en Girona: el presidente de ERC arremetió con dureza y acusó a Junts de «desdecirse, esconderse y avergonzarse» del independentismo. Un torpedo directo a la línea de flotación posconvergente cuando quedan pocos días para las elecciones. En juego está la hegemonía del espacio y la eterna lucha entre los republicanos y Junts, una disputa que se acentúa lejos de Barcelona y con el «procés» en horas bajas.

De hecho, el debate puramente independentista ha sido uno de los grandes ausentes hasta esta recta final de campaña. El «procés» sigue agonizando en las encuestas y en la calle, una realidad que se ha palpado especialmente en la capital catalana y el área metropolitana. Ni Xavier Trias ni Ernest Maragall lo han usado en Barcelona y únicamente se han centrado en cuestiones como la seguridad, la movilidad o incluso las posibles alianzas poselectorales en sus actos.

Es más, el debate independentista solo ha resurgido ahora y en feudos interiores como Girona o Lleida, y lo ha hecho como arma arrojadiza entre ERC y Junts. Buena prueba de ello son las mencionadas palabras de Junqueras, que ahondó en su crítica contra los posconvergentes bajo el siguiente argumento: «Aquellos que se han llamado independentistas en los últimos años por conveniencia, porque creían que les convenía para mantenerse en el poder, ahora se desdicen, se esconden y se avergüenzan». «Ahora que intuyen que para mantenerse en el poder tienen que esconder la independencia, no dudan en esconderla y decir que ha vuelto convergencia», zanjó sobre Trias y el sector más moderado de Junts. Sabedor de que no hay mucho más que rascar en la batalla contra el PSC, ERC se centra también en su pugna con Junts por el mismo puñado de votos independentistas.

Y los posconvergentes, enfrascados en Barcelona tras el regreso de Xavier Trias, tratan de hacer malabarismos entre sus dos almas y concentran sus esfuerzos en criticar a ERC incorporando ahora la bala del «procés». «El voto a Junts es la garantía de no tirar el 1-O a la basura», replicó el secretario general, Jordi Turull, también desde Girona. «Estas elecciones municipales deben servir para mandar un mensaje «a todos los ilusos enterradores del procés» y a quienes forman parte «de una operación de Estado para frenar al independentismo», abundó Turull en alusión a ERC.

Cabe recordar que en los primeros compases de campaña, los posconvergentes se dedicaron plantear este 28-M prácticamente como un plebiscito contra Aragonès y un Govern que «ha institucionalizado la incompetencia», según sus palabras. Una estrategia a la que ahora han añadido la carta del 1-O y de Puigdemont. En este sentido, la candidata en Girona Gemma Geis lleva días alertando de un posible pacto entre el PSC, la plataforma de Guanyem y ERC para descabalgar a Junts del Ayuntamiento de Girona tras el 28-M, una maniobra que el propio Turull secunda con críticas hacia los republicanos. «Hay quien está salivando por ganar en la ciudad del president Puigdemont», pero no «para servir a la gente», alertó sobre una pugna que no ha dejado de crecer en las últimas horas.