Acuerdos municipales
Junts quiere liderar un «Pacto por Ripoll» para aislar a los ultras independentistas
La formación critica a PSC ERC y CUP por «excluirlos» del primer acuerdo y aboga por el cordón sanitario contra los ultras
Días convulsos para Junts en lo referente a un posible pacto en Ripoll con PSC, ERC y CUP en forma de cordón sanitario. El objetivo sería evitar que gobierno la formación ultra independentista Aliança Catalana, liderada por Silvia Orriols.
Por una parte, la presidenta de Junts, Laura Borràs, se mostró crítica con la creación de un cordón sanitario, mientras la cabeza de lista paa las elecciones generales del 23J, así como la mayoría de la cúpula del partido es muy partidaria de «aislar a la ultraderecha».
Estas últimas posturas causaron malestar en la ejecutiva local de Junts en Ripoll, que defiende su autonomía para decidir sobre este posible pacto contra Aliança Catalana.
De hecho afirmaron el lunes que el acuerdo con ERC, el PSC y la CUP no estaba cerrado. La noche de ese día se tenían que reunir con estas tres formaciones a fin de que les dieran detalles del acuerdo y una propuesta para el posible pacto, pero el encuentro no se produjo a petición de Junts,.Dijeron que primero habría nuevas reuniones a nivel interno del partido para valorar qué hacer.
Tras estas reuniones, Junts anunció ayer que quiere liderar las conversaciones para cerrar un «pacto por Ripoll» que aisle a Aliança Catalana, ganadora de las elecciones el 28M, y sus responsables consideran que ERC, PSC y CUP los han menospreciado al cerrar un acuerdo sin contar con ellos, pese a necesitarlos.
Mientras esos tres partidos aseguraron que la voluntad de Junts era permanecer fuera del gobierno pero contribuir a desbancar a los ultras independentistas, un comunicado de esa formación subrayó que se la ha «excluyó» pese a ser la segunda fuerza más votada.
El mismo texto señaló que se le pidió una «adhesión gratuita sin negociar» y propuso un «pacto por Ripoll» para trabajar por todas las personas «sin razas ni colores ni sexo ni religiones».
Para sacarlo adelante, Junts impulsará su candidatura como segunda fuerza «para aglutinar el máximo de sensibilidades centrales» y contar con «una opción de gobierno fuerte, sólida y con liderazgo».
«En este momento, en Ripoll no hacen falta etiquetas, sino que los ripollenses nos comprometamos a afrontar los retos que tenemos, evitar las confrontaciones, evitar el discurso del odio y crear un pueblo de oportunidades», subrayó el comunicado.
Junts no entendió que ERC, PSC y CUP rompieran «unilateralmente las negociaciones» y presentaran un acuerdo sin pensar que los posconvergentes son «imprescindibles para formar una alternativa».
«Pese a todo, proponemos liderar las conversaciones con las fuerzas políticas centrales de Ripoll para llegar a un gran pacto», concluyeron.
Por su pare, antes de emitirse el comunicado, la portavoz de PSC-Units en el Parlament, Alícia Romero, reprochó ayer a Junts que tenga un «discurso diferente» con Vox que con Aliança Catalana.
Romero reiteró que los socialistas son partidarios de aplicar un «cordón sanitario» a todas las formaciones de extrema derecha en todas las instituciones, y criticó que Junts no sea igual de «claro y contundente» con Aliança Catalana que con Vox.
«Tenemos que interpelar a Junts, por qué aquí (en el Parlament) se ponen tan estupendos con Vox y, en cambio, en Ripoll no lo hacen de una forma clara y contundente. No entendemos por qué Junts hace un discurso diferente», enfatizó la portavoz socialista, que remarcó que el discurso de la líder de Aliança Catalana, Sílvia Orriols, «es exactamente el mismo» que el de Vox.
Romero defendió que trabajarán para que en Ripoll haya un gobierno alternativo a la formación ultraindependentista: «Las listas más votadas se pueden respetar siempre y cuando no haya una mayoría alternativa que genere un gobierno, porque la democracia también pide alianzas, complicidades y búsqueda de acuerdos».
La portavoz de la Generalitat, Patrícia Plaja, advirtió de que «no hay nada que justifique dejar paso y dar aire a la extrema derecha» en la alcaldía de Ripoll, por lo que reclamó «barrar el paso» a Aliança Catalana «con firmeza y sin fisuras. Plaja dijo que «hay que barrar el paso a la extrema derecha, tenga el nombre que tenga».
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