Colección de museo

El óptico que colecciona la historia de las gafas

Rocafort de Vallbona ha expuesto el fondo reunido por Xavier Motlló

Una imagen de la exposición
Una imagen de la exposiciónÒptica Motlló Òptics

Se puede coleccionar de todo y eso lo demuestra que hay todo tipo de colecciones. Lo que resulta evidente es que toda esa recopilación de materiales acaba contando una historia. Eso es lo que se ha podido constatar estos días en una exposición celebrada en Rocafort de Vallbona. Se trata de un recorrido completo por el mundo de la óptica desde el año 1.700 hasta la actualidad.

Todo ello forma parte del fondo que ha reunido Xavier Motlló y que empezó cuando le regalaron unas gafas antiguas. Aquello fue el punto de partida de una búsqueda de la historia de la óptica, especialmente a través de numerosos anticuarios.

De esta manera puede seguirse la evolución del que es el oficio de Motlló. Porque en la Antigüedad, las que venían a ser las primeras gafas, se sujetaban con una especie de pinzas a la nariz, como se puede comprobar en los llamados popularmente quevedos. No fue hasta 1727 que todo cambió gracias al trabajo de un óptico inglés llamado Edward Scarlett, también fabricante, a quien se le ocurrió la brillante idea de incorporar unas varillas de acero o hierro a las lentes que se cogían por el lado de la cabeza, aunque aún no se pegaban a las orejas.

En la colección de Xavier Motlló también podemos encontrar binóculos, desde los que se empleaban para ir de excursión por la montaña a aquellos que se llevaban a las funciones teatrales, más refinados y con acabados en nácar.

Otras piezas interesantes son las llamadas Truman, que toman el nombre del presidente estadounidense que ordenó lanzar la bomba atómica. Son gafas que en su momento se hicieron muy populares y que resultaban muy ligeras por su delgada montura con un solo tornillo.