Hispanofobia

Denuncian las imposiciones del catalán en escuelas a familias extranjeras recién llegadas

En los últimos meses el aprendizaje obligatorio del idioma ha provocado numerosos problemas de diversa índole en diversos centros educativos

La Escuela Maristes Inmaculada de Barcelona
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Señala la entidad Asamblea por una Escuela Bilingüe en su cuenta de Twitter que “la Escuela de La Inmaculada de Maristes reconoce que hay un aumento significativo de familias recién llegadas, un alto porcentaje con origen en América Latina ¿ Y qué hacen? ¿Reforzar que las reuniones sean bilingües? !NO!, todo lo contario, que sean íntegramente en catalán”.

De esta manera, la entidad denuncia una nueva imposición del catalán a las familias recién llegadas a Cataluña, que se encuentran con muchos problemas por este motivo. En este sentido, cabe recordar el caso de Ahmed Rodríguez Pando, emigrante de origen cubano, llegó a Barcelona en el año 2017. Tras un año en la Ciudad Condal se trasladó a Terrassa, donde ya le acompañaba su hijo Adrián. Tras seis años viviendo en este municipio, han hecho las maletas.

“Allí no hay inmersión lingüística, sino que se trata de imposición lingüística”, relató Ahmed. Adrián, el,hijo, sufre autismo, por lo que sus necesidades especiales, le hicieron entrar en el Aula de Acogida del IES Montserrat Roig. Ahmed reconoce que el catalán fue un problema para su hijo desde prácticamente el primer momento “le hizo un clac en su cerebro. Se vio fuera de lugar por el problema del idioma y, aunque recibía ayuda, no fue suficiente. Se convirtió en una especie de ruido que lo perturbaba”.

Ante esta situación, la familia pidió que su hijo tuviera la opción de tener el castellano como lengua vehicular, algo que fue rechazado. “El centro me pidió mayor tolerancia, pese a que sabían que Adrián ya se había puesto violento, llegando a autolesionarse en alguna ocasión. He de decir que tuvo mucha ayuda, siempre que siguiera el modelo impuesto por el instituto, por el cual el catalán no podía desaparecer en su aprendizaje. El idioma para él siempre fue una barrera”, relata Ahmed. El padre de Adrián tiene muy claro que “para mí, inmersión tiene una connotación positiva, pero no es lo que hemos encontrado. Todo ha pasado por la imposición”. Ahora han emprendido una nueva vida en Gran Canaria, alejados de las imposiciones lingüísticas que se sufren en Cataluña.

Por su parte, el proyecto lingüístico de la escuela Tramontana de Sant Feliu de Llobregat es un centro de educación especial, e impone el catalán «en la mayoría de actividades de aprendizaje y enseñanza». Y eso a pesar de ser conscientes de que el 70 % de los alumnos que acuden al centro tiene el español como idioma principal.

La presidenta de la AEB de Cataluña, Ana Losada, denunció en junio a LA RAZÓN que un nuevo proyecto lingüístico de la escuela Xaloc de Sant Pere de Ribes (Barcelona) establece, según las directrices del centro pero no de la Asociación de Madres y Padres (Ampa), que las actividades extraescolares tienen que ser en catalán. Es lo mismo que sucede en todos los colegios de Cataluña.

Losada denuncia que en este caso, el del centro Xaloc, “hay actividades extraescolares en árabe, chino e inglés, pero no en castellano”. “El resto, sea la materia que sea, tiene que ser en catalán”, lamenta.

“Lo más grave”, continúa Losada, es que “tienen comisarios lingüísticos que controlan estos trabajos, y advierten a los profesores que utilizan el castellano, que es una lengua vehicular, y entonces aquí se traspasan todos los límites, ¿pero a quién reclamas este derecho lingüístico?, nadie en el Ministerio de Educación ni por supuesto la Generalitat van a mover un dedo”.