Relevo

El PSC prepara el asalto a la presidencia del Parlament

Aragonès da por superado el pacto con Junts. El partido de Illa no descarta optar a sustituir a Borràs y pide a Esquerra negociar

Salvador Illa observa al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una sesión parlamentaria. EFE/Enric Fontcuberta
Salvador Illa observa al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en una sesión parlamentaria. EFE/Enric FontcubertaEnric FontcubertaAgencia EFE

La presidencia del Parlament, el segundo rango institucional de Cataluña por detrás de la Generalitat, podría dar un vuelco y ratificar el cambio de papeles tras el «procés». El fin del juicio a Laura Borràs, a la espera de la sentencia del TSJC que podría inhabilitarla, ha abierto un debate sobre qué hacer y cómo afrontar una hipotética condena. Fue el propio presidente Pere Aragonès quien ayer abrió la caja de Pandora y dio por superado el pacto con Junts de inicio de legislatura que llevó a los posconvergentes a presidir la Cámara.

En declaraciones a La 2 y Ràdio 4, Aragonès recalcó que, al salir del Govern, Junts «rompió» el acuerdo que tenía con ERC y que establecía que la presidencia del Parlament era para los posconvergentes y la de la Generalitat para los republicanos. «Junts rompió acuerdo. Si quieren rehacer propuestas conjuntas, estoy muy abierto a escucharlas», se limitó a decir el presidente. «Es importante no cerrar las puertas a nada», abundó en caso de que Borràs, presidenta suspendida de la Cámara, finalmente sea condenada tras el juicio que ha afrontado en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y deba ser sustituida.

Una maniobra para añadir presión, reabrir el debate y afrontar el probable relevo de la posconvergente «por un caso de presunta corrupción» que nada tiene que ver «con la represión política», advirtió el republicano.

Tras las palabras del presidente se esconde un gran interrogante sobre cómo proceder a nivel político: si la sentencia del TSJC es condenatoria e inhabilita a Borràs –la Fiscalía pide 6 años de cárcel y 21 sin ejercer cargo público después de que su ex colaborador la incriminara– la dirigente se quedaría sin su acta de diputada prácticamente de forma instantánea. Y entonces los partidos deberán iniciar su relevo y convocar un pleno para escoger a un nuevo presidente o presidenta. En este escenario, el PSC pidió ayer abiertamente negociar para llegar a un acuerdo y no descarto postular a alguien de sus filas para el cargo al ser el primer grupo en la Cámara con 33 escaños.

«No descartamos nada», dijo en rueda de prensa desde el Parlament la portavoz del PSC, Alícia Romero, la misma persona que lideró las negociaciones con ERC para los Presupuestos. Eso sí, Romero precisó que la prioridad del partido no es que la presidencia de la Cámara la tenga el PSC, sino que el nuevo presidente o presidenta impulse medidas para «recuperar el prestigio». «No nos importa tanto el quién como para qué. Lo que queremos son cambios», aseguró.

Un diagnóstico compartido también por ERC, que ha cuestionado en alguna que otra ocasión la interinidad de la Cámara pese a que es la republicana Alba Vergés quien ocupa en funciones el puesto de Borràs. De hecho, el aviso de Aragonès y la posterior confirmación del PSC evidencian que ambos partidos se abren a explorar una entente que ya han logrado con los Presupuestos y que puede replicarse ahora para dar carpetazo definitivo a la política de bloques del «procés». La candidata del PSC hace dos años, Eva Granados, quedó segunda por detrás de Borràs con 50 votos de los socialistas más los Comunes, el PP y Cs. Ahora, el objetivo es un pacto.