Precampaña

El voto dual del 28-M: el 40% de catalanes cambia de partido

Varían de papeleta en función del candidato en las municipales, un botín para las formaciones de cara a la cita del próximo mes de mayo

Votación del pleno del Parlament de las propuestas del Debate de Política General.DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS30/09/2022
Las últimas elecciones en Cataluña fueron las autonómicas del 14 de febrero de 2021DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESSDAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

La batalla de las municipales está a la vuelta de la esquina y promete una fuerte competencia en el área metropolitana y la ciudad de Barcelona. Una contienda papeleta a papeleta en la que entra en juego el personalismo de las candidaturas más allá de las siglas y la influencia de cada alcaldable. Un voto dual que el último sondeo de la Generalitat ha contabilizado: el 40% de los electores cambia de partido en los comicios locales, un botín a tener en cuenta ante la cita del próximo 28 de mayo.

De hecho, el último barómetro oficial ha llegado apenas un mes y medio antes de pasar por las urnas, lo que lo convierte en un auténtico termómetro para las formaciones antes de iniciar formalmente la campaña.

Ante la pregunta de si el voto cambia de las elecciones autonómicas a las municipales o es el mismo, la mitad de los catalanes dice mantenerlo, el 40% varía de opción política y el resto no sabe o no contesta. Por tanto, la bolsa de indecisos y especialmente de electores que se guían más por intereses locales que por motivos ideológicos es importante.

Los resultados son prácticamente iguales en la ciudad de Barcelona: el 43% cambia de opción, mientras que el 50% es fiel a su partido de referencia en las elecciones a la presidencia de la Generalitat. Un porcentaje elevado, incluso ligeramente superior a la media, teniendo en cuenta que se trata de una ciudad de más de 1,5 millones de habitantes.

De hecho y al margen de la capital catalana, este voto dual se evidencia especialmente en pueblos pequeños. Por ejemplo, en municipios de menos de 2.000 habitantes, un 61% cambia según el candidato. En cambio, en ciudades medias de entre 50.000 y 150.000 personas, la cifra baja hasta el 31%, aunque sigue representando un buen pellizco de electores. Este dato hay que tenerlo en cuenta ya que muchas de las localidades del área metropolitana, del llamado «cinturón de Barcelona», entran dentro de esta categoría.

En las cuatro grandes al margen de la capital catalana –L’Hospitalet, Badalona, Terrassa y Sabadell–, el voto dual representa el 36%, según el mismo sondeo. Es decir, casi cuatro de cada diez habitantes cambian su papeleta de las autonómicas a las municipales. Ocurre lo mismo en las otras capitales de provincia, en Girona, Tarragona y Lleida, y en municipios como Reus, por ejemplo.

Hecha la radiografía por territorio, la encuesta también muestra el perfil de votante por partido. En este sentido, los partidos que tienen los electores más fieles son el PSC, Junts y el PP, una ventaja de cara a la campaña de las municipales. En el caso de los socialistas, logran retener al 67% de sus votantes; los posconvergentes al 65%; y los populares al 64%. Por contra, las formaciones con los seguidores más volátiles son la CUP (49% de fieles), ERC (53%) y los Comunes (53%), con Cs por detrás al sumar más indecisos.

Sobre el conocimiento de los dirigentes, se observa la influencia de Barcelona: el 87% identifica a la alcaldesa (Ada Colau), una cifra disparada ya que la media de toda Cataluña es del 57%. De hecho, la capital catalana es la joya de la corona para todos los partidos.

Una pugna que se trasladará también al «cinturón metropolitano». Sobre los temas, dos de las infraestructuras que centrarán el discurso a nivel local serán el Cuarto Cinturón –genera recelos en el Govern y en los candidatos de ERC en el territorio– y especialmente la ampliación del aeropuerto de Barcelona. Precisamente ayer y en una entrevista a Efe, el alcalde de El Prat y candidato de los Comunes, Lluís Mijoler, se volvió a oponer con dureza a la infraestructura, cargó contra Aena en plena precampaña y reclamó un modelo de gestión parecido al del Puerto de Barcelona.