Astronomía
5 planetas que parecen imposibles, pero existen
El universo está lleno de planetas realmente atípicos donde llueven rubíes, capaces de engullir luz e incluso con una atmósfera completamente solidificada, estos son cinco de los más llamativos.
Cuando decimos que la realidad supera a la ficción, solemos referirnos a sucesos poco probables, pero mundanos. A fin de cuentas, para que la frase cobre verdadero sentido hemos de poner la vista en los mundos de fantasía. Lo más paradójico es que, en realidad, muchos no son en absoluta fantásticos, existen, arropados por la negritud del espacio. A pesar de su aspecto encantado son tan reales como el nuestro, tan tangibles como los desiertos y tan ciertos como nuestros cañones y picos. Estos son solo 5 de esos mundos, media decena de escenarios fantásticos
1. Nada nuevo bajo los 3 soles
A 149 años luz de nosotros, en la constelación del cisne, hay tres soles orbitando entre sí y bañando con su luz a un planeta que hace temblar al ya icónico Tatooine de Star Wars, cuyos dos soles se han vuelto una referencia popular. El sistema se llama HD 188753 y la mayor de sus estrellas tiene el tamaño aproximado de nuestro sol, con la diferencia de que otras dos mucho más modestas, orbitan a su alrededor, fuertemente unidas entre sí por la gravedad. Sabemos que cerca de la mitad de los sistemas solares están formados por pares de estrellas y ya hemos localizado 30 exoplanetas en torno a estos, pero hablar de 3 estrellas bailando sigue siendo sorprendente incluso para los expertos.
2. Una tierra de tinieblas
El infierno existe y su nombre es WASP-12b, un planeta que, popularmente, se ha dicho que come luz. Si bien “comer” es una palabra un tanto atrevida, WASP-12b es uno de los planetas más oscuros que conocemos. Esto significa que su albedo es sorprendentemente bajo, reflejando poquísima luz y, por lo tanto, acumulando su energía del mismo modo que hace una camiseta negra bajo el inclemente sol de mediodía. En este caso hablamos de una superficie capaz de captar el 94% de la luz, un porcentaje realmente alto. La diferencia es que WASP-12b tiene lo que conocemos como “acoplamiento de mareas”, esto es: siempre mira a su estrella con el mismo lado, haciendo que el hemisferio de día perpetuo alcance temperaturas de más de 2500ºC, mientras que su lado oscuro apenas llegaría a los 1.200ºC. Esta diferencia generaría fortísimas corrientes convectivas, o, dicho de otro modo, poderosos vientos entre el lado oscuro y el luminoso.
3. Waterworld de hielo caliente
Más allá de la infame película de Kevin Costner, existe un planeta enteramente cubierto de agua. Se trata de una supertierra a tan solo 40 años luz de nosotros. Su tamaño es tres veces el nuestro, pero su masa es siete veces mayor, lo cual nos habla de una densidad superior y una gravedad más fuerte. Bajo estas condiciones, la presión haría que, en este mundo de agua, la líquida estuviera especialmente fluida y el hielo estuviera caliente. Su nombre es GJ 1214 B y alcanzaría temperaturas de 230 grados centígrados
4. El planeta del cielo solidificado
Nuestra siguiente parada es Gliese 436b, un exoplaneta ubicado a tan solo 30 años luz de nuestro hogar. Su órbita pasa extremadamente cerca del Sol, unas 15 veces más próxima que la de Mercurio, tanto que la temperatura alcanza los 439ºC. Lo esperable es que, bajo estas condiciones, Gliese 436b estuviera “quemado”, pero su superficie está formada por hielo. Hielo y fuego perpetuos en un mismo lugar, pero por un buen motivo: el truco es la descomunal gravedad del planeta, capaz de mantener sólido al hielo incluso bajo altísimas temperaturas.
5. Allí donde llueven zafiros y cristales
Aunque, posiblemente, nuestra última parada sea la más sorprendente. Un destino ideal para ver llover, aunque no agua, sino hierro fundido. Las altas temperaturas parecen una constante cuando hablamos de planetas externos a nuestro sistema solar, y lo cierto es que tiene su sentido. Nuestras técnicas de detección nos condicionan de tal modo que vemos con especial facilidad los planetas grandes y cercanos a las estrellas, aquellos que más las cubren cuando pasan ante ellas (reduciendo el brillo que nos llega). Esto es, precisamente, lo que sucede en palnetas como Hat-P-7b, donde caen rubíes del cielo y zafiros o Hd 189733b en el que llueve cristal.
Como en la Biblioteca de Babel del genio argentino, estamos tratando con un espacio tan vasto, tan lleno de posibilidades, que en él existe todo lo probable y prácticamente todo lo posible. Borges hablaba de libros llenando anaqueles, infinidad de libros sin sentido, salpicados por otros que hablan sobre todo lo que ha sido y lo que todavía está por ser. Libros proféticos y libros sobre libros proféticos. Índices y plagios, mentiras y secretos que nadie ha oído jamás. El universo es igual, una granja de planetas que desafían los límites de nuestra escasísima imaginación.
QUE NO TE LA CUELEN:
- Cuando hablamos de las condiciones atmosféricas de exoplanetas hemos de recordar que estamos ante especulaciones más o menos sólidas, pero no necesariamente ante pruebas empíricas y menos pruebas directas. El caso de la lluvia de hierro es uno de ellos.
REFERENCIAS (MLA):
- Armstrong, D., de Mooij, E., Barstow, J., Osborn, H., Blake, J. and Saniee, N., 2016. Variability in the atmosphere of the hot giant planet HAT-P-7 b. Nature Astronomy, 1(1).
- Ehrenreich, D., Bourrier, V., Wheatley, P., des Etangs, A., Hébrard, G., Udry, S., Bonfils, X., Delfosse, X., Désert, J., Sing, D. and Vidal-Madjar, A., 2015. A giant comet-like cloud of hydrogen escaping the warm Neptune-mass exoplanet GJ 436b. Nature, 522(7557), pp.459-461.
- Kreidberg, L., Bean, J., Désert, J., Benneke, B., Deming, D., Stevenson, K., Seager, S., Berta-Thompson, Z., Seifahrt, A. and Homeier, D., 2014. Clouds in the atmosphere of the super-Earth exoplanet GJ1214b. Nature, 505(7481), pp.69-72.
- Li, S., Miller, N., Lin, D. and Fortney, J., 2010. WASP-12b as a prolate, inflated and disrupting planet from tidal dissipation. Nature, 463(7284), pp.1054-1056.
- Zwart, S. and McMillan, S., 2005. Planets in Triple Star Systems: The Case of HD 188753. The Astrophysical Journal, 633(2), pp.L141-L144.
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