“Estamos hechos de polvo de estrellas”, así definía Carl Sagan la composición del ser humano. Lo cierto es que tenía razón, ya que existe una base científica. Los átomos están hechos de los desechos de estrellas antiguas que murieron en el universo en el pasado.

Pero, ¿de dónde viene la frase? El autor lo publicó en el ensayo La conexión cósmica: una perspectiva extraterrestre(1973): “Nuestro Sol es una estrella de segunda o tercera generación. Todo el material rocoso y metálico que pisamos, el hierro en nuestra sangre, el calcio de los dientes, el carbono en nuestros genes fueron producidos hace mil millones de años en el interior de una estrella gigante roja. Estamos hechos de materia estelar”. Anteriormente, esto fue comentado por el astuto astrónomo Harlow Shapley (1929) y la ingeniosa escritora británica Doris Lessing (1971).

La ciencia ha demostrado que las estrellas están compuestas por carbono, oxígeno, nitrógeno, azufre, fósforo e hidrógeno, y estos son elementos que constituyen el 97 por ciento del cuerpo humano.

Desde LA RAZÓN os mostramos las evidentes relaciones que mantienen tu cuerpo con el universo y que nunca habías observado: el agua, la tierra, los árboles y las estrellas son alguno de estos elementos.

El ojo humano con la nebulosa

Las estrías y varices frente a los rayos de las tormentas

La huella de los dedos y el interior del tronco de un árbol

Los hematomas de un golpe en la piel y las nubes del cielo

Las líneas de la piel y los nervios de una hoja

Las pecas de la piel y las estrellas del cielo

Arañazos y marcas del cuerpo con la luna de Júpiter

Son muchos los internautas que envían similitudes del cuerpo humano con diferentes imágenes de elementos que nos rodean. La gran comparación que surge en Twitter es la equivalencia con el universo.