Espacio
La NASA está un paso más cerca de volver a la Luna
Aunque, en realidad, hemos seguido visitando la Luna, este año estamos viendo un aumento del interés internacional en nuestro satélite
A principios de este mismo año publicamos un artículo titulado “La NASA y Rusia regresan a la Luna: ¿volverá el conflicto?” y es que, las dos potencias, habían declarado su interés en nuestro satélite. De hecho, planeaban lanzar varias misiones durante los próximos años. Artemis 1 y Luna 25 eran sus proyectos más inmediatos, y traían recuerdos de un tiempo de carrera espacial, aunque sin la belicosidad contenida de aquel momento. Quién iba a decir que, después de todo, sí habría conflicto espacial, aunque de un tipo muy diferente. Durante los últimos meses, Roscosmos, la agencia espacial rusa, no ha dudado en intercambiar amenazas con la NASA, todo ello a razón de la guerra que está teniendo lugar en Ucrania. Dmitry Rogozin, el director general de la Agencia Espacial FederalRusa, ha llegado a insinuar que, si la NASA continuaba con las sanciones, se retirarían del proyecto de la Estación Espacial Internacional, esas 500 toneladas podrían caer sobre la Tierra.
Ahora que el panorama ha cambiado tanto, los hitos lunares se paladean con extrañeza. Concretamente, ese es el caso del CubeSat, el satélite que la NASA acaba de poner en órbita y que forma parte de un plan mucho más ambicioso para, a largo plazo, poner una plataforma orbital en torno a la Luna. Su nombre es Gateway y su cometido será múltiple, por un lado, proporcionará apoyo a las misiones tripuladas que quieran llegar a la Luna (o volver de ella), por otro lado, formará parte del programa Artemis que lidera la NASA. El satélite ya ha despegado desde Nueva Zelanda a bordo del cohete Electrón, de Rocket Lab, pero le quedan unos cuatro meses por delante y conviene tener clara la hoja de ruta de este nuevo paso en la conquista espacial.
Un cubo selenita
CubeSat, para los ojos inexpertos, es apenas una pequeña caja voladora. Su tamaño no excede al de un microondas y de sus superficies lisas solo sobresale un par de paneles solares y una placa más ancha que el resto. Sin embargo, es mucho más que eso. Su peso, su forma y sus componentes han sido cuidadosamente seleccionados para optimizar el éxito de la misión que, como siempre, entraña ciertos riesgos. El propósito de CubeSat es explorar la órbita lunar por la que viajará la futura plataforma orbital Gateway. Y, para ello, le espera un viaje largo. Actualmente, todavía se encentra en la órbita terrestre baja y necesitará 4 meses antes de alcanzar su órbita de destino en torno a la Luna. La misión en su conjunto recibe el nombre de CAPSTONE y durante los próximos meses oiremos hablar bastante de él.
El viaje que le espera a CubeSat es de 400.000 km en línea recta. Pero más allá de la geometría euclidiana, la línea recta no siempre es el camino más corto y, en este caso, para llegar a su destino. CubeSat tendrá que recorrer 1.550.000 km, más de tres veces la distancia entre la Tierra y la Luna. El motivo es que requerirá de una maniobra de asistencia gravitatoria con el Sol, esto es, “robarle” parte de la energía del Sol, orbitando en torno a él, para acelerarse. Esta vía, en concreto, se conoce como “transferencia lunar balística”. La órbita final en la que se acomodará CubeSat será poco circular, de hecho, describirá una órbita especialmente achatada que, precisamente por eso, recibe el nombre de órbita de halo casi rectilínea. CubeSat recorrerá esa órbita durante, al menos, 15 años, rodeando la Luna de polo a polo, a vista de pájaro (pájaro galáctico, porque pasará a unos 1600 km sobre el polo norte lunar y unos 70.000 sobre el sur).
El futuro que nos espera
Y, si somos de esas personas que ante todo buscan la aplicabilidad de cualquier proyecto científico o tecnológico, nos alegrará saber que, en este caso, está bastante claro. La tecnología empleada, si marcha tal y como esperamos, abrirá nuevas posibilidades para la exploración espacial, permitiendo que otras misiones espaciales calculen su posición sin tener que recurrir, únicamente, a los dispositivos que se encuentran en tierra. Por otro lado, parece que incluso contribuirían a agilizar el tiempo de respuesta necesario para llevar a cabo operaciones espaciales.
Es, a fin de cuentas, un paso más en la exploración espacial. Un peldaño necesario en este intento de emancipación terrestre que, de completarse, implicará una de las mayores revoluciones por las que ha pasado la humanidad. Pero, por ahora, los pasos son cautos y CubeSat es uno de ellos.
QUE NO TE LA CUELEN:
- No hay motivos para esperar que este resurgido interés por la Luna que han mostrado tanto EE.UU. como Rusia vaya a suponer algún problema político. No obstante, hay que comprender que estos proyectos no son fortuitos, sino que se ven influenciados por la totalidad de esferas que componen nuestra sociedad, entre ella políticas e históricas. Si uno de los dos colosos vuelve a proyectar misiones a la Luna, cabe esperar que el otro, al menos, se plantee la posibilidad de seguir sus pasos.
REFERENCIAS (MLA):
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