Animales

¿Cómo es la anatomía de las serpientes?

Su fisionomía está adaptada a hacer dos cosas bastante anómalas en el mundo animal: digerir piezas enormes y desplazarse sin extremidades

Las serpientes son toda una anomalía en el mundo animal por muchos motivos | Fuente: Steve001 / Pixabay
Las serpientes son toda una anomalía en el mundo animal por muchos motivos | Fuente: Steve001 / PixabayLa Razón

Hay algunos bichos que son raros y que nos desconciertan con alguna que otra parte de su anatomía, como los ornitorrincos o los pulpos, por ejemplo. Sin embargo, hay algo en las serpientes que siempre nos ha resultado de lo más llamativo: en su anatomía sólo parecen distinguirse dos partes, la cabeza y el cuerpo.

¿Qué tienen dentro?

Hay unas 3.500 especies de serpientes en el mundo y todas ellas comparten una anatomía similar… o al menos muy parecida. Tanto los órganos como el esqueleto están adaptados a hacer dos cosas bastante anómalas en el mundo animal: facilitar la digestión de piezas tremendamente grandes en comparación con su cuerpo y desplazarse sin extremidades. Por ejemplo, la mandíbula de las serpientes puede dislocarse para permitir el paso de presas mucho más grandes que la propia cabeza de la serpiente… toda una rareza de la naturaleza.

esqueleto de una serpiente | Fuente: Steve001 / Pixabay
esqueleto de una serpiente | Fuente: Steve001 / PixabayLa Razón

Otra curiosa característica que se deriva de la insólita existencia y evolución de las serpientes, es la densidad de su chasis. El esqueleto de las serpientes es tan ligero, tan fuerte y tan flexible que les permite aguantar los movimientos y los esfuerzos que le exige su fuerte musculatura.

Su cuerpo se encuentra sostenido por una larguísima columna vertebral formada por cientos de vértebras y de la cuál salen cientos y cientos de delgadas pero fuertes costillas flotantes (no tienen esternón). Los músculos están aferrados a las costillas, por lo que son capaces de ejercer una gran fuerza con ellos y propulsarse para moverse o estrangular a sus presas.

Los herpetólogos utilizan un sistema de cuatro cuadrantes para estudiar la ubicación y distribución de los órganos dentro del alargado cuerpo de las serpientes. El orden en el que se distribuyen los órganos es el mismo en todas las serpientes, pero el tamaño y la posición relativa de los mismos puede variar significativamente en cada familia de la especie:

Esquema de la distribución de los órganos de una serpiente | Fuente: Brehms Tierleben / Instituto Lipzig
Esquema de la distribución de los órganos de una serpiente | Fuente: Brehms Tierleben / Instituto LipzigLa Razón

Las estructuras principales del primer cuadrante consisten en la cabeza, el esófago, el corazón y la tráquea. La porción vascularizada anterior de los pulmones, así como el hígado y el estómago se encuentran dentro del segundo cuadrante. El tercer cuadrante contiene la vesícula biliar, el bazo, el páncreas (o esplenopáncreas) y las gónadas. Entre estas estructuras discurre el intestino delgado y junto a ellas se encuentra el pulmón derecho. Y el cuarto cuadrante contiene la unión entre el intestino delgado y grueso, el ciego (en boas y pitones), riñones, cloaca y hemipenes.