Lo que te faltaba por ver: un exoesqueleto para que una serpiente camine con cuatro patas

Cada uno, con su tiempo libre y sus capacidades hace lo que quiere. Y si no perjudica a nadie, ni a sí mismo, pues bienvenido sea. Claro que hay veces que el resto del planeta tiene también el derecho a preguntarse: “¿Era realmente necesario?” Eso es probablemente lo que ocurre con Allen Pan y su último invento. Ya conocíamos los robots animales, como por ejemplo el perro de Boston Dynamics, pero ahora llega un paso más allá, el “exoesqueleto” destinado a que una serpiente pueda caminar en cuatro patas.

Allen Pan es un ingeniero y youtuber (cerca de 2 millones de suscriptores) en cuyo canal muestra su amor por las serpientes y sus inventos. En uno de los últimos que ha subido le escuchamos decir que “se siente mal por las serpientes porque perdieron las piernas” debido a la evolución. Y, para corregir esa injusticia, se propuso fabricar un exoesqueleto y que puedan recuperar sus extremidades.

¿El resultado? No se trata de un verdadero exoesqueleto, ya que la serpiente no tiene ni idea de dónde se está metiendo ni puede controlar la dirección, la velocidad o el movimiento. La intención de Pan es que en algún momento estos animales sí puedan controlarlo y pasen de pasajeros a conductores. Mientras tanto, este robot, es un conjunto de tubos, abrazaderas y partes impresas en 3D.

En el vídeo Pan señala que las patas de las serpientes no han desaparecido por completo y existen mientras las serpientes están en el útero, y cuando nacen, todavía tienen estructuras vestigiales similares a patas. “Las serpientes tienen dos piernas cuando son embriones – explica este ingeniero –pero los genes que se supone que desarrollan las patas se destinaron a otros propósitos y por ello las serpientes tienen dos penes”. Algo que es cierto: de acuerdo a un estudio publicado en Nature en los reptiles, el pene crece a partir de los tejidos destinados a las patas traseras, por lo que se forman dos penes. Pero en los mamíferos y las aves, el pene proviene del tejido que eventualmente se convertirá en una cola, por lo que solo se forma un pene.

El vídeo, de 10 minutos, muestra todo el proceso de fabricación del invento, pero a la serpiente (una pitón amarilla de Birmania) le resulta completamente indiferente el viaje y no ve en absoluto la necesidad del mismo. Afortunadamente se trata de una especie dócil, lo que evita que le mande a paseo al inventor. Es posible ver solo la pequeña caminata en los dos minutos finales.