Espacio

La 'barrera insuperable' se derrumba: confirmado el hallazgo de bloques de vida en estrellas recién nacidas

Detectan por primera vez moléculas, precursoras de azúcares y aminoácidos, en el disco que rodea una estrella recién nacida

Impresión artística muestra un campo de estrellas de Población III, compuestas solo por hidrógeno y helio (sin metales), tal y como habrían aparecido apenas 100 millones de años después del Big Bang
Impresión artística muestra un campo de estrellas de Población III, compuestas solo por hidrógeno y helio (sin metales), tal y como habrían aparecido apenas 100 millones de años después del Big BangCSIC

La identificación de moléculas capaces de formar los precursores de azúcares y aminoácidos ha tenido lugar por primera vez en el disco de polvo y gas que gira alrededor de una estrella recién nacida. Este hallazgo contribuye al entendimiento de cómo la química espacial puede dar origen a la vida, incluso antes de la formación de planetas o del propio astro.

Tradicionalmente, se había considerado que los procesos violentos durante la formación estelar, incluyendo la intensa actividad de llamaradas, actuaban como una barrera insuperable para la supervivencia de biomoléculas dentro de un disco protoplanetario. Esto implicaba que cualquier biomolécula que contribuyera a la formación planetaria debía haberse originado después de que la estrella completara su fase más destructiva.

Sin embargo, un equipo de astrónomos, utilizando el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) en Chile, ha estudiado el espectro de luz de V883 Orionis, una protoestrella en plena fase de formación y todavía muy activa, situada a unos 1.350 años luz. Los indicios de al menos 17 moléculas orgánicas complejas en su disco están desafiando estas suposiciones previas.

Los ladrillos de la vida en formación estelar

De este modo, entre las moléculas detectadas según Science Alert se encuentran el etilenglicol, un alcohol de azúcar simple del que pueden formarse moléculas más complejas, y el gliconitrilo, precursor de aminoácidos como la glicina y la alanina, así como de la nucleobase adenina. La presencia de estos componentes en el disco de una protoestrella en fase de explosión sugiere que son heredados de la nube molecular interestelar original, rellenando así un vacío evolutivo en la bioquímica entre las etapas pre y post-estelar.

Asimismo, los investigadores plantean que las condiciones para la formación de estas moléculas fueron extremadamente frías. Creen que se generaron en granos de hielo dentro de la nube, que luego se agruparon, formando objetos helados con las moléculas atrapadas en su interior. A medida que la estrella joven creció, su creciente calor sublimó el hielo, liberando las moléculas al disco, donde su firma pudo ser detectada por ALMA.

En este sentido, el descubrimiento señala una línea de enriquecimiento químico y complejidad creciente que va desde las nubes interestelares hasta los sistemas planetarios plenamente evolucionados. Esto sugiere que la química prebiótica es un proceso continuo que se mantiene a lo largo de las diferentes etapas de la formación estelar y planetaria.

Por otro lado, la señal obtenida ha sido notablemente pequeña, por lo que se necesitarán observaciones de mayor resolución y en longitudes de onda más largas para confirmar plenamente las moléculas ya identificadas y, con suerte, descubrir otras nuevas. Los científicos tienen un interés particular en la búsqueda de moléculas que contengan nitrógeno, ya que estas fueron sorprendentemente escasas en los datos recopilados por ALMA.