Vulcanología

Erupción en Islandia: la opinión de los expertos

“Es poco probable, pero no imposible, que pueda haber algún impacto en los viajes aéreos”, coinciden muchos de los análisis.

En 2010, las cenizas del impronunciable volcán islandés Eyjafjallajökul provocó que 12 países cerraran su espacio aéreo, se desató una crisis de transporte en Europa y todos nos convertimos, por un día al menos, en apasionados de la vulcanología. Ahora, los temores se repiten con la erupción del volcán cerca de la península de Reykjanes.

Para comprender los potenciales peligros de esta nueva actividad volcánica y sus posibles alcances, nada mejor que hablar con expertos. Y esto es lo que ha hecho el Science Media Center, un organismo británico que brinda información científica directamente desde la fuente: los científicos.

De acuerdo con el Dr. Matt Genge, profesor titular de Ciencias Planetarias y de la Tierra del Imperial College de Londres, “las imágenes muestran una erupción de fisura (lava que brota a través de una fractura en las rocas) con fuentes de fuego rodeadas por flujos de lava caliente. La velocidad de erupción en estas fracturas es alta, la lava parece estar caliente y fluida, lo que hace que los flujos de lava sean muy móviles y peligrosos de abordar. Que la erupción represente una amenaza para la Laguna Azul y para Grindavik depende en gran medida de la topografía. La lava fluye colina abajo hasta que se enfría lo suficiente como para detenerse; es poco lo que se puede hacer para desviarla. En Islandia brota unas 10 veces más magma que en el resto de la cordillera del Atlántico Medio, ya que en esa zona también coincide un punto caliente, pero a diferencia de algunas erupciones anteriores, el magma brota como flujos de lava en lugar de erupciones explosivas y, por lo tanto, produce poca ceniza. Es probable que los efectos de la erupción sean locales”.

Matthew Watson, profesor de Volcanes y Clima de la Universidad de Bristol, coincide con las posibles consecuencias de la erupción. “Es poco probable, pero no imposible, que pueda haber algún impacto en los viajes aéreos, aunque este tipo de erupción generalmente no produce mucha ceniza, que es lo que tiende a hacer aterrizar a los aviones”.

Watson agrega que este tipo de erupción se encuentra entre las más espectaculares y atraerá mucho a los turistas, pero estos deben seguir estrictamente las recomendaciones oficiales, ya que existen peligros importantes, como nuevos brotes, que pueden ser peligrosos.

“La progresión de este tipo de erupciones – añade Stephen Sparks, profesor de Ciencias de la Tierra, también de la Universidad de Bristol - es que en uno o dos días la actividad se concentra en un lugar con la construcción de un cono de material eyectado, mientras que al mismo tiempo la lava sale del respiradero. Los islandeses han construido barreras alrededor de la ciudad y de las instalaciones eléctricas cercanas para desviar las lavas”.

El experto en vulcanología Sam Mitchell, por su parte, se ha centrado en el futuro de las erupciones: “Es muy difícil decir cuánto durarán estas erupciones. Podrían ser días, podrían ser meses. Las erupciones más grandes e intensas tienden a durar menos tiempo, pero si el caudal se vuelve pequeño, podría durar algún tiempo. La actividad será monitoreada constantemente por la Oficina Meteorológica de Islandia y otros científicos locales que recopilarán datos en tierra y en el aire. Uno de los desafíos a los que se enfrentan los expertos es que el suroeste de Islandia se encuentra en un momento de oscuridad casi constante debido al solsticio de invierno. Aunque el brillo de la lava es más observable durante las horas más oscuras, hace que evaluar áreas más grandes de tierra y su impacto sea un poco más desafiante. Sí podemos decir que actualmente no existe ninguna amenaza para el espacio aéreo por esta erupción, especialmente para los vuelos más allá de Islandia”.