Paleontología

Este gigantesco pterosaurio sobrevoló los cielos de Australia hace 107 millones de años

Los restos fueron descubiertos hace 30 años y no habían sido datados hasta recientemente. Se trata del ejemplar más joven y antiguo de Australia.

Reconstrucción de un pterosaurio australiano
Reconstrucción de un pterosaurio australianoPeter TruslerUniversidad de Curtin

Los museos son lugares fantásticos, y no solamente por la transmisión de conocimiento que se hace en ellos, sino que muchas veces esconden verdaderos tesoros científicos que son redescubiertos décadas después de que fuesen expuestos. Este es el caso del fósil del pterosaurio más antiguo de Australia, que ha sido recientemente datado por los paleontólogos a pesar de haber sido descubierto a finales de los años 80.

En el artículo, publicado en Historical Biology, un equipo de paleontólogos australianos analizó una porción de coxis y un pequeño hueso de las alas de dos individuos de pterosaurio que fueron encontrados en la formación Eumeralla, un yacimiento de areniscas y arcillas que se conoce de manera informal como “La cueva de los dinosaurios”.

Pteroreptiles

Al contrario de lo que mucha gente cree, los pterosaurios no eran dinosaurios, sino reptiles voladores que convivieron con los dinosaurios durante el cretácico. Su origen se remonta al triásico, hace 220 millones de años, en una época mucho más cálida que hoy en día y dominada por el supercontinente Pangea. Lo que los hace tan únicos es que fueron, seguramente, los primeros vertebrados en conquistar los cielos, un reino que hasta ese momento únicamente estaba habitado por insectos de distinto tamaño. Su alimentación probablemente fue carnívora, y se cree que devorarían desde pequeños terópodos hasta reptiles, peces u otros pterosaurios.

Lo que sí que está claro es que debieron ser unos animales magníficos, ya que la envergadura de las alas de algunas especies, como el Quetzalcoatlus podría alcanzar hasta los 12 m de ala a ala, lo que les permitía alzar el vuelo y maniobrar por el cielo como si se tratase de avionetas de un tamaño considerable. Además, eran especies perfectamente a su época, ya se han encontrado especímenes de pterosaurios en todo el mundo, aunque en general, el registro fósil es bastante escaso. Esta escasez dificulta en gran medida su clasificación taxonómica, por lo que cada individuo que se encuentra reescribe en cierta medida el árbol evolutivo de estos animales.

Más pterosaurios en Australia

La historia de los dos fósiles del estudio parte del enorme esfuerzo que realizaron más de 100 voluntarios durante una década. En ese período de tiempo y armados con sus herramientas de excavación, diferentes grupos de excavadores fueron desenterrando la historia en un lugar conocido como La Cueva de los Dinosaurios en Victoria, Australia. Tras excavar más de 60 metros, aparecieron dos fósiles que pertenecían a dos pterosaurios distintos. El primero, un coxis, muestra un individuo que tendría una envergadura de unos dos metros. El segundo, un fragmento del hueso del ala, se supone que pertenecía a un pterosaurio joven, el primero jamás encontrado en Australia.

Además de contar con este récord de juventud, paradójicamente el joven pterosaurio también es el más antiguo descubierto hasta la fecha, lo que ayuda a comprender mejor la evolución de estos reptiles. Por contextualizar el hallazgo: Durante el periodo Cretácico, Australia se encontraba mucho más al sur de lo que se encuentra actualmente. Algunas de sus regiones colindaban con el círculo polar Ártico, por lo que se supone que el clima era mucho más frío y duro que en la actualidad. Además, debido a la inclinación terrestre, el día y la noche eran bastante distintas a la actualidad Australiana, es decir, sería más parecido a lo que es la actual Noruega, con inviernos con escasas horas de luz y veranos con días largos.

En palabras de Adele Pentland, investigadora principal y estudiante de doctorado de la Escuela de Ciencias Planetarias y de la Tierra de Curtin. “Sólo es cuestión de tiempo que podamos determinar si los pterosaurios emigraban al norte durante los duros inviernos para reproducirse o si se adaptaban a las condiciones polares. Encontrar la respuesta a esta pregunta ayudará a los investigadores a comprender mejor a estos misteriosos reptiles voladores”.

Noche en el museo

Este estudio es uno más que recalca la importancia de los museos como guardianes de la historia. La cantidad de artefactos, fósiles y especímenes que hay entre sus muros y en sus cámaras subterráneas se encuentran, en muchas ocasiones, sin registrar debidamente. Por tanto, esta “arqueología de museos” puede dar lugar a hallazgos de gran importancia.

QUE NO TE LA CUELEN:

  • Puede que los pterosaurios son fuesen los únicos y que existiesen otros vertebrados voladores, pero de ser así, no hemos encontrado sus restos.

Referencias (MLA):