Oncología

Esto hongo podría frenar el cáncer

Crece como parásito en las orugas y uno de sus compuestos detendría el crecimiento celular desmedido de estas células.

Hongo Cáncer
Se trata de un hongo muy usado en Asia como alimentoDaniel Winkler – MushroamingDaniel Winkler – Mushroaming

Decenas de fármacos se desarrollan anualmente para luchar contra el cáncer. Al mismo tiempo, obtenemos muchas de las principales medicinas directamente de la naturaleza, pero hay miles que seguimos desconociendo. Una de ellas es el hongo oruga (Cordyceps militaris).

Un nuevo estudio publicado en FEBS Letters, destaca el hallazgo de una sustancia química producida por este hongo que ha demostrado ser prometedora como posible tratamiento contra el cáncer.

El compuesto interactúa con los genes que controlan las señales de crecimiento celular. El descubrimiento es un paso importante hacia el desarrollo de nuevos medicamentos para el tratamiento de la enfermedad.

Básicamente, la sustancia interrumpe las señales de crecimiento celular que son hiperactivas en el cáncer, un enfoque que podría ser menos dañino para los tejidos sanos que la mayoría de los tratamientos disponibles actualmente.

Los responsables del hallazgo, liderados por Cornelia de Moor, han estudiado cómo este hongo parásito que crece en las orugas podría funcionar como un posible tratamiento para una variedad de enfermedades mediante el estudio de la cordicepina, uno de los compuestos que se encuentran en estos hongos.

Los hongos oruga son famosos en Asia como alimento saludable y medicina tradicional. La cordicepina, ha demostrado ser prometedora como medicamento contra el cáncer en una serie de estudios, pero hasta ahora no estaba claro cómo funcionaba.

Utilizando técnicas de alto rendimiento, el equipo de investigación midió los efectos de la cordicepina en la actividad de miles de genes en múltiples líneas celulares. La investigación comparó los efectos de la cordicepina con los de otros tratamientos depositados en bases de datos y demostró que funciona actuando sobre las vías de inducción del crecimiento de la célula en todos los casos.

Al estudiar lo que le sucede a la cordicepina dentro de la célula, el equipo confirmó que la cordicepina se convierte en trifosfato de cordicepina, un análogo del transportador de energía celular ATP. Se demostró que el trifosfato de cordicepina es la causa probable de los efectos sobre el crecimiento celular y, por lo tanto, la molécula que puede afectar directamente a las células cancerosas.

“Llevamos varios años investigando los efectos de la cordicepina en una serie de enfermedades y, con cada paso que damos, nos acercamos más a comprender cómo podría utilizarse como tratamiento eficaz – explica Cornelia de Moor -. Una de las cosas más interesantes que ha ocurrido es que ahora es más fácil y menos costoso realizar estos experimentos a gran escala, por lo que pudimos examinar miles de genes al mismo tiempo. Nuestros datos confirman que la cordicepina es un buen punto de partida para nuevos medicamentos contra el cáncer y explican sus efectos beneficiosos”.