Lo que dice el informe de la CIA titulado “2030: cuenta regresiva hacia la catástrofe global”

El guion parece sacado de una de las novelas de espías de John le Carré: un periodista (Colin Mason) que formó parte de la primera delegación de su país que visitó China, allá por 1970, y que escribió 12 libros, uno de ellos se encontró en el complejo donde Osama bin Laden fue asesinado. ¿Su título? The 2030 Spike: Countdown to Global Catastrophe (El Pico de 2030: Cuenta regresiva para la Catástrofe Global), un ensayo que la propia CIA ha llevado a su catálogo.

Este informe fue publicado en 2003 y en él, Mason describe seis factores que convergerán en la próxima década. ¿Qué tiene que ver esto con la ciencia? Que la mayoría de ellos están siendo estudiados por los científicos desde hace años para evitar la catástrofe que anticipa Mason.

Los seis factores son la escasez de energía, una demografía disparada, un incremento del índice de pobreza global, el cambio climático, falta de alimento, creciente escasez de agua y, finalmente, la anarquía internacional. El informe, de unas 250 páginas, describe más de 100 medidas para reducir las consecuencias de esta crisis.

En lo que respecta a los problemas de energía, el informe señala que “las estimaciones más fiables sitúan los recursos petroleros fácilmente disponibles en poco menos de un billón de barriles, y el consumo mundial en 28.000 millones de barriles al año, lo que indica un agotamiento en, como máximo, 34 años”.

Por otra parte, cita estudios del Instituto Internacional de Gestión del Agua que predice que mil millones de personas se enfrentarán a una escasez absoluta de agua para 2025. “Los problemas de degradación del suelo, desertificación y salinización, ya considerables, estarán fuera de control para 2030 en gran parte del mundo. La población aumentará con mayor rapidez en los países más pobres, y Occidente no albergará más del 15 % de la población mundial para 2030”, añade el informe.

Para evitar esto, la propuesta es utilizar la ciencia, en particular se habla de genética y climatología, como las áreas más importantes para tratar tanto el cambio climático, como la escasez de agua y alimentos. Pero no solo eso, hay algunas medidas que pueden ser algo más polémicas. Y se dividen en cinco puntos.

1) El primero es una importante desviación del esfuerzo científico, desde las armas, la investigación espacial y el desarrollo de "trucos" de dudoso valor, hacia objetivos de valor práctico para la mayoría de la humanidad.

2) Establecimiento de una autoridad mundial para definir las prioridades en este sentido y asesorar sobre su implementación.

3) Formación de un cuerpo de "censores" para examinar las nuevas tecnologías propuestas e identificar, con fundamento, las áreas que probablemente resulten perjudiciales.

4) Un cuerpo de Derecho Penal Internacional especializado para garantizar que no se apliquen tecnologías perjudiciales, con sanciones adecuadas contra los infractores.

5) Establecimiento de institutos de investigación para fines específicos, con financiación inalienable adecuada.

¿Son posibles, alcanzables estos objetivos? La conclusión del informe es que no, pero pueden acercarse bastante. Lo veremos en unos años.