Enfermedad

Tenía solo 19 años, pero padecía una de las enfermedades que normalmente se asocia a la vejez: ha trastornado a la ciencia

El alzhéimer, una enfermedad asociada a la vejez, se ceba con un joven chino de 19 años en el que ya es el caso más precoz jamás documentado y que desconcierta por completo a los médicos

alzheimer alimentacion dieta envejecimiento alarga vida
alzheimer alimentacion dieta envejecimiento alargar vidaFreepik

Un diagnóstico de alzhéimer en China ha puesto en jaque la comprensión actual de esta enfermedad, tradicionalmente asociada a la vejez. Lo que desconcierta a los neurólogos no es solo la juventud del paciente, sino la completa ausencia de las causas conocidas que suelen explicar su aparición temprana. El caso representa un golpe sobre la mesa que obliga a la comunidad científica a buscar respuestas en territorios hasta ahora inexplorados, sugiriendo que los mecanismos que desencadenan esta demencia podrían ser más complejos de lo que se pensaba. Esta complejidad impulsa la búsqueda de soluciones innovadoras, hasta el punto de que incluso una aplicación de teléfono móvil ha conmocionado a la ciencia por su potencial en la lucha contra la enfermedad.

Y es que el epicentro de este rompecabezas médico es un joven de tan solo 19 años, cuya identidad no ha trascendido. Este dato lo convierte de forma automática en el paciente más joven jamás registrado en la literatura médica, destrozando el anterior récord, que lo ostentaba una persona de 21 años. La noticia sacude los cimientos de una patología que rara vez se contempla en personas menores de 65 años, y mucho menos en un adolescente.

A pesar del desconcierto genético, la certeza clínica es absoluta. Las pruebas médicas a las que fue sometido el joven no dejaron lugar a dudas: las tomografías revelaron una atrofia en el hipocampo, un área del cerebro crucial para la memoria, y el análisis de su líquido cefalorraquídeo mostró los biomarcadores inequívocos de la enfermedad. La suma de evidencias confirmó un diagnóstico que parecía imposible, según detalla una investigación recogida por el medio ScienceAlert.

El rápido avance de una enfermedad implacable

La dureza del diagnóstico se ve agravada por la agresividad con la que la enfermedad se manifestó. Los primeros síntomas aparecieron cuando el paciente tenía 17 años, con dificultades de concentración y una pérdida de memoria cada vez más acentuada. En apenas dos años, el deterioro cognitivo fue tan severo que se vio incapaz de terminar el bachillerato, con una capacidad de memoria inmediata que era un 82 % inferior a la media de los chicos de su edad.

Por otro lado, lo que convierte este caso en un verdadero enigma es que los análisis genéticos no encontraron ninguna de las mutaciones que suelen justificar el alzhéimer de aparición temprana. A esto se suma que en su entorno no existía ningún antecedente familiar de demencia, lo que descarta, en principio, un componente hereditario claro. Esta situación contrasta frontalmente con el caso del paciente de 21 años, cuyo diagnóstico sí estaba directamente ligado a una alteración genética identificada. Precisamente, esta ausencia de pistas genéticas pone de relieve la importancia de investigar otros elementos, ya que se ha descubierto que un determinado factor educativo puede ayudar a mitigar el riesgo de alzhéimer en la población general.

En consecuencia, este hallazgo, publicado en el Journal of Alzheimer's Disease, supone un desafío mayúsculo para los investigadores. La existencia de un alzhéimer en un adolescente sin causa genética visible abre nuevas vías de investigación para entender por qué un cerebro tan joven puede sucumbir a una dolencia que se creía patrimonio casi exclusivo de la tercera edad.