Creditio — RECOMENDADO | Condiciones |
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Préstamos flexibles 200 € – 75.000 € ★★★★★ Sin cambiar de banco, 100% online |
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Finanzas
El dilema del dinero rápido: cuándo un micropréstamo interesa más que comprar con tarjeta
Ambos productos ofrecen liquidez inmediata, pero no funcionan igual. Entender sus diferencias es clave para no pagar de más
En España, cada vez más personas recurren a soluciones de financiación inmediata para cubrir imprevistos. Los datos de 2024 del Banco de España ya mostraban un aumento de los microcréditos online y del uso de tarjetas de crédito revolving, un fenómeno que en 2025 se ha consolidado.
Las causas son claras: salarios que no siempre cubren los gastos básicos, inflación persistente y una mayor normalización de los servicios financieros digitales. Hoy basta con tener el DNI y una cuenta bancaria para que, en cuestión de minutos, puedas disponer de dinero.
Sin embargo, esa facilidad de acceso trae consigo un riesgo: no todos los productos sirven para lo mismo. Elegir mal entre un micropréstamo y una tarjeta puede traducirse en intereses altísimos o en deudas muy difíciles de controlar.
Micropréstamo o tarjeta: no son lo mismo
Aunque ambos se publicitan como dinero inmediato, las diferencias son sustanciales.
Micropréstamos:
- Cantidades pequeñas (desde 50 hasta 1.500 € en la mayoría de los casos).
- Plazos de devolución muy cortos: normalmente de 15 a 30 días, aunque algunos permiten hasta 6 meses.
- Coste elevado si no se cumple el plazo. Algunas ofertas promocionales ofrecen el primer préstamo al 0 % TAE, pero son excepciones.
Tarjetas de crédito:
- Línea de crédito permanente, renovable mes a mes.
- Límite mayor: desde 300 € hasta 5.000 € o más, según el perfil del cliente.
- Si pagas el total a fin de mes, normalmente no hay intereses. Si decides aplazar pagos, el TAE puede superar el 20 % o incluso el 25 %.
Ambos productos, usados correctamente, son herramientas útiles. Pero su mal uso puede derivar en sobreendeudamiento.
Cuándo conviene un micropréstamo
Un micropréstamo puede ser la opción adecuada en estas situaciones:
- Un gasto inesperado y puntual. Una reparación urgente del coche, una factura médica o una avería en casa. No es dinero que necesitas todos los meses, sino una cantidad concreta para un imprevisto.
- No tienes tarjeta de crédito o no quieres pedirla. En España todavía hay personas que desconfían de las tarjetas, pero aceptan un microcrédito puntual.
- Quieres una operación cerrada. Pides una cantidad, sabes lo que vas a devolver y cuándo. No hay margen de prolongar la deuda, lo cual para algunos perfiles es más seguro.
- Necesitas rapidez extrema. Algunos prestamistas ingresan el dinero en menos de 15 minutos.
Nota: Estas opciones priorizan rapidez y trámite 100% online. Revisa siempre la TAE, plazos y posibles costes por prórrogas o impagos.
Ideal para: obtener oferta rápida con amplio rango de importes y sin trámites presenciales.
Wandoo | Condiciones |
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Microcréditos al instante sin papeleo ★★★★☆ DNI + banca online |
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Ideal para: importes pequeños en pocas horas y con trámite ultra ligero.
Crezu | Condiciones |
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Varias ofertas en minutos ★★★★☆ Sin aval, 100% online |
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Ideal para: comparar rápido varias alternativas sin trámites complejos.
Prestalo | Condiciones |
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Hasta 60.000 € online ★★★★☆ Más de 20 entidades |
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Ideal para: importes y plazos mayores con gestión digital y sin compromiso de contratación.
Fintok | Condiciones |
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Préstamos personales hasta 5.000 € ★★★★☆ Sin comisiones por el servicio |
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Ideal para: comparar opciones rápidas sin papeleo ni costes por intermediación, hasta 5.000 €.
Cuándo es mejor usar la tarjeta de crédito
La tarjeta, en cambio, es más adecuada en escenarios distintos:
- Compras habituales o recurrentes. Supermercado, gasolina, facturas online. Permite operar en el día a día sin tener que pedir crédito cada vez.
- Flexibilidad de devolución. Puedes pagar todo a fin de mes sin intereses o aplazar compras en cuotas.
- Pagos en comercios. El micropréstamo te transfiere dinero a tu cuenta, pero no sirve como medio de pago directo. La tarjeta sí.
- Beneficios añadidos. Muchas tarjetas incluyen seguros de viaje, devoluciones en compras o acceso a descuentos.
Nota: Revisa siempre la TAE, las condiciones de devolución y los posibles recargos por impago. Si pagas el total a fin de mes, evitarás intereses en la mayoría de tarjetas.
Axi Card — RECOMENDADO | Condiciones |
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Crédito flexible 300€–1.000€ ★★★★★ Sin comisiones fijas ni vinculación |
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Ideal para: quien quiere una tarjeta sin costes fijos y controlar intereses pagando a fin de mes.
Plazo Credit | Condiciones |
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Línea de crédito hasta 5.000€ ★★★★☆ Devoluciones en compras hasta el 10% |
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Ideal para: quien busca límite mayor, sin comisiones fijas y con “cashback” desde la app.
Creditio Card | Condiciones |
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Crédito hasta 6.000€ sin comisiones ★★★★☆ Aprobación rápida y 100% digital |
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Ideal para: quien prioriza facilidad de acceso y límite alto sin comisiones fijas, asumiendo un TAE variable según riesgo.
Diferencias clave que debes mirar antes de decidir
La diferencia más importante está en los costes:
- Un micropréstamo puede implicar un TAE de más del 3.000 % si se calcula anualmente, aunque lo normal es que el cliente solo pague unos intereses fijos por el plazo corto.
- Una tarjeta puede ser gratuita si pagas todo a fin de mes. Pero si eliges el pago aplazado, los intereses pueden superar el 20 % TAE.
El plazo también marca la diferencia:
- En el micropréstamo, tienes la obligación de devolver todo en semanas o meses.
- Con la tarjeta, puedes alargar la deuda indefinidamente, aunque con intereses que crecen como una bola de nieve.
Y no hay que olvidar el riesgo psicológico:
- El micropréstamo se termina al devolverlo.
- La tarjeta, en cambio, puede convertirse en una deuda crónica si solo pagas el mínimo cada mes.
Casos prácticos para entender la diferencia
La teoría está clara: los micropréstamos suelen tener un coste mayor y plazos más cortos, mientras que las tarjetas de crédito ofrecen flexibilidad si se paga a fin de mes. Pero, ¿qué ocurre en la práctica? Veamos algunos escenarios reales que muestran cómo elegir bien puede ahorrarte dinero y dolores de cabeza.
1. Un gasto médico imprevisto de 300 €
Imagina que un autónomo necesita pagar de inmediato una visita al dentista y no tiene suficiente liquidez en la cuenta. Si dispone de una tarjeta de crédito con pago a fin de mes, puede cubrir el gasto sin intereses y devolverlo en su totalidad con la siguiente nómina. En este caso, la tarjeta es claramente la opción más económica. Un micropréstamo podría suponer pagar comisiones innecesarias por un dinero que podría devolverse en pocas semanas.
2. Una reparación urgente del coche de 900 €
Para quienes necesitan el vehículo a diario, dejar pasar el gasto no es una opción. Aquí la diferencia está en el tiempo de devolución. Una tarjeta revolving, que permite aplazar pagos, puede salir cara si se prolonga en cuotas pequeñas durante muchos meses. En cambio, un micropréstamo con un plazo cerrado de tres o seis meses puede ser más transparente: se sabe cuánto cuesta desde el principio y cuándo terminará la deuda.
3. Viaje o compra planificada de 1.200 €
Un estudiante que planea un viaje de verano podría recurrir a su tarjeta de crédito. Sin embargo, si sabe que tardará más de seis meses en devolver el dinero, quizá le interese más un préstamo personal pequeño o un micropréstamo a plazos fijos. El motivo: el coste de los intereses en tarjetas revolving a largo plazo suele superar con creces al de un préstamo pactado con una TAE clara.
4. Fin de mes complicado con facturas acumuladas (150 €–200 €)
Un perfil frecuente es el de quienes se ven apurados por facturas de luz, agua o internet. En estas cantidades pequeñas, una tarjeta de crédito pagada a fin de mes sigue siendo la opción más práctica: no genera intereses y evita la penalización por impago de recibos. Un micropréstamo para tan poca cantidad puede ser desproporcionado, salvo que no se disponga de tarjeta.
Consejos de un experto para no caer en trampas
- Micropréstamos solo para imprevistos. Nunca para gastos recurrentes.
- Tarjeta siempre pagada a fin de mes. El pago mínimo perpetúa la deuda.
- No mezcles productos. No uses una tarjeta para pagar un micropréstamo ni al revés.
- Revisa la TAE y no solo la cuota. La publicidad puede ser confusa: lo importante es el coste real.
- Ten siempre un colchón de emergencia. Así reduces la necesidad de acudir a créditos rápidos.
De hecho, si quieres dar ese paso, aquí tienes una guía sobre cómo crear un fondo de emergencia que puede ayudarte a evitar recurrir a créditos en el futuro.
Preguntas frecuentes sobre microcréditos y tarjetas
¿Qué es más barato, un microcrédito o una tarjeta?
Depende del uso. Si pagas la tarjeta a fin de mes, suele ser gratis. Si pagas en cuotas, puede ser más cara que un microcrédito.
¿Me pueden dar un micropréstamo si estoy en ASNEF?
Algunas plataformas lo permiten, como Crezu o Wandoo, aunque con intereses más altos.
¿Qué pasa si no devuelvo un micropréstamo a tiempo?
La deuda se encarece rápidamente con intereses de demora y puede acabar en un fichero de morosidad.
¿Cuándo compensa más pedir un préstamo personal?
Cuando la cantidad es elevada (más de 1.500 €) o necesitas varios meses o años para devolverlo.
Conclusión: elige el producto para lo que realmente sirve
Los micropréstamos y las tarjetas de crédito no son enemigos: son herramientas distintas.
- Microcrédito → Para un gasto puntual, urgente y pequeño.
- Tarjeta → Para tu día a día y compras recurrentes, siempre que pagues todo a fin de mes.
El error es usarlos indistintamente, sin analizar las condiciones. El acierto es conocer sus diferencias y aplicarlas a tu situación real.
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