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Solidaridad

España tiene “fatiga de compasión”

Cáritas Diocesanas detecta que la sociedad española tiene “carencia de solidaridad” y alerta del auge de la xenofobia: “Crece el miedo a perder el ‘statu quo’ y se buscan chivos expiatorios”

"En un momento de incertidumbre como el que nos encontramos, existe una sociedad desvinculada de los más necesitados"
"En un momento de incertidumbre como el que nos encontramos, existe una sociedad desvinculada de los más necesitados"KIKE TABERNER

El último informe de Cáritas Diocesanas de Valencia arroja un par de datos esperanzadores, como que la exclusión social se reduce o que los niveles de integración tienen una evolución positiva. Sin embargo, la radiografía de la sociedad española presenta elementos preocupantes, como el auge de sentimientos y comportamientos xenófobos.

Se está produciendo un incremento importante del miedo; miedo a que nuestros hijos pierdan nuestro ‘statu quo’. Así que se buscan chivos expiatorios como la inmigración. Y eso nos preocupa y nos extraña, porque en España, más allá de algún caso concreto, nunca ha habido problemas de convivencia”. El coordinador del II informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en la Comunitat Valenciana, Guillermo Fernández, afirma que existe “cierta fatiga de la compasión y de la solidaridad”. “Les preguntamos a los encuestados si ahora podrían ayudar a los inmigrantes igual que lo hicieron en los peores años de la crisis, y la mitad dijo que no; que no puede, aunque solo el cuatro por ciento de los españoles sitúa al inmigrante como el principal problema del país”. Por ello el sociólogo aboga por establecer “grandes conversaciones cívicas” en las que se hable del miedo a la inmigración y se desmonten falsas creencias. “Necesitamos que vengan cada vez más inmigrantes. España no va ser capaz de asumir los cuidados a los mayores y también a los niños. Hay que lanzar mensajes que no sean xenófobos, sino todo lo contrario”.

De igual modo opina Ignacio Grandes, director de Cáritas Diocesanas, quien lamenta que “en un momento de incertidumbre como el que nos encontramos existe una sociedad desvinculada” de los más necesitados. “Debemos repensarnos de nuevo. Hace falta tejer una sociedad y volver a vincularnos”.

Los datos del estudio revelan, además, que vivimos en una “sociedad estancada" en la que es cada vez más difícil subir de escalón y que, en el caso de los valencianos, hay 472.000 personas en exclusión social severa. Además, un diez por ciento de la población -medio millón de valencianos- serán los primeros en notar los primeros síntomas de la desaceleración económica que se avecina.

En cuanto a la salud, un 13 por ciento de los valencianos ha dejado de comprar medicamentos y no puede llevar una dieta médica a causa de la falta de recursos. Y respecto a la vivienda, 200.000 hogares valencianos tienen dificultades para vivir una vez han pagado la cuota mensual de la hipoteca

El mayor de los riesgos, según apunta Guillermo Fernández, es que “la exclusión social se hereda. Hoy más que nunca, la familia donde naces determina tu nivel de oportunidades”.