Ribó no ve urgente llevar el fraude de la EMT al Tribunal de Cuentas como pide el PSPV

Los socios de gobierno en el Ayuntamiento de Valencia no ocultan ya sus desavenencias y en cada una de las apariciones de los representantes de las formaciones firmantes del Pacto del Rialto se palpa la tensión. La relación entre Compromís y PSPV-PSOE no pasa por su mejor momento. Si el jueves fue la decisión -unilateral- del alcalde Joan Ribó de designar a los alcaldesa pedáneos, ayer el rifirrafe tuvo su origen en la gestión del fraude de cuatro millones de euros a la Empresa Municipal de Transporte (EMT).

En la comparecencia conjunta de los viernes de los vicealcaldes Sergi Campillo (Compromís) y Sandra Gómez (PSPV-PSOE) quedaron claras las posturas de ambas formaciones respecto al millonario pufo. Y es que Campillo dijo que su partido no ve «urgente» que la moción propuesta por los socialistas sobre la necesidad de llevar este asunto el Tribunal de Cuentas y el Banco de España esté en el orden del día de la Junta de Gobierno Local.

Esta declaración se sumaba, para desgracia de los socialistas, al último desplante de la formación de Ribó. Sucedió este jueves cuando el PSPV pidió la convocatoria de la comisión de seguimiento del Pacto del Rialto pero Compromís rechazó asistir.

La negativa de la formación valencianista se sustentaba en «motivos de agenda» ante la «inmediatez de la convocatoria», a lo que la vicealcaldesa socialista contestó que se ofreció la posibilidad «de que diesen otras fechas» pero que Compromís ni asistió ni propuso otra fecha.

En defensa de Campillo salió su compañero en Compromís, concejal de Movilidad y presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, quien dijo que se tiene la intención de ir al Tribunal de Cuentas y al Banco de España «pero cuando toque».

Una explicación que siguió sin convencer a Sandra Gómez, quien recordó que Compromís «ha bloqueado» que se lleve al Tribunal de Cuentas y al Banco de España la escandalosa estafa. Según la vicealcaldesa, el PSPV lleva «tres meses hablando de este tema» con Compromís. «Ellos conocían perfectamente que esta era nuestra voluntad».

Al respecto, tanto desde el PP como de Ciudadanos exigieron a los socialistas que no se plieguen a los intereses de Compromís, con quien gobiernan, y exijan responsabilidades por el fraude de cuatro millones a la entidad pública.