Soy celiaco, ¿qué como en Navidad?

Entre el uno y el dos por ciento de la población padece celiaquía, una enfermedad multisistémica de base autoinmune que afecta a cualquier parte del organismo, desde el sistema neurológico, al reproductor o a la epidermis. Urticaria, dolores estomacales, infertilidad, abortos, artrosis, epilepsia... la sintomatología de esta dolencia es variada.

En la seguridad del hogar, la vigilancia sobre los alimentos es más fácil, pero, ¿qué ocurre cuando los afectados salen de su rutina? En una semana, millones de españoles se reunirán en torno a mesas pantagruélicas, bebidas de todo tipo y un variado surtido de dulces navideños y más allá de las precauciones para evitar engordar esos tres kilos de media que dicen las estadísticas que engordaremos, los celiacos se enfrentan al reto de esquivar comida peligrosa para su organismo.

La presidenta de la Asociación de Celiacos de la Comunitat Valenciana (Acecova), Eugenia Canalías, asegura que es posible elaborar un menú navideño para celiacos que, además, disfrute toda la familia. “Se puede hacer un pavo asado relleno con carne picada, piñones y nueces. El marisco no es ningún problema; y el jamón, queso y los fiambres también son buena opción. La piña, que es de temporada, es un postre perfecto”. Eso sí, no hay que olvidar mirar las etiquetas de los productos que se vayan a utilizar porque algunos pueden ser engañosos. “Las lentejas, por ejemplo, pese a ser una legumbre suele tener trazas. También hay que tener en cuenta detalles como los saleros o los trapos de cocina, mejor que la persona celiaca tenga los suyos propios”.

El objetivo es que no se sienta discriminado durante estas fechas y comparta con el resto una comida sana. Porque, según Canalías, ese debería ser el objetivo de todos nosotros. “Se ha puesto de moda consumir productos sin gluten con la falsa creencia de que una dieta para celiacos adelgaza, y no es cierto, lo que ocurre es que cuando vigilas lo que comes, sueles comer más sano, y por lo tanto, al final acabas adelgazando”.

La presidenta de Acecova es muy crítica respecto a aquellos que toman la decisión de no tomar gluten no siendo celiacos. “Lo único que hacen es confundir a la sociedad. Por ejemplo, si vas a un restaurante y dices que no te sirvan pan porque tienes ‘sensibilidad’ y luego te tomas una tarta de postre... eso desorienta a los camareros, a los cocineros, y en general a todo el mundo, que no ven que se trata de una dolencia importante con la que no se debe frivolizar”.

Cuenta que la celiaquía no es una enfermedad de niños, que cada vez hay más adultos, porque cada vez se diagnostica más y mejor y hay nuevos estudios. Con todo, aconseja que cuando exista un menor celiaco en el hogar no se modifiquen los hábitos. “El niño tiene que aprender qué puede comer y qué no; tiene que ser responsable de su propia salud; no puede vivir en una burbuja, porque cuando salga al mundo exterior tendrá que saber descartar lo que le perjudica”.

Todos, niños y adultos, celiacos o no, se preparan para disfrutar la próxima semana de una buena mesa y, con suerte, de buena compañía. Si aún no sabe qué cocinar, ahí van algunas ideas.