Policía
La Policía desarticula una mafia china dedicada a la prostitución y el tráfico de drogas
Hay 81 detenidos en una de las operaciones más importantes desarrolladas en la UE
La policía Nacional ha desarticulado una importante red mafiosa de origen chino, que se dedicaba a la producción industrial de marihuana, y también a la prostitución y trata de personas tanto para su explotación sexual como laboral. Han sido detenidas 81 personas de las que 29 ya han ingresado directamente en prisión, habida cuenta de las pruebas que obraban en poder de los agentes después de una minuciosa y extensa investigación.
La operación, en palabras del delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, es de las “mayores de este país y me atrevería a decir que de Europa”. Las primeras pesquisas se realizan desde la comisaría de Xirivella, que es la que comienza la investigación. Posteriormente, y dada la magnitud de la misma, se incorporan las comisarías de Elche y también de Albacete, y finalmente la Brigada Central de Crimen Organizado. La organización operaba en Castellón, Valencia, Alicante, Albacete y Madrid.
La red había alcanzado un grado de sofisticación en la elaboración y distribución de la droga que ha requerido una investigación muy compleja mediante la cual se ha conseguido demostrar todo el proceso.
La organización se dividía en seis células estancas, varias de ellas dedicadas a hacer lo mismo, de forma que si una de las células caía, la organización podía seguir funcionando.
De cualquier modo, y dado los golpes que fue asestando la Policía a la organización, ésta tuvo que abastecerse de droga en otros lugares, por lo que llegó incluso a comprarla en Valencia y algunas poblaciones de Andalucía.
La operación se ha desarrollado en varias fases, hay 81 detenidos y se han localizado 19 naves industriales de producción de marihuana que era exportada mediante servicio de mensajería y paquetería a países de la Unión Europea, principalmente Gran Bretaña y Holanda. También se han intervenido 22.000 plantas. Se tiene constancia de al menos 325 envíos en los que salieron 3,266 kilogramos de marihuana.
Además, se ha liberado a 36 personas en situación de esclavitud laboral. Estas personas trabajaban los siete días de la semana en turnos de 24 horas, y no tenía posibilidad de salir de las naves. Además, al menos dos de ellos trabajaban en una nave ubicada en la localidad alicantina de Aspe donde se cultivaba la marihuana en el subsuelo, por lo que estas personas no veían la luz del sol desde hacía tres meses, en uno de los casos, y mes y medio en el otro. Dichas personas, cuando fueron liberadas por los agentes policiales, les comentaron que habían pedido atención médica, al estar enfermos, y se la habían negado.
Las pésimas condiciones laborales de las personas que trabajaban en las plantas de producción, contrastaban con la calidad del montaje de las misma. La Policía calcula que el coste de la preparación de la nave para la producción de la droga podía suponer un desembolso de hasta 50.000 euros. Sin embargo, los trabajadores,a a los que no se les permitía salir de las naves, y se les despojaba de su documentación, malvivían hacinados en cubículos en los que compartía espacio la cocina con el retrete. Además, eran trasladados constantemente de unas naves a otras para que no pudieran ni siquiera establecer vínculos entre ellos.
Por otra parte, también se ha liberado a trece mujeres que eran sometidas a explotación sexual en seis pisos en diversas localidades valencianas. El subinspector Pallardo, que ha coordinado la operación, explicó que las chicas dormían en un camastro en el comedor de las viviendas, todas juntas, y que no podían salir de dicha estancia más que para ejercer la prostitución cuando un cliente las requería. Era entonces cuando se hacía uso de las habitaciones de las viviendas, pero nunca para que las chicas descansaran o durmieran entre los servicios. Además según Pallardo, era la organización la que les proporcionaba los clientes, sin que las chicas pudiera rehusar a mantener relaciones con ninguno de ellos. Las chicas, al igual que los trabajadores de las naves, carecían de documentación y no conocían el idioma. Además, la organización les inculcaba el miedo a la Policía y a las instituciones españolas. Eran captados algunos en China y otos en España mediante el ofrecimiento de un puesto de trabajo que, obviamente, era irreal.
La Policía se ha incautado también de 61.000 euros en efectivo.
La operación sigue abierta y se investiga el más que probable blanqueo de capitales.
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