La juez ordena que se investigue si un marinero ayudó a Antonio Anglés a huir en Irlanda

El pasado 12 de noviembre se cumplían 27 años desde que Miriam García, Desirée Hernández y Antonia Gómezsalieran de fiesta en Alcàsser, un municipio de la provincia de Valencia (al suroeste de la capital). No se supo nada de ellas hasta que dos meses después encontraron sus cadáveres torturados y violados. Horas más tarde del atroz hallazgo, Miguel Ricart y Antonio Anglés serían conocidos como los dos principales sospechosos del crimen. A Ricart le detuvieron y en 1999 fue condenado a 170 años de cárcel. Salió de prisión el 29 de noviembre de 2013 y se rumorea que ha rehecho su vida en una pequeña localidad francesa. A Anglés, que actualmente tendría 53 años, nunca llegaron a detenerle y aún hoy en día se especula sobre si sigue vivo o falleció (entre los años 1993 y 1996).

No obstante, según publica hoy el diario Las Provincias, la jueza de Alzira (Valencia) que se encarga del caso ha emitido una comisión rogatoria internacional para tomar declaración al capitán del ‘City of Plymouth’, el barco en el que huyó Anglés con destino a Dublín (Irlanda). La solicitud de auxilio judicial está dirigida a las autoridades de Reino Unido, donde actualmente reside Kenneth Farquharson Stevens, el hombre que gobernaba la embarcación por aquel entonces.

Según fuentes del Tribunal de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), la requisitoria (orden de busca y captura internacional contra Antonio Anglés) sigue activa, por lo que ha de investigarse cualquier dato novedoso que pueda contribuir a conocer su paradero y propiciar su detención.

En este sentido, han confirmado a LA RAZÓN que el juzgado recibió un informe policial donde se solicitaba nuevos interrogatorios a testigos, miembros de la tripulación del barco desde el que supuestamente huyó el fugitivo. Así, la titular del Juzgado de Instrucción 6 de Alzira acordó en noviembre pasado la emisión de una orden europea de investigación para solicitar la colaboración de las autoridades del Reino Unido y Escocia en ese sentido, diligencias que se están actualmente cumplimentando.

No es la primera vez que interrogan al capitán; se hizo ya en 1993 cuando aún el escándalo de la huida de Anglés llenaba páginas de diarios y minutos de televisión. De nada sirvió, porque el irlandés no arrojó más luz sobre uno de los casos sobre los que más se ha especulado en la historia reciente de España. Según los interrogatorios que se llevaron a cabo por aquellas fechas, la tripulación logró encerrar al fugitivo en un camarote, pero al arribar a puerto el sospechoso ya no estaba, lo que llevó a pensar a la policía que en su huida había contado con la ayuda de algún tripulante. A día de hoy se sigue sin conocer el paradero de Antonio Anglés, al que se le atribuyen los cargos de rapto, violación, asesinato, inhumación de cadáver y tenencia ilícita de armas.